Nos encontramos en 1994, en pleno auge de los FPS gracias al éxito de Doom. Junto a los múltiples clones que se querían arrastrar en la estela del éxito del título de iD Software, aparecería un título que destacaría sobre los demás gracias a su originalidad. Se trataba de Quarantine, desarrollado por Imagexcel y distribuido por Game Tek, un FPS en el que iríamos montado en un taxi contínuamente, con el que tendríamos que hacer las distintas fechorias. Aunque el éxito del videojuego no fue arrollador, si tuvo su cierto seguimiento y se terminaría convirtiendo en videojuego de culto, en buena parte porque para muchos sería el gran inspirador del mítico Carmageddon.
El argumento nos emplaza en KEMO (ciudad ficticia pero que parece referirse a Detroit), donde la principal actividad es la fabricación de «hovercars» para todo el país. El crímen de la ciudad ha subido a cotas muy altas, con calles infestadas de criminales con «hovercars» armados hasta los dientes, aterrorizando a los ciudadanos de KEMO. En 2029, Omnicorp se compromete con las autoridades a limpiar la ciudad, cuya solución es crear un muro alrededor de la ciudad, con una única salida sellada. Esto provoca el caos en una ciudad que se ha convertido en una prisión, volviéndose todo aún más violento.
Nos encontramos en 2043 y Omnicorp decide probar un producto químico (Hydergine 344) con el supuesto objetivo de pacificar la ciudad, echándose en el agua corriente de la misma. Por desgracia el efecto no fue el deseado, afectando mentalmente a más de la mitad de los ciudadanos que se convertirían en asesinos despiadados. Uno de los pocos que no se ha visto afectado es Drake Edgewater, un taxista que lucha por salir de la ciudad, por lo que intenta acumular dinero gracias a su trabajo, para mejorar su vehículo y poder salir por la fuerza.
En el juego manejaremos el taxi de Drake, con el que tendremos que ir rodadndo por la peligrosa ciudad. Cuando oigamos un silbido es que un cliente nos llama, si nos paramos junto a él se montará en el coche y nos indicará el lugar a donde quiere ir, sistema que nos recuerda mucho a Grand Theft Auto. La carrera será peligrosa, ya que muchos enemigos saldrán a nuestro paso, por lo que no debemos dudar en acabar con ellos, ya sea atropellándolos o usando algún tipo de arma. Completando carreras conseguiremos dinero con el que podremos ir a los talleres a conseguir nuevas y más potentes armas. Además, aparecerán otro tipo de misiones para conseguir pistas para saber como salir de ese infierno de ciudad.
Los gráficos, más que por la calidad de su diseño, destacan por su estética cyberpunk y por un mapa bastante amplio para lo que se podía ver por aquella época. El apartado técnico se completa con una aceptable banda sonora a base de temas interpretados por bandas de rock alternativo australianas.
El videojuego vería la luz para 3DO, PC y Playstation. Sería continuado en 1995 por Quarantine II: Road Warrior, un videojuego al que se le dotaría de un aspecto más de cómic y que tendría una cierta mejora gráfica, aunque con un sistema de juego muy similar al de la primera entrega.
En este vídeo podeis ver como es el juego: