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Quake (1996)

Tras revolucionar el mundo de los FPSs con la saga Doom, el público se encontraba totalmente ansioso por el nuevo lanzamiento de iD Software: Quake. El desarrollo del título fue anunciado y seguido a bombo y platillo por todas las revistas del sector, creando una expectación que pocas veces se había visto hasta la fecha.

Como no podía ser de otra forma, la mayor parte de la programación del juego fue llevada a cabo por John Carmack, mientras que en la parte del diseño el proyecto estaría liderado por John Romero. El equipo principal se completaría con otros grandes como American McGee, Sandy Petersen y Tim Willits.

El gobierno ha estado realizando una serie de experimentos sobre teletransportación, pero un enemigo conocido con el nombre de Quake, ha utilizado dichos experimentos para enviar tropas de muertos para testear la resistencia de los humanos. El personaje protagonista que controlaremos será enviado a través de un portal para acabar con esta amenaza.

El modo de un jugador de Quake se encuentra dividido en cuatro episodios (el primero llegó a distribuirse shareware), cada uno de los cuales cuenta con aproximadamente ocho niveles y algún que otro nivel secreto (uno de los cuales es una verdadera curiosidad antigravitatoria). Quake nos deja elegir entre cuatro niveles de dificultad, estando el más dificil oculto en una zona del episodio 4 ya que, según el manual, «debe estar escondido para que nadie entre por accidente».

El sistema de juego es muy similar a Doom, ya que en cada nivel apareceremos en un edificio laberíntico y tendremos que ir recorriéndolo acabando con los enemigos y recogiendo objetos (llaves y otros mecanismos para acceder a otras zonas del nivel), hasta encontrar la salida que nos llevará hasta el siguiente nivel. Al final de cada episodio tendremos que recoger una runa mágica que nos de acceso a otro, habiendo un jefe al final del episodio.

Como hemos comentado, Quake es bastante similar a Doom en el planteamiento, estando las principales diferencias en una gran mejora en el apartado gráfico. El motor gráfico desarrollado por Carmack estaba diseñado completamente en 3D, lo que permitía los saltos y el movimiento antigravitatoria, siendo la principal diferencia con Doom. Por otro lado, también es destacable su potente modo multijugador que, en algunos casos, resultó hasta más importante que el normal. De esta manera, se iniciaría una saga que se convertiría en todo un clásico dentro de los juegos para red.

Quake sería lanzado para Amiga, Falcon, IRIX, Macintosh, PC, Nintendo 64, Risc PC, Saturn y Solaris. Un año más tarde sería lanzado Quake II, cuyo argumento no tiene nada que ver con el original y que parece ser una estrategia de márketing más que otra cosa siendo, sin embargo, similar el estilo de juego. En 1999 se lanzaría Quake III Arena, un videojuego totalmente enfocado al multijugador y que se convertiría en todo un clásico en esta categoría. En 2005 sale a la calle Quake 4, que es una secuela directa de la segunda entrega. En 2007 se lanza una nueva entrega con el título de Enemy Territory: Quake Wars y en 2009 aparecería la beta pública de Quake Live, una versión revisada de Quake III Arena.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

Trivial Pursuit (1986)

Intentar explicar lo que significa Trivial Pursuit en el mundo de los juegos de mesa puede resultar bastante inútil, ya que muy pocas personas en el mundo deben desconocer al más conocido juego de preguntas y respuestas a nivel internacional. El juego, diseñado por Scott Abbot y Chris Haney en Nerja en el año 1979, se volvería tremendamente popular en EEUU en 1984, donde llegaría a las 20 millones de unidades vendidas. Ese mismo año, Bally Midway lanzaría un videojuego para máquinas recreativas, con un sistema más simplificado, pero el primer videojuego realmente relevante basado en el juego de mesa, llegaría en 1986 para ordenadores personales. Trivial Pursuit sería desarrollado por Oxford Digital Enterprises Ltd. y publicado por Domark Software, Inc., habiendo versiones para Amiga, Amiga CD32, Amstrad CPC, Atari 8-bit, Atari ST, Commodore 64, DOS, MSX, SEGA Master System y ZX Spectrum.

El videojuego es una adaptación 1:1 del juego de mesa. Tenemos un tablero con casillas de diferentes colores, cada una correspondiente a distintas temáticas (Naturaleza, Literatura, Historia, Geografía, Ocio y Espectáculos). De estas casillas existen algunas especiales, una por categoría, conocidas popularmente por «quesitos» que añadirán a nuestra ficha, el color correspondiente si acertamos las preguntas. Una vez que tengamos todas los colores en nuestra ficha, tendremos que ir a la casilla del centro y volver a acertar para ganar la partida.

El juego nos permite dos modos de juego: Un jugador, en el que contestaremos a las preguntas luchando únicamente contra el reloj; y Multijugador, pudiendo participar por turnos hasta cinco jugadores humanos, configurándose algunas opciones como el tiempo para dar la respuesta. Dicha respuesta se basa en el control por parte del resto de jugadores, ya que tras hacernos la pregunta, el juego nos pregunta si hemos acertado o no, para así evitar dar multirrespuestas que facilitaría el juego. Dependiendo del tipo de pregunta, el personaje que hace de maestro de ceremonías nos hará la pregunta diréctamente, nos mostrará un dibujo en un proyector o interpretará una canción para reconocerla.

Sorprende el esfuerzo aportado en el apartado técnico, no solo en la recreación del tablero, sino en la elaboración del personaje y las preguntas. Evidentemente, todo ello adaptado a la máquina en la que corre el juego, pero siempre muy funcional y ayudando a la buena representación de las preguntas (siendo la más deficiente la versión de PC). Igualmente con el apartado sonoro, donde el sonido es suficientemente claro para poder adivinar las melodías. Cabe también destacar la inclusión de un apartado de estadísticas, donde se puede visualizar fácilmente que categoría es la que domina mejor cada jugador.

Trivial Pursuit tuvo una buena acogida y se convertiría en un clásico de los juegos de mesa adaptados al videojuego. Tal es así, que en 1987 se lanzarían versiones con nuevas preguntas bajo el título de Trivial Pursuit: Young Players Edition y Trivial Pursuit: A New Beginning. En 1992 saldría otra versión de PC, esta vez con un apartado técnico acorde al potencial de la máquina, que sería denominado Deluxe Trivial Pursuit. En 1994, una nueva versión totalmente inmersa en el mundo multimedia bajó el título de Trivial Pursuit Interactive Multimedia Game. Posteriormente se lanzarían para PC Trivial Pursuit: CD-ROM Edition en 1997, Trivial Pursuit: Millennium Edition en 1999 y Trivial Pursuit: Unhinged en 2004 (este último también para PS2 y XBox. Una última versión para XBox 360 apareceria en 2009.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

Hero Quest (1991)

Hero Quest era originalmente un juego de mesa creado por Milton Bradley (MB) en 1989, asociado con Games Workshop, conocida por la serie Warhammer. Hero Quest pretendía llevar el mundo de fantasía del universo Warhammer a un público más general, simplificando las reglas típicas del rol y acercando esta aventurá al desarrollo de juegos de mesas más estándar. El caso es que Hero Quest fue un éxito internacional sin precedentes dentro del mundo de los juegos de mesas, y que ayudaría a dar a conocer y popularizar el rol a un público más general.

Evidentemente, el mundo de los videojuegos no fue ajeno a este éxito y Gremlin Graphics se hizo con la licencia del juego de mesa y empezaría a desarrollar un videojuego para diferentes plataformas: Amstrad CPC, PC, Commodore Amiga, Atari ST, ZX Spectrum y Commodore 64.

El sistema de juego de Hero Quest es casi idéntico al del juego de tablero, teniendo en cuenta que el rol del malvado Morcar, encargado de poner obstáculos y enemigos a los participantes, lo asume el ordenador. La aventura se desarrolla en una mazmorra donde pueden participar hasta cuatro jugadores, asumiendo el papel de diferentes personajes (enano, elfo, mago y bárbaro), que saldrán inicialmente desde distintos puntos de la mazmorra. El juego cuenta con 14 misiones distintas que definen diferentes objetivos para ganar (escapar de la mazmorra, conseguir un objeto, matar a algún enemigo…).

Como en el juego de mesa, os personajes se irán moviendo por los pasillos de la mazmorra usando un sistema de turnos y con movimientos definidos aleatoriamente por un dado. Tendrán que ir recolectando tesoros, que les permitiran conseguir dinero para mejorar la equipación del personaje, y descubriendo pasadizos secretos que facilitarán la consecución de la misión al mostrar más zonas de la mazmorra. En el desarrollo de la aventura, los personajes se toparán con diferentes enemigos, iniciándose un sistema de combate en el que entrarán en juego el arma, la armadura y los dados. Adicionalmente, también podrá usarse algunos hechizos.

Gráficamente podemos decir que se hizo un gran trabajo para adaptar el juego de mesa a un aspecto que fuese atractivo en el ordenador, destacando especialmente las versiones de 16 bits. Al contrario que en muchas adaptaciones de juegos de mesa que utilizan una vista cenital para mostrar el tablero, Hero Quest tiene una vista cenital mucho más agradable a la vista y que permite un mayor lucimiento del diseño de personajes y escenarios. Respecto al sonido, es un trabajo más discreto, basándose en escuetos efectos y una banda sonora que será más o menos agradable dependiendo de la versión que sea.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

SimAnt (1991)

SimAnt es otro de los títulos que derivarían del tremendo (y sorprendente) éxito que tuvo SimCity en 1989. De nuevo sería Will Wright (creador del videojuego original) el encargado de hacerse cargo del proyecto que, con similitudes estructurales con el primero, intentaba recrear la vida de una colonia de hormigas que se encuentra en el patio trasero de una vivienda unifamiliar típica americana. SimAnt sería publicado por parte de Maxis en 1991 para PC, realizandose una versión para Commodore Amiga en 1992 y una para Super Nintendo en 1993 (consola en la que ya se había publicado una versión de SimCity), pero que sería desarrollada por Imageneer Co. Ltd.

Aunque se basa en la premisa que hemos comentado al principio, SimAnt nos propone diferentes modos de juego. En Campaña tendremos un objetivo final que conseguir (siendo algo poco habitual en la saga), tendremos que ir haciéndonos poco a poco con el control del jardín, colonizando nuevos territorios con nuestras hormigas reina, hasta llegar a obligar a los dueños de la casa a venderla porque no pueden vivir allí. En el modo Juego Rápido, será un enfrentamiento directo entre nuestra colonia (hormigas) y las hormigas rojas. En el Modo Experimental, tomaremos un papel de observador de la evolución de la colonia, según vayamos modificando diferentes parámetros del jardín. En la versión de Super Nintendo, además, se incluían ocho escenarios con situaciones concretas que desarrollar.

El juego comienza con el nacimiento de la primera hormiga de nuestra colonia, que tendrá que luchar por sobrevivir. Esta supervivencia dependerá de conseguir comida por nuestros propios medios (por ejemplo, cazando una oruga) o que otra hormiga nos la pase por la técnica conocida como trofalaxis (alimentación boca a boca). Pero no solo se tratará de conseguir comida ya que nos encontraremos diferentes peligros, desde las hormigas rojas hasta el cortacesped de la familia dueña de la casa.

De esta manera, poco a poco irá creciendo nuestra colonia con cuatro tipos distintos de hormiga: hormigas obreras, el tipo que controlaremos al principio y que se encargan de excavar túneles y transportar alimentos; hormigas guerreras, encargadas de la defensa de la colonia; zánganos, dedicadas a la reproducción para aumentar el volumen de la colonia; y Hormiga Reina, que pondrán los huevos de las nuevas generaciones de hormigas.

La interfaz del juego bebe de la estructura general de la saga, con un sistema de iconos y menús para las diferentes acciones, además de una representación en forma de mapa de la zona de juego. En este título encontraremos secciones que podremos detallar más (por ejemplo para crear túneles), que nos darán unos gráficos más detallados, pero que igualmente tienen un caracter más funcional que estético. El apartado sonoro también es bastante simple (nos encontramos con un título que pone el enfasis en la jugabilidad más que en la tecnología) , con melodías MIDI bastante olvidables y un catálogo de efectos sonoros bastante pobre.

Como era de esperar, SimAnt no vendió tanto como otras entregas de la saga debido a su bizarro argumento, pero en las versiones de PC tuvo buenas críticas (con la versión de Super Nintendo la crítica fue despiadada) y la estela de saga le permitió unas ventas por encima de lo esperado. Como curiosidad, podemos indicar que el propio Will Wright ha declarado que el concepto de Los Sims empezó a imaginarlo mientras desarrollaba SimAnt.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

King’s Quest V: Absence Makes the Heart Go Yonder! (1990)

El título que vamos a recordar hoy fue uno de los más destacados de Sierra, no sólo por la calidad argumental de la aventura en sí, sino porque suponía el verdadero salto técnico de Sierra, en busca de hacerle sombra a los títulos de Lucasfilm Games. De esta manera, King’s Quest V: Absence Makes the Heart Go Yonder! es pionero dentro de la compañía en tres aspectos: el primer título en soportar gráficos VGA de 256 colores, el primero en estar traducido a castellano y el primero en utilizar la interfaz «point & click» bajo el motor Adventure Game Interpreter (que pretendía ponerse a la altura del SCUMM). El título sería diseñado de nuevo por Roberta Williams, siendo una de sus obras más destacadas, y de la distribución se encargaría Sierra, a excepción de la versión para NES, que sería distribuida por Konami. El título sería lanzado para PC, NES, Mac, Amiga, FM Towns y NEC PC-9801, cancelándose el proyecto de una versión para Atari ST.

El juego rescata el personaje del rey Graham, que no aparecía en la saga desde la segunda entrega. Tras tiempos de inestabilidad, la familia real de Daventry parece vivir sin problema en sus dominios. Sin embargo, un día que el rey Graham sale a pasear por los bosques de la región, el malvado brujo Mordack hace desaparecer con un torbellino el castillo real con todas las personas que se encontraban en su interior. A la vuelta de su paseo, Graham encuentra el vacío donde debería estar el castillo y Cédric, un búho parlante, le indica todo lo ocurrido y le propone ir a Serenia, donde vive el mago Crispín, inciándose una aventura en busca de rescatar al resto de la familia real.

La calidad argumental del juego mantiene e incluso supera el nivel de los títulos anteriores de la serie, notándose en todo momento la mano de Roberta Williams. El juego está repleto de puzzles muy ingeniosos y cuya resolución suele ser bastante lógica, lo que no quiere decir que estemos ante una aventura fácil, ni mucho menos. Siguiendo la línea de la mayoría de la aventuras de Sierra (y desmarcándose del estilo Lucas Arts), tomar decisiones equivocadas puede acarrear la muerte del personaje, teniendo que volver a rehacer todo desde la última vez que se grabara la partida.

Como hemos comentado al principio, más allá de la aventura en sí, King’s Quest V: Absence Makes the Heart Go Yonder! destaca por el avance tecnológico que supuso no solo dentro de la saga King’s Quest en particular, sino dentro del catálogo de Sierra en general. El uso exclusivo del ratón provoca una experiencia jugable más satisfactoria e inmediata, además de hacer uso de iconos para representar los verbos, lo que hace que se gane en espacio de juego al no tener que mostrar los verbos. No obstante, en su momento Sierra fue criticado por el uso de este sistema, ya que facilitaba la resolución de los puzzles, aunque el tiempo terminaría dándoles la razón.El trabajo gráfico es excelente, con unos fondos de corte realista a base de dibujos reales digitalizados y luego retocados; además de unos personajes de diseño y animaciones correctas. La banda sonora también representa una mejora sensible, con el uso del sintetizador MIDI para hacer sonar las composiciones de Mark Seibert y Ken Allen.

El lanzamiento de King’s Quest V: Absence Makes the Heart Go Yonder! fue uno de los productos estrella para ordenadores compatibles de su año. No en vano, conseguiría en 1991 el premio a la mejor aventura gráfica del año por parte de la revista especializada Computer Gaming World. Aparte de la edición normal, se editaría una versión en CD-Rom con voces digitalizadas (con miembros de Sierra haciendo de improvisados actores de doblaje). Posteriormente, la saga continuaría con tres títulos más pero, probablemente, ninguno llegaría al nivel de esta quinta entrega.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

World Class Rugby (1991)

World Class Rugby (su título completo para PC sería World Class Rugby: Five Nations) es un videojuego distribuido en 1991 por Audiogenic, una de las empresas pioneras en Gran Bretaña en el mundo de los videojuegos y que sería una de las grandes especialistas en videojuegos deportivos en los años 80, con títulos como Graham Gooch’s Test Cricket, Emlyn Hughes International Soccer, Graham Gooch World Class Cricket, Allan Border Cricket, European Champions, Lothar Matthäus, Super League Manager… El proyecto sería llevado a cabo por la semidesconocida Dentons, conocida por desarrollar Elite Soccer y, sobre todo, por la rareza del videojuego basado en Frankie Goes to Hollywood.

El título fue lanzado aprovechando el tirón que suponía la celebración de la Copa del Mundo de Rugby de 1991 que se celebraba en Inglaterra, haciendo competencia cubriendo esa competición al Rugby: The World Cup de Domark. El título para Commodore Amiga, ZX Spectrum, Amstrad CPC y Atari ST en 1991, y un año más tarde para Commodore 64 y PC, por lo que, debido a tal retraso, se le puso el subtítulo en referencia a la competición del Cinco Naciones, estando ambas disponibles en el juego. Aparte de dichas competiciones, el juego nos permitirá jugar un partido amistoso, así como una competición en formato liga, eso sí, siempre entre las dieciséis selecciones nacionales que incluye el título.

La principal característica que destaca de World Class Rugby, es el alto grado de control sobre la configuración del juego. Nos encontramos con diez niveles distintos de dificultad, lo que nos da un amplio abanico de jugadores potenciales independientemente de su habilidad a los videojuegos, como de su conocimiento del deporte en sí. También se podrá definir el tipo de terreno, reglas, el tiempo de juego, las teclas de control e incluso si los tantos serán a cinco o cuatro puntos.

Los equipos también son personalizables, pudiéndose elegir el color de las camisetas y los jugadores de campo con los que vamos a competir. Para ello tendremos que tener en cuenta las distintas estadísticas que nos presenta el videojuego, para elegir la táctica adecuada.

En el juego propiamente dicho, nos encontramos con un control bastante sencillo y que fácilmente nos podemos hacer con él, quedando la dificultad relegada únicamente al nivel de inteligencia artificial escogido para el contricante (o la habilidad del contrincante humano). Esa simplicidad de manejo, ayudada por la configuración personal de los controles, no significa que tengamos una simulación simple, ya que pueden hilarse jugadas complejas, simulando bastante bien la competición real. Tanto es así, que podremos revisarlas varias veces gracias a un completo sistema de repeticiones.

Los gráficos del título están muy cuidados, en especial en la parte de animación, lo que lo hace un juego bastante realista. Éstos nos dan una perspectiva aérea bidimensional del terreno de juego bastante amplia, lo que facilita mucho el juego estratégico. Aparte de esta vista bidimensional, en las repeticiones contamos con la posibilidad de unas repeticiones mejoradas en un entorno tridimensional, de tal manera que la cámara «se baja» un poco en la perspectiva, dando una sensación de profundidad. En la parte sonora, podremos encontrar una música aceptable y unos efectos funcionales para el partido en sí.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

The Amazing Spider-Man (1989)

Cuando pensamos en un videojuego basado en un cómic de superhéroes, enseguida lo relacionamos con los géneros de acción. Sin embargo, a veces hay honrosas excepciones que nos dan ciertas rarezas que, en ocasiones, terminan siendo un videojuego más que notable. Es el caso del juego que analizamos a continuación, The Amazing Spider-Man, un título desarrollado por Paragon Software Corporation (proyecto liderado por Kevin Ayre y John Wood) y distribuido por Oxford Digital Enterprises en 1989 para Amiga, PC, Commodore 64 y Atari ST.

El argumento es el siguiente: Mysterio vuelve a querer fastidiar al hombre araña y no tiene mejor idea que secuestrar a su esposa Mary Jane. Como no podía ser de otra manera, nuestro héroe va a ir a su rescate en distintos parajes preparados por Mysterio. Debido a la obsesión de su enemigo con las películas, los niveles estarán divididos en actos y, muchos de ellos, serán parodias de diferentes géneros cinematográficos.

¿Y qué tiene este The Amazing Spider-Man de especial? Pues la primera en la frente, ya que nuestro héroe ¡¡¡no podrá dar puñetazos ni patadas!!! Efectivamente, como indicábamos al inicio, el título deja a un lado el género de acción y se centra en una mezcla entre puzzles y plataformas, en una arriesgada apuesta que, probablemente, se adelantara a su tiempo. De esta manera, los movimientos de nuestro héroe se limitarán al salto y el lanzamiento de redes en las ocho direcciones básicas (las cuales tendremos que utilizar para atrapar a nuestros enemigos, pero no abatirlos). Además, contaremos con la habilidad de trepar por las paredes y quedarnos suspendidos del techo, lo que será esencial para la resolución de los puzzles.

Así nos quedamos con un juego de una mecánica peculiar, pero que resulta de lo más entretenido para jugadores del perfil de títulos como Lemmings. De hecho, nos encontramos con unos puzzles muy bien realizados (diseñados por Richard Yapp) y según vamos avanzando en el juego observamos que la aparición del hombre araña es un simple pretexto, probablemente en busca de un mayor éxito comercial.

Los gráficos son bastante simples, lo que hace que no haya apenas diferencias entre las versiones de las distintas plataformas. Sin embargo, dicha simpleza favorece al estilo de juego, con una vista lateral por «pantallas» (al más puro estilo 8 bits) y unos gráficos totalmente en 2D. El apartado sonoro es bastante flojo, con someros efectos y una banda sonora que en poco tiempo nos taladrará la cabeza, por lo que, debido a su poca importancia para el desarrollo del juego, en poco tiempo estaremos quitando el sonido.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

American Gladiators (1991)

American Gladiators era un programa de la televisión americana con éxito internacional, que fue emitido entre 1989 y 1993. Se trataba de un concurso en el que los participantes tenían que realizar diferentes pruebas físicas y, en muchas ocasiones, enfrentarse a una serie de atletas que formaban parte de la plantilla del programa y que le daban el toque característico al show. El buen recibimiento del programa por parte del público, derivaría en una potente política de merchandising que incluiría series de animación, bandas sonoras, lanzamientos en DVD y, por supuesto, el correspondiente videojuego.

El trabajo fue llevado a cabo por Incredible Technologies, con una distribución por parte de Gametek. El título saldría para Mega Drive, PC, Commodore Amiga y Super Nintendo, existiendo una versión diferente para NES, siendo el único dispositivo de 8 bits que tendría lanzamiento. El título no tuvo excesivas buenas críticas, aunque gracias a la popularidad del programa no tendría malas ventas.

Al igual que en el programa de televisión, la competición se divide en una serie de diferentes pruebas donde se van acumulando puntos, hasta llegar al circuito final. De esta manera, el videojuego nos presenta un modo torneo que simula el desarrollo completo del programa y un modo Head-to-head para competir en una prueba en concreto. En las versiones de 16 bits nos encontramos con representaciones muy fieles a las pruebas originales, mientras que en la versión de NES se encuentran adaptadas a la potencia de la máquina.

Una vez hayamos elegido el sexo de nuestro concursante (que no tendrá ninguna influencia en el desarrollo del juego), iremos compitiendo en cada una de las siete pruebas (Assault, Human Cannonball, Atlasphere, Joust, Powerball, y The Wall), en las cuales nos enfrentaremos a otro concursante (que podrá ser controlado por un humano), así como contra los gladiadores, que intentarán que no consigamos ganar la prueba.

Por cada prueba ganada se consiguen diez puntos, si se sobrevive a la prueba pero no se gana cinco puntos y si un gladiador nos elimina no se consiguen puntos en la prueba correspondiente. Tras realizar las siete pruebas pasaremos al circuito final, en el que nos enfrentaremos al otro concursante durante 60 segundos y tendremos que sortear una serie de obstáculos. En el caso de caer en alguna de las zonas del circuito se nos descontarán 10 puntos de nuestro marcador y, en el caso de ganar el circuito, se nos añadirán diez puntos extras.

La representación gráfica de las diferentes pruebas está bastante conseguida, en especial en las versiones de 16 bits (la versión de 8 bits tiene una vista cenital y modificaciones sobre las pruebas). Más simple es la representación de los personajes, ya que no existen diferencias entre unos gladiadores y otros, a pesar de que al inicio del juego se nos muestran fotos y pequeñas biografías de los mismos. El control del juego es irregular dependiendo de la prueba, habiendo algunas especialmente difíciles por culpa de un control no muy manejable. La parte sonora es algo discreta, con una música muy repetititva y machacona y prácticamente ausencia de efectos de sonido.

En este vídeo podéis ver cómo es la versión de 16 bits:

Y en este, la versión de NES:

Galería de los Horrores IV: Shaq Fu

Shaquille O’Neal es uno de los jugadores de baloncesto más famosos y carismáticos de las últimas dos décadas, habiendo pasado por equipos tan míticos como Orlando Magic, Los Angeles Lakers, Miami Heat, Phoenix Suns o Boston Celtics. Por eso, no sería de extrañar que tan destacado deportista terminara siendo protagonista de un videojuego, sobre todo en la década de los 90, donde estaba en la cima de su fama y muchas desarrolladoras de videojuegos deseaban tener a un deportista de fama en la carátula de su videojuego. Esto ocurriría en Octubre de 1994, sin embargo, de las mentes de Delphine Software no salió un videojuego de baloncesto, sino uno de lucha bajo el título de Shaq Fu, que terminaría siendo recordado como uno de los peores títulos de la historia y que parece increíble que una compañía como Electronic Arts, normalmente cuidadosa con sus lanzamientos, terminara distribuyendo este título.

Como podéis imaginar, para justificar todo esto necesitamos un argumento de lo más bizarro. Nos encontramos con el bueno de Shaq teniendo que disputar un partido amistoso en Japón. Mientras pasea por la ciudad, nuestro protagonista decide entrar en un dojo, donde un anciano lo reconoce como el «enviado de las estrellas». Le indica que su misión es la de rescatar a un niño llamado Nezu que se encuentra en poder del malvado Sett-Ra. El caso es que el anciano convence a Shaq, que se va a la trastienda del dojo y entra en una nueva dimensión donde tendrá que enfrentarse a toda una serie de luchadores hasta el combate final con Sett-Ra.

El número de personajes elegibles y de niveles varía según la versión (Shaq Fu vería la luz en Super Nintendo, Game Boy, Mega Drive, Commodore Amiga y Game Gear), donde nos aparecería una serie de enemigos que parece una compìlación de personajes de otros videojuegos de la época, a tenor de la poca originalidad de sus ataques, que eran clones de los vistos en Street Fighter II. Por otro lado, aunque la respuesta de los mandos era correcta, el juego solo contaba los golpes dados justo en el centro del enemigo, lo que le daba una dificultad al juego absurdamente alta, además de desesperar a los jugadores que veían como sus golpes parecían no afectar en absoluto a los enemigos.

En el apartado técnico, lo único salvable es la parte gráfica, ya que nos encontramos con unos personajes con un diseño correcto (quizás de un tamaño demasiado reducido que, en combinación con el control, aumenta la dificultad del títulos) y unas animaciones razonablemente fluidas. Sin embargo, el apartado sonoro es bochornoso, con unas melodías repetitivas y sin alma, y unos efectos de sonido para «salir del paso».

A pesar de que EA le daría un cierto bombo al juego en la campaña navideña de 1994, la crítica no tuvo piedad con Shaq Fu, haciendo hincapié en su ridículo argumento y su injugable control. De esta manera, Shaq Fu se llevaría el honor de quedar en el sexto puesto del Top 10 Worst Game Concepts y en el décimo del Top 10 Most Underrated Mega Drive games por parte de GameFaq.com y en el cuarto del Top Ten Best and Worst Video Games por parte de Gametrailers.com, haciéndose ganador de un hueco en nuestra Galería de los Horrores.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

Supaplex (1991)

Supaplex es un videojuego que en un primer vistazo pudiera parecer un clon de Pac-Man, pero su realidad es bien distinta. El origen de Supaplex viene de la necesidad de hacer una versión actualizada de Boulder Dash que pudiese caber en un disquette. Dicho trabajo fue realizado por dos estudiantes suizos, Michael Stopp y Philip Jespersen, formando Think!Ware Development y que sería publicado por Dream Factory. De esta manera, el esfuerzo de sus desarrolladores se centró en encontrar un equilibrio entre la calidad gráfica y el número de niveles para poder cumplir los requisitos de almacenamiento flexible de la época. Supaplex sería publicado para PC y Commodore Amiga, proyectándose una versión para Atari ST que no llegaría a ver la luz.

El objetivo es muy similar a Boulder Dash, Murphy, la bola roja protagonista, tiene que ir recogiendo los átomos que se encuentran en los distintos niveles. Tendremos que ir evitando los anti-virus que están representados por unas tijeras, los cortafuegos representados por bombas y los cortocircuitos que acabarán con la vida del personaje. También nos encontraremos disquettes explosivos que nos ayudarán a abrirnos camino. Nuestro protagonista se moverá por el nivel consumiendo placa base, pero habrá que tener cuidado ya que el efecto de la gravedad puede hacer que se nos caigan objetos encima.

La principal característica de Supaplex se encuentra en la extrema dificultad para resolver los retos que nos proponen cada uno de los 111 niveles que componen el juego. Es por esto que, aunque hay que ir resolviendo los niveles correlativamente, el juego nos permite saltarnos hasta tres niveles si vemos que el reto nos empieza a desesperar demasiado. Evidentemente, el trabajo gráfico del título es superior al de Boulder Dash, aunque sigue siendo muy funcional para cumplir los requisitos de hardware y permitir incluir más niveles. A nivel de audio destaca la banda sonora que aprovechaba el potencial de los sintetizadores que por aquella época empezaba a incluir el hardware de sonido de los ordenadores personales.

Supaplex se haría bastante popular entre los poseedores de los ordenadores personales y, aunque no hubo una secuela propiamente dicha, si hubo actualizaciones y mejoras constantes que llegan hasta el día de hoy gracias a su web y a que los autores declararon el juego como freeware. Si aparecerían diversos clones, en especial para la adaptación al sistema operativo Windows, de los que podemos destacar Winplex o Megaplex.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego: