De toda la vida, los niños siempre han tenido una atracción por lo viscoso y asqueroso (ahí tenemos el éxito del Blandi Blub). Bajo esta premisa Interplay nos presentaba Boogerman, un videojuego de plataformas que tenía de protagonista a un extraó superhéroes con los poderes más escatológicos que jamás se hayan visto. Boogerman fue lanzado en 1994 para SNES y Mega Drive, en un proyecto liderado por Christopher A. Tremmel y Michael W. Stragey. Posteriormente el personaje protagonista haría un cameo en Clayfighter 63 1/3 como rival de Earthworm Jim, con la voz de Dan Castellaneta (el actor de doblaje original de Homer Simpson).
La historia comienza en el laboratorio del profesor Stinkbaum, donde anda trabajando en una máquina que salvaría al planeta de la polución. El millonario Snotty Ragsdale está investigando donde va la polución y siempre le ha dado mal rollo la máquina. Un día, estando cerca de esta, le viene un estornudo y produce una reacción en la máquina de tal manera que lo convierte en su alter ego Boogerman.
Boogerman es un típico juego de plataformas bidimensional con vista lateral. La novedad del título se encontraba en las escatológicas armas que usa nuestro héroe. Su principal ataque consiste en lanzar mocos con efectos mortales, aunque también es capaz de lanzar eructos con idénticos resultados. También puede usar sus ventosidades, incluso puede llegara a inflamarlas. Por último si no tiene «materia prima» suficiente siempre puede saltar y dar un golpe con su trasero.
El videojuego se basaba más en la originalidad de su propuesta que en un apartado técnico espectacular. Aún así el aspecto gráfico no estaba del todo mal, con un original diseño de personajes, aunque con unos escenarios algo simples para el año en el que andábamos. El apartado sonoro era discretito, unos efectos sonoros limitados (eso sí, con grandes influencias de los dibujos animados) y una banda sonora más bien olvidable.
En este vídeo podeis ver como era el juego: