Antes que nada, hay que aclarar que, afortunadamente y a pesar de su título, el videojuego protagonista de hoy no tiene nada que ver con la película de dudosa calidad protagonizada por Jackie Chan. Este título fue un desarrollo de 1985 de la compañía nipona Nihon game, ahora conocida como Culture Brain, y que contó con la distribución para máquinas recreativas de Taiyo en Japón, y de Data East, Memetron y Kircop. Tanto distribuidor propició que en el mundo occidental se conociera al juego indistintamente como Shangai Kid y The Shangai Kid, mientras que en Japón tuvo el nombre de Hokuha Syourin Hiryū no Ken. Es precisamente esta última denominación la que pone en contexto al juego, ya que The Shangai Kid terminó siendo el primer título de la saga Hiryū no Ken de bastante penetración en el mercado japonés pero de la que a occidente apenas llegaron unos cuantos títulos bajo el nombre de Flying Dragon y perdiendo la correlación entre las distintas entregas.
The Shangai Kid es un videojuego de lucha cuya mayor peculiaridad se encuentra en su sistema de control, que lo aleja del concepto clásico del género. Nos encontramos ante una serie de combates a un ronda, en el que no todo va a ser la habilidad con los mandos, teniendo más importancia la velocidad de reacción y la paciencia. En todo momento, unos círculos van indicando cual es el movimiento ideal. Ya sea en defensa sobre nuestro propio personaje como en ataque sobre el enemigo, un círculo rojo nos va a indicar cual es la zona donde vamos a tener más éxito, lo cual no quiere decir que vayamos a tener siempre éxito o que golpeando en otra zona no consigamos impactar, pero sí nos dará las mayores posibilidades de realizarlo correctamente.
De esta manera, nos encontramos con una serie de golpes por turnos (el círculo no aparece en ambos contrincantes a la vez). Según vamos avanzando rondas, el círculo cambiará de posición más rápido, nuestro rival combinará más posibilidades de ataque y lo hará con mayor certeza. Para ejecutar el golpe, contamos con un botón de patada para medias distancias y de puño para distancias cortas. Además, la combinación de ambos controles puede hacer que realicemos un movimiento especial de un mayor daño en el caso de acertar. Por último, si realizamos un ataque certero mientras aparece un cartel que pone «Rush», podremos encadenar un combo de golpes que nos darán mucha ventaja en el combate.
Evidentemente, el contrincante de cada combate es nuestro principal escollo, al que tendremos que llevar al KO dos veces para ganar (y evitar que él haga otro tanto) a base de consumir su barra de energía. Sin embargo, y dado el cierto componente estratégico del juego, no hay que olvidar una barra de tiempo que disminuye más rápido de lo esperado y que nos llevará a la derrota directamente en el caso de consumirse.
Más allá de este original y verdaderamente divertido planteamiento, nos encontramos con un videojuego simplemente correcto. Sin ser unos gráficos malos, si es cierto que por aquella época podrían encontrarse algunos trabajos mejores, sobre todo en términos de escenarios y fluidez de las animaciones. Sin embargo, desde el punto de vista funcional son suficientes para disfrutar del juego, al igual que un apartado sonoro bastante olvidable.
En este video podéis ver cómo es el juego: