La sorprendente buena aceptación que tuvo en su día Sim City, hizo ver a Maxis que estaba ante la gallina de los huevos de oro, sobre todo teniendo en cuenta que era una empresa desarrolladora debutante. Así que Will Wright manos a la obra para explotar el concepto de Sim City en otros ámbitos, lo que daría una interminable serie de títulos «Sim», de los cuales, el primer asalto sería con Sim Earth: The Living Planet, donde la simulación sería a nivel global.
Pero al contrario de lo que pudiese parecer en un principio, Sim Earth no está basado en el control y desarrollo de la civilización humana en el planeta. El título toma como referencia la Hipótesis de Gaia de James Lovelock (que, precisamente, ayudaría en el diseño del juego e incluso escribiría una pequeña introducción para el mismo), por lo que controlamos al planeta en sí como si fuera un gran organismo, teniendo que tener en cuenta cosas como la atmósfera, la evolución de los microorganismos, la temperatura, las formas de vida que se encuentren en él, etc… todo para que nuestro planeta evolucione correctamente.
Todo esto hace que el videojuego no tenga una meta clara, simplemente tendremos que ver como evoluciona nuestro planeta en los 10 billones de años de vida donde se desarrolla el juego. Esa cifra no está cogida de forma aleatoria, ya que es cuando se calcula que el Sol se convertirá en una Gigante Roja y hara desaparecer la vida del planeta.
El control del juego queda bastante simplificado con el uso de distintos paneles donde controlamos la atmósfera (formación de nubes, intensidad del sol…), la geosfera (actividad volcánica, la erosión, y el movimiento de las placas tectónicas), la biosfera, así como el control de las diversas formas de vida. También encontraremos en el juego desastres naturales que podrán cambiar el sino de nuestra particular evolución.
La falta de objetivos claros y la gran diversidad de áreas a controlar, hacen que Sim Earth sea un título más duro que su predecesor y no apto para jugadores que no sean fanáticos de la saga. De hecho, muchas son las opiniones que no consideran a Sim Earth como un videojuego, sino como un simulador para comprender y estudiar la evolución de la Tierra.
Como supondréis, Sim Earth no llegó ni por asomo a las cifras de ventas de Sim City, pero fue un experimento estupendo para ver las posibilidades que tenía la saga y que se desarrollarían posteriormente. Sin duda, éste sería el primer paso para el desarrollo del subgénero y un título estudiado por desarrolladores de videojuegos actuales como puede ser Spore.
En este vídeo podéis ver cómo es el juego: