Tan solo un año después del sorprendente éxito de Warcraft: Orcs & Humans, Blizzard Entertainment (que también sería la compañía distribuidora) ya tenía desarrollado una nueva entrega de la saga bajo el título de Warcraft II: Tides of Darkness, de forma exclusiva para PC y Mac.
El título cosecharía aún más éxitos que su predecesor, con un apoyo unánime de la crítica (se hizo prácticamente con todos los premios de su género en 1996) y llegando a las dos millones de unidades vendidas, una cifra realmente mareante para un juego de estrategia en PC.
Basicamente nos encontramos con el mismo concepto de juego, pero con una cantidad de mejoras importante. El juego nos situa en la Segunda Gran Guerra seis años. Azeroth está en ruinas, y la nación de Stormwind buscó refugio en las zonas del norte. La humanidad ha formado la Alianza de Lordaeron para poder detener a los orcos y sus aliados, que se acercan por el sur, sembrando el terror a su paso. De nuevo, nos encontramos con el enfrentamiento entre orcos y humanos pero, en esta ocasión, cada una de estas razas tendrán el apoyo de otras. Así, los humanos serán ayudados por elfos, enanos y gnomos, y los orcos contarán con la ayuda de trolles, ogros y goblins.
Ya sea en el modo campaña o en escenarios individuales, tomaremos el control de uno de los dos bandos y la partida se desarrollará en tiempo real, es decir, ambos ejércitos ejecutarán acciones simultáneamente. La misión será destruir el otro bando, para lo cual se tendrá que ir recolectando recursos (madera, oro…) con las unidades básicas, que también construirán los distintos edificios, para que se pueda crear y entrenar un poderoso ejército. Cada tipo de unidad tendrá una serie de parámetros que lo hacen bueno en cierto tipo de combate. Existirán también personajes destacados de la historia de Azeroth como Lightbringer, Zul’jin y Cho’gall, que podrán ser utilizables en ciertas fases del juego y que cuentan con habilidades potenciadas.
En el apartado técnico cabe destacar el gran salto de calidad que hay respecto a la entrega anterior en el escaso periodo de un año. Esto pudo realizarse gracias a los beneficios de Warcraft: Orcs & Humans, que permitió a Blizzard contratar a una extensa plantilla de programadores de alto nivel. De esta manera, aunque seguimos contando con una perspectiva cenital bidimensional, nos encontramos con un acabado gráfico más fino, con una sensación de profundidad y unos personajes que se mueven con extraordinaria fluidez. A nivel sonoro, también se mejora en todos los aspectos, destacando las voces digitalizadas de los personajes. En lo que se refiere al modo multijugador, Warcraft II: Tides of Darkness permitía la conexión por módem e IPX en MS-DOS; y por TCP/IP y Appletalk en Mac.
Tras la buena acogida del título, en 1996 se lanzaría la primera expansión, Warcraft II: Beyond the Dark Portal, en la que se daba una especial importancia a los personajes destacados. La versión definitiva del juego llegaría en 1999 con el lanzamiento de Warcraft II: Battle.net Edition, que incluía tanto el videojuego original como la expansión, se corregía la compatibilidad con Windows y, principalmente, se incluía un modo online a través de la plataforma Battle.net de Blizzard.
En este vídeo podéis ver cómo es el juego: