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Chuck Rock (1991)

Chuck Rock fue lanzado en 1991 por Core Design, compañía que cogería mucha fama años más tarde haciendose cargo de un gran número de los videojuegos de la saga Tomb Raider (y los más destacados, por cierto). Chuck Rock se encuentra inspirado por un dibujo de un cavernícola que el diseñador gráfico Lee Pullen hizo en su Atari ST.

Chris Long y Bob Churchill serían los encargados de darle vida al juego a partir de ese boceto original. Bob Churchill también sería el encargado de realizar las labores de testeo del videojuego y de asesoramiento de los propios programadores, haciendo en buena medida las funciones de jefe de proyecto.

Chuck Rock es el típico cavernícola que vive tranquilamente en su cueva disfrutando de los partidos del domingo y de la buena cerveza. Toda esta paz se vera tremendamente interrumpida cuando su esposa, Ophelia, es secuestrada por Gary Gritter. Chuck no se lo piensa dos veces y sale fuera de su cueva dentro del peligroso mundo prehistórico para intentar rescatar a su chica.

El juego es un típico plataformas con algunos aspectos originales basados en un gran sentido del humor. Para empezar, nuestra arma más letal será nuestra barriga. Será a base de barrigazos como deberemos ir eliminando a todos los dinosaurios que nos vayan saliendo. Pero no todos los bichos son malos, hay algunos que nos ayudarán a salvar dificultades como pterodáctilos que nos llevan a lugares inalcanzables para Chuck. También podemos coger las rocas y lanzárselas a nuestros enemigos.

Lo primero que impresiona nada más empezar el juego es su gran colorido. Los gráficos estaban en un estilo de comic muy acertado y simpático, consiguiendo sacarnos una sonrisa, sobre todo con el aspecto de alguno de los jefes finales. Las animaciones estaban bastante bien y eran muy simpáticas, estando quizá peores las del personaje protagonista. El sonido acompañaba muy bien la estética del videojuego y el grito de «¡unga bunga!» que Chuck emitía al principio de cada nivel se convirtió en muy característico.

En líneas generales el juego estaba muy acertado y era muy divertido, por lo que tuvo una aceptación bastante buena que se tradujo en conversiones a todo tipo de plataformas: Acorn Archimedes, Amiga, Amiga CD32, Atari ST, Commodore 64, Game Boy, Game Gear, Mega CD, Sega Master System, Sega Mega Drive/Genesis y SNES. Tendría una secuela, Chuck Rock II: Son of Chuck, en la que el protagonista sería el hijo de Chuck que sería el encargado de repartir toratas a los dinosaurios. Aunque el juego también estaba muy bien y era muy divertido, no llegó a tener la repercusión del primero.

En este video podeis ver la versión de Sega Mega Drive:

Test Drive (1987)

En esta ocasión vamos a ver una de las sagas más longevas dentro del mundo de los simuladores de coches. Se trata de Test Drive, una serie que comenzaría en 1987 de la mano de Accolade (que posteriormente tendría otros títulos de motor destacados como Grand Prix Circuit o The Cycles: International Grand Prix Racing) y que recientemente ha lanzado un nuevo título.

Con la salida de Test Drive se dio un giro al género, tomando otro punto de vista que no fuera exclusivamente el de las carreras y serviría de referencia para posteriores series de juegos de coches como Need for Speed.

Nada más empezar tenemos que elegir entre algunos de los coches deportivos más carismáticos: Ferrari Testarossa, Porsche 911, Lotus Turbo Esprit, Lamborghini Countach y Chevrolet Corvette. Cada uno de los coches estaba acompañado de una abrumadora cantidad de información sobre las características de cada uno de los vehículos. Una vez elegido es hora de ponernos a los mandos del volante.

Nuestra misión en el juego es ir subiendo por una montaña intentando esquivar tanto el tráfico como a la policía. Además teníamos la presión de tener que hacerlo contrarreloj para poder seguir avanzando en el juego. Si ya era pionero en la aparición de las persecuciones policíacas, también tuvo otro tanto a favor de la originalidad en su estilo de juego. Teníamos que hacer todo lo que hay que hacer en un coche de verdad: (cambiar de marcha, utilizar el embrague, vigilar el cuentarrevoluciones, etc…). También en este aspecto Test Drive serviría de base para juegos posteriores.

No solo sorprendió por su originalidad. El apartado técnico era de lo mejorcito de la época. Aprovechaba al máximo en las distintas conversiones la potencia de las distintas máquinas. De esta manera sorpendía gratamente la calidad gráfica de las versiones de Commodore 64 o Atari ST, en las que pocos juegos consiguieron tal nivel. Por otro lado el sonido hoy día suena pobre, pero en aquella época simulaba bastante bien el sonido del motor. El juego saldría originalmente para PC, Commodore 64 y Atari St, mientras que las versiones para Apple II y Amiga llegarían en 1988.

Fue un tremendo éxito, además de por su calidad, porque no había un gran número de títulos de coches para ordenadores personales. A partir de ahí vinieron un sinfín de secuelas. En 1989 llegaría The Duel: Test Drive 2 en el que competíamos contra un oponente en un duelo y que llegó a ser tan popular como el primero, teniendo una gran cantidad de expansiones con circuitos nuevos. En 1990 llega Test Drive III: The Passion, totalmente renovado y con unos gráficos de 256 colores y unos enormes mapas que permitían salirse del trazado, sorprendiendo a público y crítica. EN 1997 llega Test Drive 4 que sería el primer título para Windows y en el que se vuelve a los circuitos cerrados. Un año después vendrá Test Drive 5, que tendría su versión para PlayStation. Test Drive 6 sera el título con peor acogida de la serie, basando sus ventas en el renombre de la franquicia. Para la nueva generación de consolas llegaría Test Drive Overdrive en 2002. Por último ha sido reciente el lanzamiento de Test Drive Unlimited. Aparte habría títulos paralelos como es el caso de la serie Test Drive Off-Road.

En este video podeis ver como era el Test Drive original en la version de Amiga:

En este otro podeis ver como es la ultima version del juego:

Street Sports: Basketball (1987)

La característica principal de los videojuegos deportivos desarrollados por la empresa californiana Epyx era la gran originalidad que éstos tenían y que se desmarcaban claramente de otras alternativas. No en vano dicha compañía fue responsable de California Games en 1987, uno de sus videojuegos de mayor éxito y una forma realmente original de plasmar disciplinas deportivas en el mundo del ocio electrónico.

Por esas mismas fechas inició una serie de videojuegos deportivos que tampoco estaban exentos de originalidad, se trataba de Street Sports. Se trataban de juegos basados en la practica deportiva en la calle por parte de aficionados. Los deportes escogidos fueron beisbol, fútbol, fútbol americano y baloncesto, siendo este último el de mayor relevancia y calidad.

Street Sports: Basketball cuenta con un único modo de juego en el que podemos disputar un partido de baloncesto callejero. Primeramente elegíamos el lugar donde va a disputarse, pudiéndose elegir entre la cancha del instituto, un callejón¡, un barrio residencial o un aparcamiento de coches; así como la dificultad del equipo rival. Posteriormente echamos una moneda al aire y elegimos cara o cruz para ver quien empieza a elegir jugadores. Tenemos que formar equipos de tres y tenemos diez personajes a elegir, cada uno con sus propias características, las cuales no vienen inidcadas por atributos numéricos sino con unas breves descripciones sobre el caracter y las mejores habilidades de cada uno de los muchachos.

¡Y va a comenzar el partido! Primero elegimos la puntuación límite y empieza el salto inicial. El juego, por su dinámica callejera, simplifica el reglamento del baloncesto. Sólo se pueden anotar canastas de dos puntos y no existen las faltas, por lo que no debemos dudar en saltar sobre nuestros oponentes para quitarles la posesión del balón. Al jugar en la calle debemos tener cuidado con los obstaculos que hay como mangueras, bordillos de hacera, etc… que nos harán tropezar y perder el balón. El único escenario que no tiene obstaculos era la pista del colegio.

El control es verdaderamente simple, tan solo tiene los botones de dirección y un botón de acción. Cuando estamos atacando, el boton de acción pulsado brevemente realiza un pase a nuestro compañero más cercano y pulsado más prolongadamente y cerca de la canasta se realiza un tiro a canasta. Los diferentes tipos de tiros dependen del jugador que los ejecutara, de tal manera que Ralph realiza ganchos y Butch es capaz de hacer mates, por ejemplo. En defensa controlamos al último jugador que tuvo el balón y el botón de acción sirve para saltar, ya sea para intentar hacer un tapón o para intentar golpear a un jugador del equipo contrario.

La simpleza es lo mejor y lo peor del videojuego. Resulta verdaderamente fácil aprender a manejarlo debido a la simplicidad de su control, siendo además no es excesivamente dificil en los niveles de dificultad más bajos. Además, el control en algunas versiones es algo duro y ciertas situaciones no están del todo pulidas, por lo que nos podemos encontrar bloqueos del balón sin motivo aparente, que el juego soluciona automáticamente volviendo a poner la bola en el centro del campo. También se echa de menos un poco más de profundidad, por ejemplo dando más opciones de juego que un simple partido único (ligas, torneos). No obstante su originalidad lo hace un videojuego de lo más interesante.

Originalmente se lanzaron los juegos para los ordenadores de 8 bits, Apple II y para PC. De estas versiones destaca la de Commodore 64 que tenía una gran calidad gráfica. La versión más potente quizá era la de PC, pero por desgracia fue desarrollado para la tarjeta gráfica CGA, por lo que tan solo tenía los típicos cuatro colores (cyan, blanco, negro y rosa). En 1988 saldría la versión de Amiga, que probablemente sea la de mejor factura técnica. No hubo secuelas del videojuego aunque paralelamente se lanzaron Street Sports: Baseball, Streets Sports: Football y Street Sports: Soccer.

En este video podeis ver como es el juego:

Super Star Wars (1992)

Con este título se iniciaba una trilogía sobre la famosa serie de películas de George Lucas. El prefijo «Super» fue añadido para indicar claramente que eran unos juegos nuevos ideados para Super Nintendo y no ser confundidos con los títulos de la NES. El encargado del desarrollo fue la propia compañia del director, Lucas Arts y fue distribuido por JVC, una compañía conocida por la fabricación de magnetoscopios y que no tiene muchos videojuegos en sui haber, siendo esta serie la más destacada.

El juego fue originalmente concebido como un remake de un anterior juego de NES y SEGA Master System llamado Star Wars. Dicho título tuvo una aceptación más bien discreto, así que se decidió dar un buen lavado de cara al juego, aprovechando la capacidad de la nueva máquina. Se le fueron añadiendo tal cantidad de mejoras que finalmente quedó un juego totalmente diferente y de una calidad muy superior.

El juego sigue de una manera bastante fiel el argumento de La Guerra de las Galaxias. Epìsodio IV: Una nueva esperanza. Estamos en un periodo de guerra civil, los rebeldes, desde una base secreta, han conseguido su primera victoria contra el Imperio. Durante la batalla espías rebeldes se han hecho con los planos de la Estrella de la Muerte, una estación espacial capaz de destruir un planeta entero. La princesa Leia vuela hacia casa custodiando los planos que pueden salvar a su pueblo.

Lucas Arts consiguió mezclar magistralmente las plataformas con la acción. La gran variedad de niveles y armas, y la posibilidad de jugar con varios de los personajes protagonistas, demuestran el gran esfuerzo de desarrollo que tuvo el videojuego. Destacaban también las escenas de batallas espaciales que tuvieron un resultado resultón y fueron bastante sorprendentes (evidentemente hasta la salida de X-Wing), emulando las escenas más míticas de la película.

Tecnicamente se aprovechó la potencia de Super Nintendo tanto en el apartado gráfico como el sonoro, quedando un gran resultado. Los gráficos mostraban en las escenas de naves un primitivo motor 3D que fue muy aplaudido, mientras que en el apartado sonoro destacaba la banda sonora de John Williams. Todo esto, ayudado por una gran campaña de publicidad, se tradujo en un éxito de crítica y público, siendo uno de los títulos mas importantes de la 16 bits de Nintendo.

Tras este título llegarían dos juegos más que completarían la trilogía: Super Star Wars: Empire Strikes Again y Super Star Wars: The Return of the Jedi, de una factura muy similar al primer juego y que se basaban en los argumentos de las películas correspondientes. También funcionaron bien pero no contaron con el factor sorpresa del primero. No hubo versiones para otras plataformas, si bien Lucas Arts encargó a la compañía danesa Brain Bug la conversión para PC. Cuando el juego estaba practicamente acabado en 1995, tras un largo tiempo de trabajo y un acabado excepcional que superaba al de SuperNintendo, un cambio en el equipo de marketing de la compañía provocó la cancelación del proyecto. Los motivos dados fueron que esta nueva versión no se ajustaba a la de Super Nintendo, por lo que se privó a los usuarios de PC de un juego excepcional.

En este video podeis ver imágenes de Super Star Wars: Empire Strikes Again:

Y en este del último videojuego de la saga:

Railroad Tycoon (1990)

Railroad Tycoon fue uno de los primeros experimentos de Sid Meier fuera del mundo de los simuladores de vuelo (tan solo había hecho Sid Meier’s Pirates! fuera de ese género). Ya nunca volvería al mundo de los simuladores de vuelo y se quedaría en el género de la estrategia, el cual le ha dado sus mayores éxitos con juegos como Civilization o Colonization. Con Meier el género tendría un renacimiento (y de paso, el propio Meier casi abandonaría por completo su relación con los simuladores de vuelo), cargándolo de buenas y originales ideas que terminarían estandarizándose en el género y de las que Railroad Tycoon es una buena muestra de ello.

En el juego somos un magnate que quiere montar una empresa ferroviaria. Para ello tendremos que controlar tanto la construcción de las vías y estaciones, como adquirir trenes y crear sus horarios. Además tenemos que conseguir un volumen de negocio que sea importante captando al mayor número de pasajeros y negociando con las distintas compañías rivales hasta conseguir ser los números uno.

Empezamos el juego eligiendo la zona donde empezaremos nuestro imperio. Las areas geográficas a elegir eran EEUU (dividido en Oeste, Medio Oeste y Noreste), Inglaterra o Europa (en una escala pequeña en la que solo aparecía de Inglaterra la zona sur). Al principio nos encontrabamos con el terreno completamente vacio, por lo que debemos empezar a poner las vías y estaciones que unirán las zonas interesantes del mapa.

Empezaremos con un millón de dolares para gastos, aunque podremos aumentar esos ingresos por premios al alcanzar diversos objetivos. Los tipos de estación son variadas dependiendo de si tienen un objetivo de mercancía o pasajeros. Según vayamos mejorando podremos hacer mejoras a nuestras construcciones. Cada jugador está limitado a un máximo de 32 estaciones y cada estación tiene un area de influencia de servicio. Dentro de ese area podra coger y dejar mercancias. Aparte tendremos que hacer fábricas de trenes donde crear las locomotoras y los vagones encargados de hacer los transportes.

El juego se desarrollaba durante un siglo en periodos de dos años. Durante ese tiempo teníamos que intentar dejar en la bancarrota a todas las demás compañías que iban surgiendo. Para ello había que escoger cuidadosamente nuestra estrategia, sopesando bien que artículos producían y compraban las distintas estaciones para ver de que mercancías merecía la pena llenar nuestros trenes. La gestión era bastante profunda y compleja, llegando a ser referentes en juegos posteriores del género como Transport Tycoon.

El juego tuvo una buena acogida a pesar de ser de un género minoritario. MicroProse intento sacarle filón de nuevo en 1993 con Railroad Tycoon Deluxe que a pesar de tener novedades y mejoras gráficas, su gran cantidad de errores y su sistema de juego lento lo convirtieron en un fracaso. Tras este chasco no se le daría una nueva oportunidad hasta 1998 con Railroad Tycoon de PopTop Software, con unos buenos gráficos que daban una perspectiva isométrica y que llegó a tener su versión para DreamCast. En 2003 llegaría Railroad Tycoon III desarrollado enteramente en 3D. Recientemente ha salido la última entrega de la saga llamada Sid Meier’s railroads que tiene una novedosa interfaz y unos sorprendentes gráficos en 3D. Cabe destacar como la idea fue cogida por otras compañías que lanzaron tíulos similares como A-Train.

En este video podeis ver como era el juego:

Aquí podeis ver la presentación de la última entrega de la serie:

Sunset Riders (1991)

Sunset Riders fue lanzado originalmente por Konami para máquinas recreativas el 4 de Septiembre de 1991. Se trata de un juego de acción treméndamente dinámico y divertido, que no tardó en ser de los más populares, gracias en buena parte parte a su gran jugabilidad en modo cooperativo, pudiendo jugar hasta cuatro personas a la vez. Este juego se convertiría en un clásico de los «beat’em up», subgénero muy popular a principios de los 90.

Gracias a dicha popularidad Konami no dudo en hacer una conversión para SEGA Mega Drive en 1992 y Super Nintendo en 1993, las dos videoconsolas más populares de la época, con unos resultados de conversión muy destacados y cercanos a la experiencia que proporcionó la versión original.

El videojuego está ambientado en el salvaje Oeste americano. El jugador toma el control de uno de los cuatro protagonistas: Steve, Billy, Bob o Cormano (aunque existen versiones en los que los nombres son Garitt, Daniel, Tyler y Kaeleb). Dependiendo del personaje podía estaremos equipados con dos armas o una. Adoptamos el papel de caza recompensas, por lo que tendremos que ir buscando a los diferentesa maleantes que están siendo buscados por la justicia para hacernos con las sustanciosas recompensas.

Constaba de ocho niveles, cada uno correspondiente a un forajido. Antes de empezar cada fase aparecía un cartel con el tipo a buscar y la recompensa ofrecida, además de la típica frase de «Wanted dead or alive». Al empezar el nivel teníamos que dar buena cuenta a base de balazos de los hombres de cada uno de los forajidos. Podíamos conseguir distintos objetos que nos mejorarían el arma, nos darían vidas extras o más puntos (en esta ocasión representados por dolares).

Existe una cierta interactividad con el entorno. por un lado podíamos abrir puertas donde podemos encontrar mejoras o pueden salir enemigos. Además nos cruzaremos con bastantes obstáculos, como rastrillos que nos golpeaban, manadas de bufalos, etc… Si nos lanzan cartuchos de dinamita o botellas incendiarias, tenemos un tiempo antes de que exploten para cogerlos y lanzarlos contra los enemigos. Otra de las novedades del juego nos la encontramos en los niveles 2 y 7, donde nos enfrentamos a los enemigos a lomos de nuestro caballo. Por otro lado, tras estos dos niveles, aparecerán fases bonus.

En el apartado técnico destacaba de la versión original la enorme máquina que permitía jugar hasta a 4 personas, con una gran pantalla y un audio en estéreo. El aspecto gráfico era bastante bueno con unas animaciones encaminadas hacia un tono humorístico y una introducción muy peliculera. Igualmente tanto el sonido como la banda sonora ayudaban a crear un ambiente de película del oeste. Del aspecto sonoro destacaba como cada jefe final tenía una frase característica que solía repetir.

La conversión para Mega Drive era de una calidad inferior. Además del apartado técnico, solo aparecían dos de los personajes y algunos niveles se modificaron y acortaron. Por contra la versión de Super Nintendo era más parecida al original pero fue afectada en EEUU por la política de censura de Nintendo en ese pais: los enemigos indios nativos americanos y los enmigos que eran mujeres fueron sustituidos por cowboys para evitar problemas con estos colectivos, si bien en Japón se conservaron los personajes originales. No existiría secuela, pero posteriormente Konami lanzaría Mystic Warriors (un videojuego de corte muy similar pero con temática ninja) y Wild West Cowboys of Moo Mesa (también ambientado en el oeste pero en plan parodia).

En este video podeis ver como era la versión original para recreativas:

The Story of Thor (1994)

Cuando hablamos de RPGs a finales de los 80 y principios de los 90 casi siempre se nos viene a la cabeza el nombre de Nintendo. Fue dicha compañía la que más cancha dió al género con títulos como The Legend of Zelda o Final Fantasy.

Dentro del catálogo de su gran rival de la época, SEGA, no abundaron especialmente este tipo de videojuegos aunque hay excepciones de calidad como es el caso de The Story of Thor (títulado Beyond Oasis en EEUU). Este videojuego, con un excelente acabado dentro del apartado técnico y una historia verdaderamente interesante, no le venía a la zaga a los títulos de Nintendo y terminaría por convertirse como uno de los grandes títulos dentro del género de los RPGs.

En The Story of Thor tomamos el rol del príncipe Alí, que descubrió enterrado un misterioso brazalete de oro que perteneció a un mago que libró una guerra con el malvado poseedor del brazalete de plata. El brazalete de plata fue creado para sembrar la destrucción, mientras que el de oro auna los poderes del agua, fuego, sombra y las plantas. Alguien ha descubierto a su vez el de plata y está sembrando el terror, por lo que Alí deberá viajar hasta la tierra de Oasis con la misión de derrotarlo.

Aunque era un RPG este juego daba mucha importancia a la parte de acción con batallas en tiempo real. Tenía una gran varedad de golpes y una vez que conseguías los distintos espíritus podías usar acciones especiales dependiendo del espíritu que dominara en ese momento. A esto hay que añadir una gran variedad de enemigos y unos jefes finales muy impresionantes. Todo esto no quitaba su componente de rol, ascendiéndose de nivel y cogiendo objetos que van a ser importantes durante nuestra aventura a la hora de aumentar nuestros indicadores de vida y magia, o cambiando de espíritu dominante.

La compañía que lo desarrolló, Ancient, se preocupó mucho de que técnicamente fuera un rival digno de los juegos de Nintendo. Su aspecto gráfico es realmente fantástico: un buen modelado de los personajes y una variedad bastante amplia de decorados, con un nivel de detalle muy interesante, además de dar una sensación de cierta profundidad a pesar de tener vista cenital. El apartado sonoro tampoco desmerecía al juego con unos efectos de sonido muy logrados y una magnífica banda sonora a cargo de Yuzo Koshiro (autor de la música de Shinobi y de la serie Streets of Rage).

Evidentemente no tuvo tanto éxito como los RPGs de Nintendo, pero tuvo una gran acogida por parte del público gracias a su gran calidad y a una dificultad muy bien medida. Sus resultados fueron mejores de los esperados en un principio, asi que SEGA lanzaría The Story of Thor 2 (Legend of Oasis) en 1996 para SEGA Saturn, pero corrió la misma suerte que dicha videoconsola: fracaso.

En este video podéis ver cómo es el juego:

Operation Wolf (1987)

Hacia 1987 empezaron a aparecer en los salones recreativos una máquina que destacaba sobre el resto. Dicha máquina tenía frente a la pantalla una enorme metralleta que terminaba atrayendo a todos los curiosos. Se trataba de Operation Wolf de Taito, que se convertiría en una auténtica tragamonedas y que impondría moda, saliendo todo tipo de títulos de todas compañías más tarde con un sistema de juego muy similar.

En el videojuego cogíamos el papel de un guerrillero armado con una metralleta y unas cuantas granadas. Nuestra misión era la de capturar seis bases enemigas: centro de comunicaciones, jungla, pueblo, central eléctrica, campo de concentración y aeropuerto. Además debíamos rescatar a los distintos rehenes que ibamos encontrando. En contra nuestra nos encontraremos a todo el ejército enemigo, desde infantería a todo tipo de maquinaria pesada.

Para disparar se utilizaba la metralleta cuya posición era representada en la pantalla con un punto de mira. Sobre los distintos escenarios iban apareciendo los enmigos de todas partes, teniendo que destruir un cierto número para poder capturar la base. Ni las balas ni las granadas eran ilimitadas, por lo que también aparecían cargadores que, al ser disparados, nos surtían de munición. También podíamos conseguir munición si disparábamos a los animales. Nuestra barra de energia bajaba tanto por disparos enemigos, como si alcanzábamos a algún inocente que estuviera en el campo de batalla. Si terminabamos el juego volvía a empezar desde el primer nivel, pero con una dificultad más elevada.

Aparte de la implementación de la metralleta, destacaba su aspecto gráfico. Los sprites eran especialmente detallados, mucho más de lo habitual en aquella época, y podíamos ver como rápidamente se llenaba la pantalla de personajes. El sonido acompañaba muy bien al juego y ayudaba a la ambientación. El juego tenía diversas escenas finales dependiendo de la munición que nos quedaba, los rehenes rescatados, etc…

El juego fue un número uno mundial y no tardó en pasar a dispositivos domésticos en unas conversiones muy bien conseguidas pero que tenían en su contra no tener los controles más adecuados. De todas las mejores eran las que permitían ratón, ya que era la sensación más parecida a la original con la metralleta. Las conversiones que se lanzaron fueron para Amiga, Amstrad CPC, Atari ST, Commodore 64, PC, NES, MSX, Sega Master System, Turbografx, y ZX Spectrum. En 2005 se incluyó en el recopilatorio Taito Legends. Las secuelas del juego serían Operation Thunderbolt (1988), Operation Wolf 3 (1994) y Operation Tiger (1998).

En este video podeis ver como era la versión original arcade y su gran calidad gráfica:

Laura Bow: The Colonel’s Bequest (1989)

A finales de los ochenta el mercado de las aventuras gráficas estaba practicamente copado por LucasFilm Games y las obras de Ron Gilbert. La única oposición seria que tuvo fue por parte de Sierra Online con las obras de Al Lowe (Leisure Suit Larry) y Roberta Williams. Williams ya había tenido una cierta fama a principios de los ochenta al iniciar la conocida serie King’s Quest, pero sería The Colonel’s Bequest su primera obra de éxito tras surgir LucasFilm.

El juego se ambienta en 1920, Laura Bow es una estudiante de periodismo de la Universidad de Tulane e hija de un concido detective. Es invitada por su amiga Lillian a pasar un fin de semana en la plantación de azucar del coronel Dijon. Una vez allí, el coronel anuncia que al no tener herederos repartira sus bienes entre los familiares que allí están y que de morir alguno de ellos antes que él se repartirían entre los restantes. La tensión aumenta y poco a poco algunos de los invitados aparecen asesinados.

El videojuego tiene una clara influencia de las novelas de Agatha Christie. El sistema de juego tenía un planteamiento muy original, se desarrollaba por tramos de un cuarto de hora en los que sucedían cosas o aparecían nuevas pistas. Si Laura conseguía avanzar, el cuarto de hora pasab en unos cuantos segundos reales. Este juego estaba más encaminado hacia el conocimiento de los personajes que hacia la resolución de puzzles, dando otra dimensión a la aventura gráfica.

Técnicamente era bastante sofisticado. Ese planteamiento hacia los personajes lo hacía más complejo ya que debíamos espiarlos sin ser descubiertos. El acabado gráfico era bastante correcto y tenía una excelente banda sonora. Realmente se trataba de un intento meritorio de hacer frente a LucasFilm, con un estilo más serio frente al humorístico de juegos como Maniac Mansion. Si bien no tuvo el mismo éxito si fue destacable, ya que hizo frente dando una alternativa y no imitando.

El personaje protagonista destacó bastante al ser de los pocos portagonistas femeninos vistos en un videojuego hasta la fecha. El nombre de Laura Bow estaba inspirado en Clara Bow, una actriz de los años 20 que llegó a ser un sex-symbol. Roberta Williams fue capaz de darle un gran carisma al personaje, por lo que Sierra apoyó un segundo juego con Laura de protagonista llamado Laura Bow: The Dagger of Amon Ra. Este juego tuvo más éxito que el primero, destacando una gran mejora gráfica y una muy buena historia.

En este video podeis ver la introducción de The Colonel’s Bequest:

Sonic Blastman (1992)

Con Sonic Blastman se da un caso peculiar que, por aquella época, no era precisamente común en el mundo de los videojuegos. Taito inició esta franquicia lanzando dos juegos paralelos con el mismo protagonista pero modos de juego totalmente diferentes. Por un lado sacaría un curioso juego para máquinas recreativas y por otro lanzaría un típico beat’em up para Super Nintendo, sin demasiada conexión con el título anterior.

El juego arcade presentaba una propuesta muy original. La máquina no era para nada convencional, ya que destacaba un enorme punching-ball y un guante de boxeo. El juego tenía cinco niveles diferentes, en cada uno de ellos nos enfrentabamos a un enemigo distinto. Para derrotarlo debíamos golpear el punching-ball, dependiendo de la fuerza nos darían una puntuación que deberíamos ir acumulando para conseguir el total necesario para eliminar al enemigo. En cierto modo, no era más que la típica máquina de fuerza de feria más evolucionada y con ciertos añadidos. Así tenía una camara de tal manera que podía captar nuestra cara o la de un amigo y ver como la ibamos deformando a base de golpes.

En la versión de Super Nintendo, Sonic Blastman se tiene que encargar de salvar la Tierra de diversas organizaciones malvadas desde terroristas hasta bandas callejeras, pasando por aliens e incluso un clon malvado de Sonic. La misión empezará en la propia Tierra y terminará en el espacio exterior.

El juego era un típico beat’em up de un jugador, es decir un juego con scroll horizontal en el que debíamos repartir tortas a todas las hordas de enemigos que aparecieran. Sonic puede saltar, pegar puñetazos y coger a los enemigos. Lo que más destacaba del juego era la gran cantidad de golpes que podía realizar el protagonista combinando los botones una vez que agarraba al enemigo. Además había unos niveles bonus que eran una adaptación del juego de recreativas, en el que la potencia del puñetazo se conseguía rotando rápidamente el pad de dirección. Como ocurriría en muchos juegos de la época, en la versión japonesa existían enemigos femeninos que fueron sustituidos por masculinos en la versión americana debido a la estricta (y absurda) política de censura de Nintendo.

Ambas versiones del juego tuvieron sus respectivas secuelas. La versión arcade era bastante similar y tan solo se distribuyó en Japón. Respecto a la versión de SuperNintendo, Sonic Blastman II también tenía un sistema de juego muy parecido a su predecesor pero había ampliado el número de golpes, nuevos personajes a elejir y, la mayor novedad, la posibilidad de jugar en un modo de dos jugadores de forma cooperativa. El personaje protagonista cogió una cierta popularidad y es posible verlo aparecer en otros juegos de Taito.

En este video podeis ver la máquina recreativa y como se jugaba:

Y en este otro la versión de Super Nintendo: