Aparte de en el género de lucha, con sagas como Samurai Showdown o Fatal Fury, SNK destacó en el desarrollo de videojuegos deportivos con un gran componente arcade, ya que estaban orientado para la NeoGeo. Aparte de un gran dinamismo, muchos de estos títulos destacaban por su enorme originalidad, como es el caso de Soccer Brawl, un videojuego de fútbol pero con una ambientación futurista. De esta manera Soccer Brawl nos presenta selecciones nacionales (España, EEUU, Alemania, Inglaterra, Brasil, Japón, Italia y Corea) compuestas por robots biónicos con aspecto humanoide. Aunque existen otros títulos de SNK que tuvieron mayor éxito y difusión, lo cierto es que Soccer Brawl creó una serie de seguidores muy fieles, que siempre preferían este título a otros juegos de fútbol.
Una vez que hayamos seleccionado uno de los equipos, eligiremos el estadio (hay dos opciones de épocas diferentes, uno abierto y un «dome» cerrado, aunque las diferencias son simplemente estéticas) y empezaremos a enfrentarnos al resto de equipos que componen el campeonato, en unos partidos de 5 contra 5. También existe un modo de juego «Versus», en el que podremos enfrentarnos a algún amigo en el típico modo 2 jugadores de las máquinas recreativas.
El desarrollo del videojuego es el típico de los videojuegos de fútbol arcade, es decir, ausencia de muchas de las reglas básicas que ayudan a tener un mayor dinamismo. De esta manera podemos placar sin pudor a los jugadores rivales (y ellos también a nosotros) e incluso atacarles a traves de todo tipo de proyectiles futuristas que cargaran nuestros «chicos» al mantener pulsado el botón de acción. Por otro lado, las bandas del terreno de juego están delimitadas con una pared, por lo que podremos usarlas para que reboten nuestros chuts y despistar al portero. Eso siempre que el balón vuelva con la suficiente fuerza como para caer dentro del terreno de juego ya que, si no, el equipo contrario sacará de banda.
Aunque, como ya hemos dicho, no existen las faltas en este juego, si empatamos el partido llegaremos a la suerte de los penalties. En este caso la perspectiva lateral cambia y veremos la portería de frente. La tanda de penalties consta de tres intentos y es relativamente sencilla pasarla con éxito, ya que se puede llegar a ver hacia donde tira la máquina y marcar el penalty no es muy complicado.
A pesar de que tuvo un relativo éxito gracias a su originalidad, lo cierto es que nos encontramos con un juego menor dentro del catálogo de SNK. Gráficamente es bastante pobre en texturas, tanto de los estadios como de los jugadores, y las escenas intermedias se limitan a imágenes fijas con ilustraciones con pocos detalles. El sonido sin ser malo del todo, de nuevo vuelve a estar por debajo de la media de esta compañía. Cabe destacar que era uno de los videojuegos de este tipo con una dificultad más baja, de tal manera que se podía llegar con relativa facilidad al cuarto o quinto partido.
En este vídeo podeis ver como era el juego: