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Sim Farm (1993)

Como ya ocurriera con Sim Earth en 1990, desde Maxis siguieron desarrollando nuevos puntos de vista de la saga iniciada por Sim City. Sim Farm es un juego más convencional respecto a la innovación que suponía Sim Earth, ya que sus similitudes (en especial en la interfaz) con el título original son muchas. El proyecto se encontraría liderado por Eric Albers y Mike Perry, siendo lanzado en 1993 para PC y en 1994 para Mac, habiendo un relanzamiento en 1996 en CD-Rom, al igual que los otros títulos de la serie. Probablemente, Sim Farm sería el más exitoso de los numerosos «spin-off» de Sim City que aparecerían en la década de los 90, lo que lo convierte en todo un clásico por si mismo.

El planteamiento de Sim Farm es muy similar al del título original, aunque en esta ocasión nos centraremos en hacer prosperar una granja. Siguiendo con la estela original, tendremos una porción de terreno en una zona a elegir de EEUU, lo que nos dará unas características propias de clima y terreno. Allí tendremos que ir colocando las distintas plantaciones y construcciones para albergar a nuestras cabezas de ganado, pudiendo ocurrir desastres aleatorios como tornados o plagas.

No bastará con crear las plantaciones y distintos edificios, ya que necesitaremos una serie de equipamiento que haga prosperar a nuestra granja. De esta manera, será esencial tener un tractor, un arado, una cosechadora, un camión, un avión para fumigar, etc… Asimismo, existirá una localidad con la que tendremos que interactuar para participar en ferias de ganado e, incluso, para proponerle al alcalde la unión de la población con otras con nuevos métodos de transporte para mejorar los ingresos.

A nivel técnico nos encontramos con un título muy similar a Sim City con una vista cenital sobre el terreno y un sistema de menús y ventanas para las distintas opciones y estadísticas. Al centrarse el juego en una zona más concentrada, los gráficos son más detallados, aunque tampoco existe un salto de calidad muy alto respecto al título original, a pesar de ser publicado varios años después.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

Power Drift (1988)

Tras el éxito obtenido con Hang-On y Out Run, SEGA seguiría la misma estela lanzando en 1988 Power Drift, un título que, aunque no fue tan exitoso como los dos primeros, si tuvo una buena aceptación por parte del público, en un nuevo ejemplo de como hacer un título arcade de carreras. De nuevo, se contaría con Yu Suzuki en el rol de productor, lo que siempre sería una garantía de calidad, capitaneando al equipo de trabajo SEGA AM2, responsable de los principales éxitos arcade de la compañía japonesa.

Tanto es así, que el título terminaría siendo lanzado para distintos dispositivo doméstico durante más de diez años: ZX Spectrum, Amstrad CPC, Commodore 64, MSXAmiga, Atari ST, MS-DOS, Turbografx, SEGA Saturn y Dreamcast.

Power Drift nos presenta a doce pilotos distintos que disputan carreras sobre cinco rutas distintas, que a su vez se dividen en cinco etapas. El objetivo es ir llegando en puestos de podio en las diferentes carreras o tendremos que continuar introduciendo más monedas. Cada una de las rutas ronda en un tipo de recorrido diferente (desierto, ciudad, etc…). En esta ocasión, los vehículos utilizados son tipo «boogie» y los recorridos destacan por la gran cantidad de badenes y saltos que tiene, por lo que nuestro coche estará permanentemente saltando, dando una sensación de juego más trepidante que otros títulos del género.

Precisamente en esos «saltos», se basaba una de las peculiaridades de la máquina, ya que el asiento tenía un dispositivo hidráulico que ayudaba a aumentar la sensación de salto. Por lo demás, el apartado técnico es similar a los títulos anteriormente indicados, con un escalado de sprites para simular la tridimensionalidad, aunque con una calidad gráfica superior al ser lanzado dos años más tarde. En lo que se refiere a la banda sonora, nos encontramos con temas de Hiroshi Miyauchi (no confundir con el actor del mismo nombre), liderando a la S.S.T Band, que se encargaba de las bandas sonoras de SEGA de la época.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

Simon the Sorcerer II: El león, el mago y el armario (1995)

Tras el sorprendente éxito de Simon the Sorcerer en 1993, desde Adventure Soft tuvieron bien claro donde tenían la gallina de los huevos de oro. De esta manera, enseguida se pusieron manos a la obra en realizar una secuela bajo los mismos preceptos que los llevaron al éxito en la primera entrega: sentido del humor al más puro estilo Lucas Arts y constantes referencias a clásicos de la literatura fantástica. De hecho, la primera de esas referencias la tenemos en el propio título, que evoca a la famosa obre Las Crónicas de Narnia: El león, la bruja y el armario. El proyecto fue dirigido de nuevo por Simon Woodroffe y se realizarían versiones tanto para PC como para Mac. Fue programado un lanzamiento para Commodore Amiga pero se canceló debido al declive de la máquina, aunque dicha versión se recuperaría cinco años más tarde para una versión en CD-ROM.

Un aldeano aprendiz de brujo llamado Runt está formándose en las artes mágicas gracias a un libro de hechizo. Sin embargo, su padre no está muy de acuerdo y una noche le quema el libro y lo arroja al suelo cayendo en un pentagrama. Esto provoca la liberación de Sórdido, que no duda en hacerse con los servicios de Runt para vengarse de Simon. De esta manera, Sórdido manda un armario mágico a casa de Simon para que los transporte a sus dominios, pero algo va mal y Simon aparece en la tienda de magia de Calypso. Para volver a casa, Simon tendrá que encontrar un combustible conocido como «blandimoco», empezando una nueva y mágica aventura.

El sistema de juego es similar a la primera entrega con el «point & click» clásico de las aventuras gráficas de finales de los 80 y principios de los 90. Sigue teniendo un panel de acciones, pero utiliza iconos en vez de la transcripción de los verbos, lo que permite un mayor área para la zona de inventario. También se reducen las acciones de doce a ocho, generalizándolas y evitando redundancias, como era la tendencia del género por aquella época.

A nivel gráfico hay una mejora pero no es espectacular, en buena parte debido al listón tan alto que dejó la primera entrega. Sigue teniendo una especial relevancia los escenarios ambientados en la literatura fantástica, con infinitas referencias culturales no solo a ese tipo de literatura, sino a hechos contemporáneos del título. A nivel sonoro también tenemos un excelente trabajo, con una banda sonora muy lograda y un buen doblaje que, en esta ocasión, fue localizado para los hispanohablantes.

Simon the Sorcerer II fue bien acogido por crítica y público, deseosos de tener una alternativa seria a Lucas Arts. Sin embargo, a partir de este título empezaría la decadencia de la compañía y de la propia saga (coincidiendo con la decadencia del género de las aventuras gráficas). Adventure Soft, no volvería a tener un «best seller» y los siguientes títulos de la serie tendrían una calidad muy baja, lo que se reflejaría en las ventas y en las críticas.

En este vídeo tenéis la guía del juego:

BurgerTime (1982)

En 1982, Data East publicaría uno de los videojuegos más curiosos y originales de la época, BurgerTime, donde tomamos el papel de un chef que tiene que hacer sabrosas hamburguesas. En un principio, Data East desarrollaría el juego para su propio sistema de máquinas recreativas DECO Cassette System (el cual funcionaba con cintas de cassette de audio), pero gracias a su buena aceptación por parte del público, serían múltiples las conversiones para diferentes dispositivos domésticos (Atari 2600, Atari 5200, Commodore 64, ColecoVision, NES, Intellivision, TI-99/4A, Apple II, PC y Game Boy). También aparecerá años más tarde en el recopilatorio Arcade’s Greatest Hits: The Midway Collection 2 para PlayStation.

Como hemos indicado, nuestra misión como chef es la de ir haciendo hamburguesas, pero nuestra cocina es un tanto especial,ya que está formada por las escaleras y plataformas típicas de los videojuegos de la época. Los diferentes ingredientes de la hamburguesa (pan, carne, queso, lechuga y tomate) se encuentran repartidos por las diferentes plataformas y si el cocinero pasa por encima, el ingrediente correspondiente caerá a la plataforma inferior, así hasta llegar a los platos, que se encuentran en la parte inferior.

Pero se ve que la predilección de nuestro cocinero por las hamburgesas enfada tanto a los perritos calientes como a los huevos fritos y los pepinillos, que estarán contínuamente persiguiéndonos para quitarnos una vida. Éstos nos dejarán en paz durante un tiempo limitado si conseguimos que un ingrediente caiga sobre ellos, provocándose además que los ingredientes caigan más de un nivel en este caso. También podremos inmovilizarlos momentáneamente haciendo uso de nuestro bote de pimienta, el cual tiene una cantidad limitada, pero que podremos recargar recogiendo cafés, patatas fritas o helados. Una vez hayamos terminado todas las hamburguesas del nivel, pasaremos al siguiente, con un laberinto más complicado y unos enemigos más agresivos.

El buen resultado del juego provocó que se empezara a trabajar en una secuela bajo el título de PizzaTime, pero la crisis de los videojuegos del 83 daría al traste con el proyecto. Cuando la situación empezó a estabilizarse en 1984, se lanzaría Peter Pepper’s Ice Cream Factory, un título similar pero inspirado en un heladero. Una secuela más clara llegaría en 1990 con Super BurgerTime, conservando el espíritu original pero con una sensible mejora técnica. Por último, saldría en 2007 una versión para móviles bajo el título de BurgerTime Delight.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

Rock’n Roller (1988)

Hoy revisamos un título de Topo Soft que, si bien no es de los más populares que lanzó la compañía española, si es uno de los más entretenidos y del que los fans de la desarrolladora tienen un mejor recuerdo. Se trata de Rock’n Roller que nos presenta, pese a su título, uno de los videojuegos de coches más enloquecidos y divertidos del mundo de los 8 bits. Aún así, tenemos que decir que su originalidad es relativa ya que bebe mucho de Rally-X de Namco, por lo que podemos considerar a Rock’n Roller como una versión mejorada de éste. El título fue desarrollado por Rafael Gómez (responsable de Mad Mix Game, lo que se hace muy patente en el diseño del juego), mientras que los gráficos fueron realizados por Roberto Potenciano y la banda sonora estuvo a cargo de Gominolas. Erbe distribuyó el juego para ZX Spectrum, Amstrad CPC, MSX y PC.

Nuestra misión será la de ir con nuestro vehículo buscando las piezas de distintos prototipos de coches, a lo largo de 30 circuitos cerrados. Dichas piezas se encuentran escondidas en signos de interrogación que nos encontraremos por el camino, pero dichos signos de interrogación no sólo contendrán las piezas, sino que pueden tener ayudas como puede ser el caso de una nueva reserva de gasolina o buenos sustos haciendo aparecer un coche enemigo dispuesto a destruirnos

Sin embargo, las peculiaridades de Rock’n Roller se encuentran con las distintas trampas que nos presenta el circuito. Por un lado, tendremos que evitar chocar con los laterales del circuito, ya que disminuirá la resistencia del coche, así como evitar la colisión con otros vehículos. También nos encontraremos rampas para saltar zonas donde la carretera no esta terminada; semáforos que, si nos los saltamos, harán aparecer un trailer que nos arrolle; rampas que pondrán nuestro coche a dos ruedas para pasar por zonas donde el asfalto se estrecha en exceso; helicópteros que nos perseguirán sin descanso hasta destruirnos con un misil… En resumidas cuentas, una gran cantidad de situaciones diferentes que hacen de una partida con Rock’n Roller una experiencia realmente divertida.

El juego nos presenta una vista cenital de los circuitos que se amolda muy bien al sistema de juego (sobre todo teniendo en cuenta que era más un tema de habilidad y no había que realizar carreras). El diseño de los distintos elementos es sencillo pero funcional, de tal manera que las diferencias entre las distintas versiones no van mucho más allá de la variedad de la paleta de colores de cada máquina. De hecho, destaca más la originalidad a la hora de diseñar treinta circuitos, más que en la calidad de los gráficos de los mismos. Quizá la única pega que se le podría poner al título a nivel técnico es el control, que su lenta respuesta hace más difícil aún a un título que es prácticamente imposible de terminar.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

Afterlife (1996)

Con el mercado de las aventuras gráficas empezando a flaquear en la segunda mitad de la década de los 90, desde Lucas Arts empezaron a interesarse por otros géneros, lo que les llevó a esta incursión en la estrategia de gestión conocida como Afterlife. El trabajo fue dirigido por Michael Stemmle, que ya había trabajado en Indiana Jones & the Fate of Atlantis y Sam & Max: Hit the Road, siendo Afterlife su debut como director. La publicación del juego sería en 1996, existiendo versiones tanto para PC (igualmente funcional en MS-DOS y en Windows) como para Mac.

El título nos pone en el papel de un demiurgo que tiene la misión de construir un Cielo y un Infierno que funcione correctamente, con el objetivo de premiar y castigar a los distintos habitantes del planeta. Para ello tendremos que tomar buena nota de los pecados y de las buenas acciones que han ido acarreando cada uno de ellos. Como apoyo a nuestro trabajo, contaremos con la colaboración del ángel Aria y del demonio Jasper, que nos aconsejarán cuando no estemos actuando correctamente.

Cuando uno de los habitantes de nuestro planeta muere, éste se convierte en un alma y quedan a la espera de que le demos un destino. El número de almas que nos llegan dependerán del grado de avance tecnológico del planeta. Los pecados que han podido cometer se basan en los Siete Pecados Capitales (envídia, avaricia, gula, pereza, soberbia, ira y lujuria), a los que se les ha hecho corresponder Siete Virtudes (satisfacción, caridad, templanza, diligencia, humildad, pacifismo y castidad). Cada una de las almas también tendrán sus propias creencias, lo que influirá en el camino que seguirán a través de Afterlife (por ejemplo, consiguiendo una reencarnación).

El videojuego tiene un aspecto similar a los juegos de gestión tipo Sim City, donde tendremos que construir los distintos edificios para que nuestro Cielo e Infierno funcionen correctamente. De esta manera, construiremos Edificios de Destino para cada uno de los pecados y virtudes, centros de entrenamiento para preparar a nuestros futuros ángeles y demonios, estaciones de Karma para llevar a cabo las reencarnaciones, puertas para acceder al Cielo y al Infierno, bancos, puertos, etc… Esta similitud con el título de Maxis también es palpable en el aspecto gráfico y en la interfaz.

Como suele ser típico en este tipo de juegos, no existe un objetivo claro para ganar el juego, más allá de conseguir una estructura funcional. Por contra, si podemos encontrar situaciones en las que perderemos, como puede ser el Apocalipsis Nuclear (cuando el planeta supera en exceso la tecnología de nuestra estructura divina) o la llegada de Los Cuatro Surferos del Apocalipsis (cuando nuestras deudas se mantienen durante mucho tiempo. Como podéis ver, el sentido del humor y el sarcasmo está siempre presente en el videojuego, marca de la casa de Lucas Arts (por ejemplo, uno de los desastres es la aparición de un diablo bailarín al más puro estilo John Travolta) y el principal punto que diferencia al título de otros del género.

En este vídeo podéis ver el tutorial del juego:

Joe Montana Football (1991)

En 1991, SEGA lanzaría para Mega Drive un videojuego sobre fútbol americano con desarrollo por parte de Electronic Arts, basado en el conocido jugador delos San Francisco 49ers, Joe Montana. Con origen en este videojuego, SEGA of America le hizo un contrato de cinco años a Montana con una remuneración de 1.7 millones de dólares para la utilización de su imagen en videojuegos. Sin embargo, esto provocó controversia entre las secciones japonesa y americana de SEGA, ya que desde el país nipón no creían que se fueran a cubrir dichos gastos con las ventas del juego. Por otro lado, SEGA of America no estaba en disposición de un desarrollo largo y en la sección japonesa no habían realizado nunca un videojuego basado en fútbol américano. Tras un primer acercamiento a Mediagenic, desde SEGA of America se dieron cuenta que si querían llegar a las Navidades de 1990, deberían basarse en un videojuego ya realizado, por lo que encargaron el trabajo a Electronic Arts, experimentados con la saga Madden, aunque no terminarían a tiempo y el título sería finalmente lanzado en Enero de 1991.

Probablemente debido al alto coste del contrato de Joe Montana, el videojuego carece de licencias y los equipos quedarían denominados de forma genérica con ciudades de Estados Unidos, el campeonato se denomina SEGA Bowl y el propio Joe Montana sería el unico jugador no ficticio del título. Esta circunstancia sería el principal handicap que tendría el título frente a John Madden Football, que si contaba con las licencias de la NFL.

Aunque sería desarrollado por la misma empresa, Joe Montana Football tiene un carácter más arcade que John Madden Football, lo que lo hace un videojuego más adecuado a un usuario más general. Antes de comenzar cada encuentro, Joe Montana nos dará una visión general de los equipos y el posible enfoque a darle al partido. Ya sea para defensa o para ataque, el juego nos presenta 24 jugadas predefinidas para seleccionar en cada una de las paradas. Como tanta opción podía ser abrumador para jugadores sin experiencia en este deporte, el juego también nos da la opción de escoger «la jugada de Joe», dándonos la estrategia más adecuada para las circunstancias de ese momento (aunque se elimina el factor sorpresa).

Cuando estemos en una jugada de ataque, dependiendo de la estrategia escogida, tendremos el manejo del «quarterback», el jugador con el balón, el receptor o el «kicker». Por contra, en defensa podremos ir cambiando a cualquier jugador para intentar hacer el placaje al rival. Como juego arcade, Joe Montana funciona muy bien, siendo más dinámico y entretenido que otros títulos basados en el mismo deporte. Sin embargo, se echa en falta más poder de decisión desde el punto de vista del entrenador. Por otro lado, la falta de estadísticas y atributos de los jugadores, hacen a los rivales muy lineales. A nivel técnico, también nos encontramos con un estilo muy arcade, con una vista cenital y vertical, que facilita el discurso del partido.

Aunque no llegaría a los niveles de su principal rival, las ventas del juego no fueron mal, en especial en Estados Unidos, lo que derivaría inicialmente en una versión para PC mucho más completa, con una perspectiva lateral, acercándose más al terreno de la simulación, ya que permitía crear nuestras propias tácticas. Con ese estilo también se lanzaría una versión para Master System. En 1991 se lanzaría Joe Montana II: Sports Talk Football, cuya principal innovación fue la de la inclusión de comentarios de la jugada. La siguiente entrega sería en 1992 con NFL Sports Talk Football ’93 Starring Joe Montana, incluyendo por primera vez licencias oficiales, aunque en los comentarios solo apareciera el nombre de Montana. En 1993, acercándose el final del contrato con el jugador SEGA lanzaría dos títulos para cerrar la saga: Joe Montana’s NFL Football para Mega CD y NFL Football ’94 starring Joe Montana para Mega Drive.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

Xenon (1988)

En el comienzo de la andadura del blog, analizamos uno de los shooters más importantes de finales de los 80, Xenon 2: Megablast. Esta secuela tendría una gran fama dentro del mundo de los ordenadores personales, pero su predecesor quedaría en el olvido e, incluso, relegado al saco de los juegos mediocres. Sin embargo, su sistema de juego peculiar y ser el origen de tan importante título, hace interesante la realización de una reseña del mismo.

El origen de Xenon está en el programa infantil de televisión Get Fresh, perteneciente a la parrilla de la ITV británica. Se le encargaría a The Bitmap Brothers la realización de un videojuego que pudiese jugarse vía telefónica, usando el teclado del terminal a modo de mando de control, lo que probablemente daría origen a su peculiar (y criticado) sistema de juego.

En Xenon tomamos el papel de Darrian, un experimentado piloto espacial, que sale a cumplir su próxima misión: una colonia está siendo atacada por unos misteriosos extraterrestres conocidos como Xenites. Para cumplir su misión, Darrian cuenta con su extraordinario vehículo que tiene la capacidad de convertirse en nave o en tanque a voluntad.

Mientras nuestra máquina tiene aspecto de nave, el desarrollo es igual al de un shooter estándar con su scroll vertical hacia arriba. Sin embargo, convertido en tanque, podremos dirigirnos hacia cualquier dirección, además de poder destruir los objetivos terrestres. Por lo demás, podremos mejorar el armamento de nuestra máquina mediante la recolección de «power ups».

Xenon vería la luz para Commodore Amiga, Atari ST, PC, ZX Spectrum, Amstrad CPC, Commodore 64, MSX y NEC PC-9801, existiendo también una versión arcade, solo publicada en Europa. A nivel técnico cabe destacar la suavidad del scroll, sobre todo teniendo en cuenta que este cambia según el tipo de vehículo y las direcciones que tomamos. Quizá por esto, los escenarios pecan de simplicidad, lo que está contrarrestado con unas animaciones muy dinámicas y fluidas de los elementos activos de la pantalla, tanto de nuestra nave como de nuestros enemigos. A nivel gráfico, hay bastante diferencia entre versiones siendo las más favorecidas las de Amiga y Atari ST.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

Castlevania (1986)

Hoy toca hablar de otro de los grandes clásicos de Nintendo que dio origen a una longeva saga: Castlevania. Este título desarrollado y distribuido por Konami en 1986, aparecería por primera vez en Japón para la Famicom bajo el título de Akumajō Dracula (悪魔城ドラキュラ?, Devil’s Castle Dracula), llegando un año más tarde para la NES en EEUU y en 1988 a Europa. Aún así, la versión para la 8 bits de Nintendo no sería la primera versión que se publicaría fuera del país del sol naciente, ya que llegaría una versión para MSX2 con el título de Vampire Killer. En 1990 aparecerían versiones para PC, Commodore 64 y Commodore Amiga. En 2004 se relanzaría para GBA y en 2007 entraría en el catálogo del servicio Virtual Console de Nintendo Wii.

Castlevania se ambienta en la Transilvania de 1691, donde tomamos el papel de Simon Belmont, un cazador de vampiros, que tendrá la difícil misión de enfrentarse al inmortal Drácula, el cual resucita cada 100 años para aterrorizar a la zona. Para ello, tendrá que adentrarse en la fortaleza de Drácula y hacer frente a la legión de criaturas que tiene el conde a su servicio (murciélagos, esqueletos, cabezas de medusa…), hasta el enfrentamiento final con éste.

Castlevania es el típico plataformas con tintes de acción de la época (dos dimensiones, vista lateral y scroll de desplazamiento horizontal), desarrollándose a través de seis niveles, cada uno con su correspondiente jefe final. Nuestro arma principal será el látigo caza-vampiros, aunque existen otras armas secundarias como las dagas o el agua bendita, que podremos conseguir al recolectar items que encontraremos a lo largo de los niveles, normalmente al destrozar los candelabros que encontramos en el escenario.

A nivel técnico nos encontramos con uno de los juegos más completos que vio la 8 bits de Nintendo. Los gráficos funcionan perfectamente a la hora de crear un ambiente de terror y los diseños de los personajes, aunque pequeños, cumplen perfectamente su función y cuentan con una animación fluida. Cabe destacar que la sensación de profundidad de los personajes respecto a los escenarios apenas fue trabajada y esto, que podría ser considerado una traba, terminaría siendo una seña de identidad del título a lo largo de la extensa saga. A nivel de sonido nos encontramos con el catálogo de efectos sonoros estandar de NES y con una banda sonora compuesta por Kinuyo Yamashita, Kenichi Matsubara, Yoshinori Sasaki, Jun Funahashi & Yukie Morimoto, que terminaría por hacerse una de las más míticas de la época de los ocho bits.

Tras el éxito del primer título, en 1987 aparecería Castlevania II: Simon’s Quest, dando el salto a las recreativas en 1988 con Haunted Castle. Game Boy tendría un título exclusivo en 1989 bajo el título de Castlevania: The Adventure. En ese mismo año se lanzaría Castlevania III: Dracula’s Curse y en 1991 otro título exclusivo para la portátil de Nintendo, Castlevania II: Belmont’s Revenge. Super Nintendo se estrenaría en la saga en 1991 con Super Castlevania IV y en 1994 llegaría a Mega Drive con Castlevania: Bloodlines.

De Super Nintendo se despediría con Castlevania: Dracula X y se estrenaría en PlayStation y SEGA Saturn en 1997 con Castlevania: Symphony of the Night. De nuevo ese año tendría una versión exclusiva Game Boy con Castlevania Legends. La llegada de Nintendo 64 vendría acompañada con una nueva entrega en 1999 con el título original y otra denominada Castlevania: Legacy of Darkness. GBA se estrenaría en 2001 con Castlevania: Circle of the Moon y continuaría en 2002 con Castlevania: Harmony of Dissonance y en 2003 con Castlevania: Aria of Sorrow. En PS2 aparecería Castlevania: Lament of Innocence en 2003 y Castlevania: Curse of Darkness en 2005. Ese mismo año llegaría el primer título para DS, Castlevania: Dawn of Sorrow, que vendría seguido por Castlevania: Portrait of Ruin al año siguiente y Castlevania: Order of Ecclesia en 2008. La Nintendo Wii tendría su correspondiente versión en 2008 con Castlevania Judgment. Como podéis ver, la saga es larguísima y, por suerte, no tiene pinta de acabar en breve.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

Heiankyo Alien (1980)

A casi todos los aficionados de los videojuegos de plataformas con una cierta edad, le sonara Lode Runner como uno de los títulos más míticos del género dentro del primer lustro de los 80. Su sistema de juego dinámico y adictivo fue clave en su popularidad, así como una supuesta originalidad en dicho sistema. Digo supuesta, ya que Lode Runner bebe mucho del título que vamos a analizar hoy, Heiankyo Alien, que iniciaría el camino del subgénero que posteriormente se conocería como ‘trap-em-up’ (de hecho, se considera a Heiankyo Alien como el primer videojuego de plataformas de la historia, título adjudicado muchas veces de forma errónea a Donkey Kong). Heiankyo Alien sería desarrollado por el Grupo de Ciencia Teórica de la Universidad (TSG) de Tokio en 1979, siendo publicado un año más tarde para máquinas recreativas por parte de Denki Onkyō. Posteriormente y hasta la década de los 90, se lanzarían versiones para Apple II, Game Boy, Super Nintendo y PC

Tomamos el rol de un policía de la época Heian (último periodo de la historia clásica japonesa), que debe defender su ciudad de la invasión de un ejército de aliens. El sistema para acabar con ellos es rudimentario pero efectivo, nuestro protagonista tendrá que cavar agujeros en el suelo, esperar a que caiga un alien dentro y rellenar dicho agujero después. Esta operación ha de hacerse lo más rápidamente posible, ya que los aliens podrán salir del agujero pasado un cierto tiempo, si éste no ha sido tapado.Nuestro personaje perderá una vida si un alien entra en contacto con él y existe un tiempo límite que, una vez superado, provocará la aparición de una cantidad ingente de aliens hasta que es imposible acabar el nivel.

Como os podéis imaginar por la fecha de lanzamiento, el apartado técnico era muy simple, sin embargo eso repercutió en un gran dinamismo y una buena respuesta de las animaciones. En versiones domésticas posteriores se mejoró el apartado gráfico aunque sin influencia apenas en el sistema de juego, por lo que en muchos casos se ha limitado a aumentar los detalles de los escenarios, sin cambiar la esencia del título. Asimismo, en posteriores versiones se añadiría banda sonora y mejores efectos de sonido.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego original:

Y en éste, la versión de Game Boy: