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NBA 2K (1999)

Los videojuegos deportivos siempre han sido una seña de identidad de SEGA. Ya en la época de los 16 bits, el catálogo de Mega Drive ganaba por goleada (nunca mejor dicho) al de Super Nintendo en lo que a títulos deportivos se refiere. En esa búsqueda de un público algo más adulto, SEGA no dudaba en emplear un buen presupuesto en la adquisición de licencias tanto de competiciones como de personalidades del mundo del deporte, e incluso llego a publicar varios títulos bajo el subsello de SEGA Sports para destacar más aún esta intención.

Por eso no es de extrañar que a finales de los 90, junto al lanzamiento de su nueva consola Dreamcast se preparase toda una estrategia alrededor de los títulos deportivos. Por un lado, la nueva videoconsola tenía capacidad suficiente para tener ports muy fidedignos a las máquinas recreativas deportivas de SEGA como Virtua Tennis o Virtua Striker. Por otro, la idea era sacar títulos exclusivos para su consola que hiciesen la competencia a las sagas de éxito de Electronic Arts, que no iban a formar parte del catálogo de la consola de SEGA. Es bajo este caso donde surge NBA 2K.

NBA 2K fue un encargo de SEGA a Visual Concepts, una veterana compañía que tenía experiencia en el desarrollo de videojuegos deportivos para Electronic Arts durante toda la década de los 90. Además, concretamente basado en la NBA, había desarrollado NBA Action 98 para SEGA Saturn y NBA Fastbreak’ 98 para PlayStation ya bajo la distribución de la propia SEGA.

Para hacer frente a la saga NBA Live, el videojuego de Visual quería plantear una experiencia más cercana a la simulación y con un estilo más realista, donde fuese complicado que se dieran situaciones inverosímiles que no pudiesen verse en un partido real. El desarrollo se centro en dar un sistema de control propio que permitiera generar una variedad de situaciones más amplia pero que también elevara la posibilidad de fallo en el caso de no hacerlo correctamente. De esta manera, se dio especial énfasis al tratamiento de las posibilidades de éxito de un tiro respecto a la posición de lanzamiento en la cancha, la cercanía de rivales dispuestos a puntear y las características propias de cada jugador. Esto también requirió de un trabajo profundo con la inteligencia artificial de los jugadores controlados por la máquina.

El aspecto técnico fue también aclamado por la crítica, algo lógico ya que la exclusividad de lanzamiento en Dreamcast posibilitaba trabajar con una arquitectura única y poder explotar al máximo una máquina que, como ya hemos comentado, era capaz de traer la experiencia gráfica y jugable de las máquinas recreativas. A este buen trabajo gráfico lo completa un apartado sonoro que cuenta con los comentarios de Bob Fitgerald y Rod Brooks (periodistas de la KNBR, referente de la radio deportiva en Estados Unidos por aquella época), aunque no se usaron sus nombres reales.

El videojuego funcionó muy bien y aunque la crítica comentó que no estaba pulido, sí indicaron que era lo suficientemente sólido como para empezar una saga consolidada. Pero lo más importante fue la recepción del público que adoptó muy positivamente los cambios en la jugabilidad y los poseedores obtuvieron un halo de exclusividad al tener el juego de NBA que realmente le daba sensaciones de estar ante un partido de NBA.

Como era de esperar, la saga continuó en Dreamcast dos ediciones más hasta la descontinuación de la consola, aunque NBA 2K2 ya dejo de ser un lanzamiento exclusivo de SEGA para tener enfrentamiento directo con la saga NBA Live. La ediciones quinta y sexta, contaron con el patrocinio de la cadena de televisión ESPN que, además, formo parte del nombre de las dos entrega. En 2005 Take-Two Interactive compró Visual Concepts y se hizo con los derechos del juego, por lo que empezó a distribuirlos bajo el sello 2K, llegando con esta distribución hasta nuestros días. A lo largo de los años, la popularidad de la saga fue aumentando hasta desbancar a NBA Live, que terminó desapareciendo.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

Crazy Taxi (1999)

En 1999, el principal estudio de desarrollo de arcades de SEGA, SEGA AM3, lanzó dos bombazos que fueron éxitos arrolladores en los salones recreativos. Por un lado el juego de tenis que marc´ó el subgénero a partir de entonces, Virtua Tennis. Y por otro, el videojuego que hoy nos ocupa, Crazy Taxi, el cual tomaba un género habitual en los arcades de SEGA como era el del conducción, y le daba una vuelta de tuerca haciéndolo más loco, desenfadado y divertido.

En la producción del mismo debutaba Kenji Kanno, que ya había realizado funciones de director para los arcades de Jurassic Park y Top Skater. Kanno buscaba el desarrollo de un videojuego que pudiese jugarse en sesiones cortas pero que premiera el buen desempeño en el mismo. La idea era alejarse del estático checkpoint y conseguir una fórmula para poder conseguir esa extensión de tiempo de juego de diversas maneras.

En Crazy Taxi, tomamos el papel de un conductor de taxi entre distintas opciones iniciales y tenemos que ir realizando diversos servicios en una ciudad totalmente ficticia pero que toma elementos de distintas ciudades de Estados Unidos como Los Angeles, San Francisco o Las Vegas. Curiosamente, a pesar de ser una ciudad ficticia, en la versión original podemos encontrar locales con negocios que existían en la vida real como Pizza Hut o Kentucky Fried Chicken. En las versiones domésticas posteriores, fueron sustituidos por negocios genéricos por problemas de licencias. De igual manera, temas de Bad Religion o The Offspring que se encontraban en la banda sonora, desaparecieron en versiones posteriores.

Cuando comencemos el juegos, tendremos un marcador de tiempo inicial que cuando llegue a cero hará que finalice la partida. Dentro de ese tiempo tenemos que ir buscando distintos clientes por las calles de la ciudad para hacer los distintos servicios. Según el color del icono del símbolo del dólar que tiene cada uno de esos clientes potenciales (verde, amarillo o rojo), sabremos si la distancia que debemos cubrir es mayor o menor y, por tanto, cuanto dinero podemos recaudar. A mayor distancia, mayor cantidad de dinero pero también más posibilidades de quedarnos sin tiempo.

Cuando recojemos a un cliente, un segundo contador de tiempo asociado al servicio aparecerá en pantalla y empezará a descontar. Mientras más tiempo conservemos al final del servicio, más dinero acumularemos y más tiempo se recuperará para nuestro contador general, alargando el tiempo de partida que hemos conseguido con nuestras monedas.

La clave del juego se encuentra en que no hay ningún tipo de regla para conseguir completar el servicio. Podemos seguir la ruta normal que nos daría la propia calzada o podemos tomar todo tipo de atajos conduciendo en contramano, atajando por edificios, realizando saltos imposibles, impactar con otros vehículos, etc… Evidentemente, el juego incentiva este último estilo de conducción ya que consigue ahorrar más tiempo, conseguir más puntuación y es mucho más divertido. Finalmente, el dinero recaudado una vez que se acabe el tiempo nos dará una calificación como conductor y nos servirá para posicionarnos en la tabla de puntuaciones.

Como única ayuda, contamos con una flecha que nos indica la posición del destino y que nosotros tenemos que «intuir» como llegar hasta allí. De esta manera, el juego premia a los jugadores fieles que llegan a aprenderse los destinos y las distintas rutas dentro de la ciudad.

Curiosamente, esta flecha fue motivo de polémica, ya que fue incluida en una de las patentes de SEGA respecto a mecánicas. Esto provocó que con el lanzamiento de The Simpsons: Road Rage en 2001, que utilizaba una mecánica similar, se llegara a una demanda que finalmente termino en un acuerdo entre las dos compa´ñías.

Tras el gran éxito de la versión arcade SEGA lanzó en 2000 para su videoconsola del momento, la Dreamcast, una versión expandida. La similitud entre el hardware de la consola y de las máquinas recreativas permitió una conversión que rozaba el 1:1. Aparte del modo arcade clásico, se incluyeron otros modos con distintas configuraciones de tiempos; se añadió una ciudad extra mucho m´ás extensa; y se implementaros una serie de minijuegos. Una vez que SEGA dejó el mercado de las videoconsolas, ha habido multitud de relanzamientos en diversas plataformas que añadían alguna característica, como la posibilidad de partidas multijugador.

Un éxito de estas magnitudes no podía tener otro resultado que no fuese el inicio de una saga. En 2001, de forma exclusiva para Dreamcast, fue lanzado Crazy Taxi 2. La descontinuación de la consola de SEGA provocó que la tercera entrega de la saga, Crazy Taxi 3: High Roller, volviera a los arcades en 2002, con conversiones para PC. Posteriormente la serie llegó a las videoconsolas portátiles con Crazy Taxi: Catch a Ride para Game Boy Advance en 2003 y Crazy Taxi: Fare Wars para Sony PSP en 2007. A partir de ahí, relanzamientos aparte, la serie se quedaría exclusivamente en el campo de los teléfonos móviles con Crazy Taxi: City Rush en 2014 y Crazy Taxi: Gazillionaire en 2017.

En este vídeo podéis ver el remake de 2010 para XBox 360, basado en la versión de Dreamcast:

Super Puzzle Fighter II Turbo (1996)

Carátula de la versión de SEGA Saturn

El tremebundo éxito que supuso Street Fighter II en 1991 hacía pensar que no tardaría en llegar una secuela que siguiera la estela del título de lucha más exitoso de todos los tiempos. Sin embargo Capcom tenía otros planes sobre cómo sacarle réditos a la saga. Mientras miles de jugadores estaban ansiosos por la llegada de un Street Fighter III que aún tardó 6 años en aparecer en los salones recreativos, la compañía no paraba de sacar actualizaciones y revisiones de la segunda entrega de la serie. Hasta cinco versiones distintas llegaron a los salones recreativos con pequeñas variaciones, a las que hay que sumar las distintas conversiones a máquinas domésticas con versiones exclusivas y la infinidad de hacks piratas que fueron apareciendo.

Como si de una mala broma se tratase, el nuevo juego basado en la saga fue en 1996, pero para muchos pudo ser una gran decepción pues se trataba de un videojuego….. de puzle. Parecía que desde Capcom querían reirse de sí mismo y el propio título es una parodia de una de las enésimas actualizaciones que comentábamos anteriormente: Super Street Fighter II Turbo.

No obstante, el movimiento empresarial está bastante lejos de ser una broma y está profundamente meditado. La intención de Capcom era la de pillar un buen trozo del pastel de los videojuegos de puzles arcade y SEGA era prácticamente la dueña del pastel con el lanzamiento de Puyo Puyo 2 dos años antes. A falta de poder encontrar un videojuego de puzles suficientemente novedoso como para hacer frente, Capcom decidió asociarlo a su franquicia más conocida en un buen golpe de efecto. Por si fuera poco, el videojuego no se limitó a la saga Street Fighter, sino que también incluyeron personajes de Darkstalkers y Night Warriors.

Un clásico enfrentamiento entre Chun Li y Ryu

El puzle en sí se basa en un título anterior de Capcom, Pnickies, y vuelve a poner la mirada en SEGA para tomar prestados elementos de Baku Baku Animal y de la propia saga Puyo Puyo. Se trata de un puzle competitivo para dos jugadores – aunque uno puede ser controlado por la CPU – en el que tenemos el típico escenario vertical donde van cayendo bloques que, en este caso, están representados por gemas. Dichas gemas se van asociando por colores creando una gema aún más grande pero no desaparecerán hasta que no haga contando una gema «detonadora» del mismo color. Además, esto provocará la aparición de gemas con cuenta atrás – no pueden eliminarse hasta que la cuenta llegue a cero – en el escenario rival. Como podéis imaginar, el estilo de juego da una mayor revelancia al efecto de reacción en cadena, haciendo que Super Puzzle Fighter II Turbo sea un videojuego espectacular visualmente para tratarse de un título de este género.

Una vez que la mecánica está clara llega la gran pregunta: ¿pero esto qué tiene que ver con Street Fighter? Pues realmente es un elemento totalmente decorativo, ya que en la parte central y ocupando una buena parte de la pantalla, podemos encontrar a los luchadores correspondientes que realizan una pelea que simula como está discurriendo la partida. Es decir, si hacemos un combo, nuestro personaje realizará un combo en su pelea ficticia. De esta manera, los personajes seleccionables (incluyendo ocultos) serán Chun Li de Street Fighter II; Ryu, Ken, Akuma y Dan de Street Fighter Alpha; Sakura de Street Fighter Alpha 2; Morrigan, Felicia, Mei-Ling y Anita de Darkstalkers; Donovan y Hsien-Ko de Night Warriors; y Devilotte de Cyberobots: Full Metal Madness.

El remake de 2007 supuro una mejora visual del título

Como ya hemos dicho anteriormente, en la parte visual es muy espectacular tanto por los combos de la parte de puzle como por los que realizan los personajes. Dichos personajes son una versión deformada más caricaturesca de los personajes, siguiendo todos una misma línea de diseño aunque provengan de distintas sagas de videojuegos. En el apartado sonoro, aparte de rescatar sonidos de lucha de los propios videojuegos, cuenta con una banda sonora con temas extraidos de Street Fighter Alpha y Darkstalkers.

El videojuego fue portado en su momento a PC, PlayStation, Saturn, Dreamcast y Game Boy. En 2007 se lanzó un remake bajo el título Super Puzzle Fighter II Turbo HD Remix para XBox 360 y PlayStation 3 vía descarga.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego:


A Toda Máquina XXVII: SEGA Dreamcast

dreamcast screenshot 01Tras los sonados fracasos de los diferentes add-ons de la Mega Drive (Mega CD y 32x) y, en menor medida, de Saturn, SEGA pretendía dar un golpe en la mesa con su siguiente proyecto, con el que se inauguró la sexta generacíón de videoconsolas: Dreamcast. Esto le hizo estar «a caballo» entre generaciones, ya que el origen de esta consola vendría directamente del fracaso de Saturn, ya que tan solo dos años después de su lanzamiento, desde la propia SEGA se estaba haciendo entender que el futuro de la compañía en lo que se refería a videoconsolas no iba a pasar por la Saturn.

dreamcast screenshot 02Este desarrollo casi atropellado provocaría lógicos enfrentamientos internos dentro de la propia compañía hasta tal punto que hubo dos diseños paralelos. Por un lado, el equipo de hardware propio de SEGA que se encontraba en Japón, realizó un diseño basado en un procesador Hitachi SH4 y un procesador gráfico PowerVR desarrollado por NEC. Por otro, el recien estrenado presidente de SEGA, Shōichirō Irimajiri, encargó un desarrollo externo a Tatsuo Yamamoto de IBM, que estaba basado en el mismo procesador que el equipo japonés, pero con graficos 3dfx Voodo 2. A pesar del apoyo del presidente de la compañía al equipo norteamericano, la propia 3dfx cometería el error de filtrar información confidencial sobre el proyecto, lo que inclinó la balanza del lado del diseño japonés y en Septiembre de 1997 se anunció el desarrollo de una nueva consola con el nombre en clave de Katana.

dreamcast screenshot 03Así, en poco más de un año, la SEGA Dreamcast ya estaba lista para salir al mercado y su lanzamiento oficial en Japón fue el 27 de Noviembre de 1998, llegando a Estados Unidos el 9 de Septiembre de 1999 y a Europa el 14 de Octubre de ese mismo año. Si tenemos en cuenta que PlayStation 2 salió al mercado en 2000, Nintendo Game Cube en 2001 y XBox en 2002, podemos ver claramente la ventaja inicial de la consola de SEGA en un recién comenzado mercado de 128 bits. Dicho monopolio le valió muy buenos resultados durante su primera temporada, en especial en Norteamérica donde estaba consiguiendo unas cifras de ventas bastante interesantes.

dreamcast screenshot 04Sin embargo, esta progresión se pararía prácticamente en seco en el mercado japonés) cuando Sony anunció el proyecto de la PlayStation 2 en abril de 1999, a pesar de que aún faltaría más de un año para el lanzamiento, pero muchos de los jugadores decidieron tener paciencia a la espera de la segunda videoconsola de Sony. En el mercado norteamericano ocurrió algo parecido pero más tardío, justo en el lanzamiento de la PlayStation 2 en Octubre de 2000, desviando la atención totalmente hacia la flamante nueva videoconsola de Sony.

dreamcast screenshot 05Esto no quiere decir que las ventas fueran malas inicialmente, de hecho eran bastante aceptables y más si se comparaban con algunos de los anteriores proyectos de SEGA, pero es cierto que el ritmo de crecimiento se desaceleró de forma alarmante, hasta tal punto que el total de unidades vendidas llegó a ser muy similar al de Saturn. Esto provocó problemas internos en la compañía tanto de reestructuración como económicos (muchos proyectos estaban fracasando y no necesariamente Dreamcast). De esta manera, a pesar de que se contaba con un cierto posicionamiento en el mercado, SEGA decidió dedicarse exclusivamente al desarrollo de software y máquinas recreativas, parando la fabricación de nuevas unidades el 30 de Marzo de 2001, aunque se siguió dando soporte a los usuarios y se siguieron lanzando nuevos títulos, y se detendría el proyecto de desarrollo de Dreamcast 2.

dreamcast screenshot 06Es una lástima que toda esta acumulación de factores acabara con una consola que, con más apoyo, podría haber tenido un papel importante en su generación. Aparte de los consabidos 128 bits, Dreamcast incluyó novedades que el tiempo a demostrado que fueron el futuro de los videojuegos, como la inclusión de un módem para permitir funcionalidades online a través del servicio SegaNet, así como una calidad gráfica que llegaba a una profundidad de color de 24 bits. Cabe también destacar una unidad de memoria extraible con pantalla LCD para poder revisar el contenido de la misma, así como una infinidad de accesorios como solía ser habitual en las consolas de SEGA.

En este vídeo podéis ver un documental sobre la SEGA Dreamcast:

Sonic Adventure (1998)

Con la salida en Japón de la SEGA Dreamcast en Noviembre de 1998, el mundo del videojuego se encontraba expectante por la llegada del primer videojuego basado en el personaje más carismático de la compañía japonesa. La espera no fue muy larga, y el 23 de Diciembre de ese mismo año Sonic Adventure vería la luz. Esto solo sería en Japón, ya que la consola tardaría en llegar a América y Europa (septiembre y Octubre de 1999 respectivamente), siendo Sonic Adventure uno de los títulos de lanzamiento.

Como era de esperar, desde SEGA querían dar una lección sobre el poderío de la nueva consola con la nueva aventura del erizo azul. Esto haría que nuestro protagonista sufriera un cambio radical, al pasar a un entorno totalmente tridimensional y no una simple perspectiva como en Sonic 3D Blast. De hecho, se trataba de toda una prueba de fuego para SEGA, ya que desde Sonic & Knuckles en 1994, todos los títulos basados en Sonic habían contado con el rechazo de público y crítica. Para evitar fracasos, SEGA volvió a encargar el trabajo al Sonic Team y, si bien puede que no llegue a la altura de sus primeras entregas, Sonic Adventure es una de los videojuegos de la saga en un entorno tridimensional más destacados.

De nuevo, las siete Esmeraldas del Chaos tendrán el papel protagonista en la historia. El poder de dichas esmeraldas desencadenó todo tipo de guerras, que enfurecieron a los dioses, los cuales crearon una Esmeralda Maestra que podía neutralizar el poder de las otras. Dicha Esmeralda Maestra se encontraba custodiada por un espíritu guardián que se enfureció ante los intentos de robo por parte de una tribu y se escapó. Esta leyenda lleva al doctor Robotnik a intentar localizar la Esmeralda Maestra, Por su parte, Sonic es visitado por el espíritu Tikal, que le pide que consiga volver a llevar a Chaos a la Esmeralda Maestra y sellar ésta para evitar los males que pueden provocar su poder.

Sonic Adventure alterna dos estilo de videojuego: aventura y acción. La parte de aventura es la que nos va descubriendo parte de la trama, desarrollándose en tres espacios diferentes desde donde accederemos a distintos puzles sencillos, algunos power ups, ciertos personajes y el acceso al otro tipo de zonas. Los niveles de acción, más numerosos y variados, son más cercanos al estilo clásico de los videojuegos de Sonic. Fases en las que la velocidad y la habilidad con el salto son señas de identidad, pero con el handicap añadido de tener que lidiar con un 3D que aún no estaba del todo pulido y un control extraño para muchos, pero que no dejaba de ser el espíritu de los videojuegos del erizo azul. Quizá la alternancia entre la aventura y la acción, que era la primera vez que se usaba en la saga, le daba una mayor variedad de género, pero también le restaba dinamismo, algo que no terminó de contentar a los más puristas, ya que había sido la seña de identidad de Sonic en los títulos anteriores.

De todas maneras, lo que sí era cierto era el espectáculo artístico ante el que estábamos presente. Quizá a día de hoy no sorprende tanto, pero lo cierto es que si desde SEGA pretendían dar muestra del poder gráfico de Dreamcast, sin duda lo consiguieron con este título. Los diseños de los escenarios tridimensionales eran muy complejops, repletos de detalles y no restaban para nada la velocidad que un juego de estas características precisa. Todos sabemos como acabó la consola pero, en su momento, este título era un aviso serio al resto de las compañías. Como acompañamiento, Sonic Adventure también cuenta con una banda sonora muy destacada, respetando la tradición musical de éxito de la saga.

Al título le siguió Sonic Adventure 2, pero ahí quedó la saga por culpa de la suerte que corrió la Dreamcast. Debido a esto, el videojuego saldría para PC y Nintendo GameCube en 2003 bajo el nombre de Sonic Adventure DX, con algunos añadidos y distinto contenido desbloqueable.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

Star Wars Episodio I: Racer (1999)

Si sondeamos a cualquier aficionado al cine sobre Star Wars Episodio I: La Amenaza Fantasma, probablemente no dirá nada bueno sobre la película excepto por un aspecto, la secuencia de la carrera de vainas.

Lucas Arts, poseedora de los derechos de la serie, no fue ajeno a esto y decidió lanzar un videojuego basado exclusivamente en esa escena, Star Wars Episodio I: Racer. El juego sería lanzado en Mayo de 1999, apareciendo para máquinas recreativas, Nintendo 64, Microsoft Windows, Game Boy Color, Macintosh y SEGA Dreamcast.

En esta ocasión hay que diferenciar claramente la versión arcade de la domésticas (de hecho la de recreativas tenía como nombre Star Wars Episode I: Racer Arcade). La versión de recreativas se basa en una mayor calidad gráfica y espectacularidad en el manejo, ya que la cabina imitaba el sistema de conducción de la película, aunque tenía un numero limitado de circuitos (cuatro para ser concretos). Las versiones domésticas sin embargo, eran juegos mas profundos (empezando por el número de circuitos: 25 pistas, 7 en el torneo amateur, 7 en torneo semi-pro, y 7 en torneo galáctico, además de 4 especiales que se ganan una vez que se completó un torneo) y serán la base del análisis.

La clave del juego se encuentra en la perfecta ambientación y en la asociación con la película. De hecho, cuenta con todos los pilotos que aparecen en la película: Anakin Skywalker, Sebulba, Bozzie Baranta, Aldar Beedo, Dud Bolt, Toy Dampner, Ebe Endocott, Gasgano, Mars Guo, Clegg Holdfast, Neva Kee, Elan Mak, Ody Mandrell, Mawhonic, «Bullseye» Navior, Teemto Pagalies, Slide Paramita, Ben Quadinaros, Jinn Reeso, Boles Roor, Ark «Bumpy» Roose, Wan Sandage, Fud Sang, Ratts Tyerell y Cy Yunga. Igualmente, los circuitos están basados en mundos como Tatooine, Mon Gaza o Malastare.

Aparte de los clásicos modos de Carrera Libre, Contrarreloj y Dos Jugadores de este tipo de videojuegos, lo más destacado de Star Wars Episode I: Racer se encuentra en su modo Torneo. Esta modalidad consta de cuatro competiciones de dificultad creciente: Amateur, Semi-pro, Galáctico y Especial, cada una con su conjunto de circuitos. Según los resultados que vamos obteniendo en los torneos, podremos ir desbloqueando nuevos circuitos, así como acumular dinero para conseguir nuevas piezas, vehículos o pilotos.

Como hemos indicado al principio, la clave del título está en la ambientación y nos encontramos con un trabajo gráfico encomiable de representación del universo de la película, así como unas animaciones que exprimían al máximo el hardware de la época. Igualmente, el apartado sonoro cuenta con la espectacular música de la película y una serie de efectos sonoros que ponen la guinda en la ambientación.

La gran campaña de promoción que tuvo el estreno de la película fue el mejor espaldarazo que podía tener el juego y, a pesar de que la crítica fue algo reticente, el apoyo del público fue total. Star Wars Episode I: Racer llegó a los 3.12 millones de unidades vendidas en todo el mundo, llegando a ser el videojuego de carreras de ciencia ficción más vendido de la historia, por encima de franquicias tan importantes como Wipeout o F-Zero. En 2002 se lanzaría para PlayStation 2 Star Wars Racer Revenge, única secuela del juego y que no tuvo unos resultados tan espectaculares como la primera entrega.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

18 Wheeler: American Pro Trucker (1999)

SEGA lanzó en 1999 el juego 18 Wheeler: American Pro Trucker, un juego de conducción que tiene la peculariedad que no está protagonizado por vehículos de carreras, sino por camiones tipo tráiler. El título fue desarrollado por SEGA-AM2, división especializada en productos para máquinas recreativas, siendo éste el soporte original del juego, apareciendo primeramente en Japón en 1999 y en 2000 en el resto del mundo. Posteriormente Acclaim desarrollaría versiones para consolas domésticas, saliendo en 2001 las versiones para SEGA Dreamcast y PlayStation 2, saliendo la versión para Nintendo GameCube en 2002.

El objetivo del juego es bien simple, tomamos el papel de un camionero que tiene que llevar su pesada mercancía a su destino dentro de un tiempo determinado y antes de que lo haga el camión rival. Para ello tendremos diversos cargamentos a elegir a partir del segundo nivel, dependiendo el pago que nos hagan a la dificultad de la carga. Dicho dinero se irá reduciendo según recibamos impactos, que provocará que se dañe la carga, teniendo también bonus por pronta entrega.

Por lo demás nos encontramos con un juego de conducción arcade típico, con las características especiales de la conducción de nuestro camión y donde el camión enemigo hará una conducción salvaje para sacarnos de nuestro itinerario y el tráfico normal parece que quiere hacernos la vida más dificil. Contamos también con el típico sistema de puntos de control intermedios, a alcanzar dentro de un límite de tiempo, el cual podremos aumentar impactando contra furgonetas violetas que aparecerán aleatoriamente en la ruta.

A nivel técnico nos encontramos con un gran trabajo tanto gráfico como sonoro, donde destacan la versión de Dreamcast, que demuestra que puede hacer correr el juego con un rendimiento muy similar al de la versión arcade. Las carreteras estadounidense están bien representadas con muchos detalles y todos los elementos se mueven con fluidez. En el control, es palpable la diferencia en la conducción del camión y cualquier otro juego de conducción, lo que igualaba prácticamente a todos los jugadores que se enfrentaban por primera vez al título.

Aunque la crítica fue bastante escéptica con el título, lo cierto es que el juego tuvo una buena acogida por parte del público y SEGA no tardaría en lanzar en 2001 una secuela bajo el título de The King of Route 66, existiendo también la correspondiente versión para PlayStation 2 que aparecería en 2003.

En este vídeo podéis ver la versión de Dreamcast:

Shenmue (1999)

Aunque el lanzamiento de Shenmue data de 1999, su origen tenemos que tomarlo en 1994, cuando Yu Suzuki estaba preparando el lanzamiento de una nueva entrega de Virtua Fighter. Suzuki y su equipo (AM2) se encontraban trabajando en China recopilando información para su famosa saga de lucha y al gurú de SEGA le empezó a rondar en la cabeza la idea de realizar un videojuego novedoso que, a diferencia de Virtua Fighter, tuviese un fondo argumental de peso, naciendo de esta manera lo que al principio se conoció como Project Berkeley y que sería la semilla de Shenmue. En un principio, ni siquiera se iba a separar de la saga de lucha, pensándose incluso en el título de Virtua Fighter RPG.

Una vez que ya tenía los primeros esbozos del concepto de su videojuego, Yu Suzuki se encotró con el primer escollo, el hardware de SEGA de la época (representado por la SEGA Mega Drive) no parecía suficiente para que el proyecto fuese viable sin que sufriera importantes amputaciones. Debido a esto, el equipo se puso a trabajar para la inminente SEGA Saturn, pero el estrepitoso fracaso de la consola de SEGA provocó un nuevo retraso y una readaptación para la nueva máquina que estaba por llegar: SEGA Dreamcast. De esta manera, por fin, Shenmue vería la luz en Japón el 29 de Diciembre de 1999, llegando a Norteamérica el 6 de Noviembre de 2000 y a Europa el 1 de Diciembre de ese mismo año.

El argumento de Shenmue se emplaza a finales de 1986, cuando el joven Ryo Hazuki vuelve a su dojo en Yamanose (Yokosuka), donde descubrirá que un misterioso grupo de hombres se ha hecho con el control del dojo. Uno de ellos se encuentra peleando con misteriosas técnicas contra el padre de Ryo y nuestro protagonista intentará intervenir sin éxito, siendo tomado como rehén, por lo que su padre tendrá que revelarle al misterioso luchador, Lan Di, la ubicación de un espejo. Tras encontrarlo, los hombres asestan un golpe mortal al padre de Ryo, por lo que el joven jura venganza.

La principal obsesión de Yu Suzuki a la hora de desarrollar el juego era la de conseguir una experiencia lo más similar posible a la vida real, donde el jugador pudiese moverse libremente por el entorno e interactuar con la mayoría de los elementos que aparecieran en él. Así nacería el sistema FREE (Full Reactive Eyes Entertainment), representado en un lugar real como Yokosuka y manejar a un protagonista que tendrá que relacionarse con otros personajes, utilizar elementos que se encuentre por la ciudad y verse influenciado por distintos factores (como, por ejemplo, los cambios climatológicos). Este sistema de juego, de una forma muy similar sería llevado al éxito posteriormente con títulos como Mafia o la saga Grand Theft Auto a partir de su tercera entrega.

Ese principal modo de juego es el conocido como Free Quest, pero no será el único de Shenmue. En ciertas ocasiones, aparecerán eventos especiales conocidos como Quick Time Events (ahora muy popular, entonces no tanto), donde veremos distintas escenas cinemáticas donde tendremos que pulsar ciertos botones en un momento concreto, como si de un Dragon’s Lair evolucionado se tratase. También contaremos en ciertos momento con las Free Battle, con lo que podremos luchar cuerpo a cuerpo en un sistema que recuerda a un Virtua Fighter simplificado. Por último, el equipo desarrollador denominó como View Mode a aquellas escenas cinemáticas que no son interactivas.

Tal cantidad de innovaciones requería un alarde técnico sin precedentes, presentándose el videojuego en cuatro GD-Roms (el soporte digital de disco de la SEGA Dreamcast), tres para el juego en sí y uno especial conocido como «Shenmue Passport» con diferentes extras como vídeos, tutoriales o conexión online para contenido descargable. Indudablemente, a nivel gráfico destaca la majestuosidad de la ciudad de Yamanose, con una expansión de mapa y una cantidad de detalles interactivos que sorprendió a todo el mundo. Del apartado sonoro destaca la extensa banda sonora compuesta por Takenobu Mitsuyoshi, que incluso llegaría a ser publicada en un doble CD.

Shenmue sería recibido con euforia por parte de la crítica (aunque con alguna excepción que indicaba que el juego era puro artificio técnico). La respuesta del público fue razonablemente buena, siendo uno de los seis títulos de Dreamcast que vendería más de un millón de copias, sin embargo, los altos costes de producción (70 millones de dólares) provocaría que el título no fuese tan rentable como podría esperarse (IGN sugería que cada poseedor de una consola debería comprarse dos juegos para que fuera rentable). Sin embargo, en 2001 se lanzaría Shenmue II para Dreamcast (donde vendería bien) y XBox (donde sería un fiasco). La muerte de la SEGA Dreamcast y los malos resultados de ventas en EEUU para XBox acabaría con las posibilidades de completar la trilogía.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

Dino Crisis (1999)

Dino Crisis es un título publicado para PlayStation en 1999 y portado a PC y SEGA Dreamcast un año más tarde. El juego, desarrollado y distribuido por Capcom, es uno de los abanderados del subgénero conocido como «survival horror». No en vano, detrás del proyecto se encontraba en la producción y dirección Shinji Mikami, creador de la saga Resident Evil. Con esa carta de presentación, no fue difícil que Dino Crisis tuviera una gran acogida por el público y se venderían 2.400.000 copias sólo para PlayStation.

El videojuego se emplaza en un lugar ficticio, conocido como la Isla de Ibi, en el año 2009. Un equipo de fuerzas de élite (SORT) ha enviado un agente para realizar una investigación sobre el terreno. Allí descubre que el doctor Kirk, que se había dado por muerto tres años atrás, está llevando un proyecto de armas secreto. El SORT envía a cuatro agentes (Regina, Gail, Almiar, y Cooper) para atrapar al doctor. Sin embargo, cuando llegan allí, un tiranosaurio ataca y mata a Cooper, descubriéndose que la isla está infestada de dinosaurios procedentes de otra época, que han acabado con todo el personal de la zona. La misión ya no es solo capturar al doctor Kirk, la misión es sobrevivir.

Como se puede deducir del argumento, muchos calificaron al título como una mezcla entre Parque Jurásico y Resident Evil. De hecho, el sistema de juego es muy similar al de la mítica saga de Capcom. Tendremos que ir adentrándonos en la base resolviendo una suerte de acertijos y puzzles para ir avanzando, pero podrán aparecer en cualquier momento (normalmente cuando menos nos lo esperemos) algún dinosaurio dispuesto a acabar con nosotros. Para hacer frente a estos ataques, contaremos con todo un arsenal de armas. El título cuenta con tres finales distintos según nuestras acciones, por lo que ayudaba a la rejugabilidad del título.

Dino Crisis es un videojuego con una alta calidad gráfica, en especial en sus escenas cinemáticas. Sería el primer videojuego de Mikami desarrollado completamente en 3D y se realizó un buen trabajo en el desarrollo de los dinosaurios y de su integración en el entorno, lo que podría presentar problemas de superposición al haber bestias tan grandes en esos pasillos estrechos. Por otro lado, cabe destacar la banda sonora en los momentos de tensión, que incluso llegaría a publicarse en CD en Japón.

Gracias al éxito de esta primera entrega, en 2000 se publicaría Dino Crisis 2 para PC y PlayStation, con Mikami con labores de productor ejecutivo. En 2002 aparecería un «spin-off» de la serie para PlayStation 2 bajo el título de Dino Stalker, que se puede enmarcar dentro del género de los FPSs. La última entrega hasta la fecha de la saga llegaría en 2003 con Dino Crisis 3, lanzado de forma exclusiva para XBox y que sería altamente criticado.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

Power Drift (1988)

Tras el éxito obtenido con Hang-On y Out Run, SEGA seguiría la misma estela lanzando en 1988 Power Drift, un título que, aunque no fue tan exitoso como los dos primeros, si tuvo una buena aceptación por parte del público, en un nuevo ejemplo de como hacer un título arcade de carreras. De nuevo, se contaría con Yu Suzuki en el rol de productor, lo que siempre sería una garantía de calidad, capitaneando al equipo de trabajo SEGA AM2, responsable de los principales éxitos arcade de la compañía japonesa.

Tanto es así, que el título terminaría siendo lanzado para distintos dispositivo doméstico durante más de diez años: ZX Spectrum, Amstrad CPC, Commodore 64, MSXAmiga, Atari ST, MS-DOS, Turbografx, SEGA Saturn y Dreamcast.

Power Drift nos presenta a doce pilotos distintos que disputan carreras sobre cinco rutas distintas, que a su vez se dividen en cinco etapas. El objetivo es ir llegando en puestos de podio en las diferentes carreras o tendremos que continuar introduciendo más monedas. Cada una de las rutas ronda en un tipo de recorrido diferente (desierto, ciudad, etc…). En esta ocasión, los vehículos utilizados son tipo «boogie» y los recorridos destacan por la gran cantidad de badenes y saltos que tiene, por lo que nuestro coche estará permanentemente saltando, dando una sensación de juego más trepidante que otros títulos del género.

Precisamente en esos «saltos», se basaba una de las peculiaridades de la máquina, ya que el asiento tenía un dispositivo hidráulico que ayudaba a aumentar la sensación de salto. Por lo demás, el apartado técnico es similar a los títulos anteriormente indicados, con un escalado de sprites para simular la tridimensionalidad, aunque con una calidad gráfica superior al ser lanzado dos años más tarde. En lo que se refiere a la banda sonora, nos encontramos con temas de Hiroshi Miyauchi (no confundir con el actor del mismo nombre), liderando a la S.S.T Band, que se encargaba de las bandas sonoras de SEGA de la época.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego: