Speedball fue editado en 1988 por la compañía británica The Bitmap Brothers. Esta compañía tuvo su momento estelar a finales de los 80 y principio de los 90, siendo el denominador común de todos su videojuegos una gran calidad, a la que se le unía un trabajo técnico muy bien cuidado. El juego que hoy analizamos no es una excepción y ya desde el principio su planteamiento realmente sorprende.
Se trataba de un juego deportivo futurístico que mezclaba conceptos del balonmano y del hockey sobre patines. Era bastante patente que sus diseñadores cogieron muchas ideas de la película Rollerball de 1975 protagonizada por James Caan y de la que se hizo un remake en 2002 de dudosa calidad.
En el juego participan dos equipos de seis jugadores cada uno y el objetivo es introducir una bola de acero en la porteria contraria, no habiendo ningún tipo de regla en contra del contacto físico de los jugadores, lo que hace que el título sea una estupenda mezcla entre la acción y la actividad deportiva.
El aspecto gráfico corrió por cuenta de Mark Coleman, y es de lo mejor del juego, con unas animaciones bastantes completas. La música fue compuesta por David Whittaker, compositor de otros videojuegos como Shadow of the Beast o Obliterator. Pero lo mejor del juego era lo adictivo que era, al ser más dinámico que la mayoria de los juegos deportivos por su ausencia de reglas y no tardó en alzarse en las listas de ventas.
Aunque originalmente fue lanzado para ordenadores Amiga, no tardó en tener conversiones para PC, Atari ST, Commodore 64 y Master System. También hubo una versión para NES bajo el nombre de Klashball. En 2004 tuvo un relanzamiento para los nuevos aparatos C64-Direct-to-Tv, que se enchufan directamente al televisor y se pueden disfrutar de los antiguos juegos de C64.
En 1991 salió su secuela Speedball 2: Brutal Deluxe, una versión donde hubo una sensible mejora gráfica además de cambios en el sistema de juego. Se pasó a 9 jugadores por equipo y aparecieron nuevos objetivos en paredes y suelo para conseguir más puntos extras. En esta ocasión la música fue a cargo de Simon Rogers y Richard Joseph, este último conocido por otras bandas sonoras como Mega-Lo-Mania, Sensible Soccer, Rise of the Robots o Magic Pockets. La banda sonora fue incluso premiada con el Joystick de Oro. Ea secuela tuvo incluso mayor aceptación que el juego original. posteriormente en 2000 se lanzo Speedball 2100 para PlayStation, una versión 3D que fue un fracaso de crítica y publico y que provocó la paralización del proyecto que se iba a lanzar en 2002: Speedball Arena.
En este vídeo podéis ver cómo es el juego:
Vaya, jaimixx aquí debo reconocer que me has pillado, éste juego no lo conocía, de hecho pensaba que Bitmap Brothers sólo habían hecho el divertido Z y su problemática secuela (que en casi ningún PC corre por problemas de tarjeta gráfica).
Ummm, he estado rato pensando de que me sonaba este, y es que tengo un cd para la play2 con tropecientos juegos de SNES y Megadrive. Aunque me parece que el mio es una copia barata, pero si es solo la mitad de divertido ¡buff, que gran juego!
Pues la verdad es que Bitmap Brothers sacó bastantes juegos, casi todos muy divertidos: Xenon, Gods, Magic Pockets, Chaos Engine…
Pues sí, este juego efectivamente era muy bueno y tenía una banda sonora cojonuda. Lástima que yo por esa época iba más por otros derroteros y mi Amiga lo usaba de higos a brevas.
El Xenon fue otra de las obras de arte de los Bitmap Brothers.