A principio de los años 90 los beat’em up se encontraban en su punto álgido, siendo los títulos más exitosos de los salones recreativos. Dentro de ese género una de las compañías destacadas fue Capcom que habría llegado al éxito con Final Fight y que, en el mismo año 1991, también lanzaría Captain Commando. En esta ocasión intentó lanzar un título ligeramente distinto, intentando alejarse de superheroes o mundo postapocalípticos, trayendo una historia emplazada en la Edad Media. Knights of the Round sería lanzado en Japón en Abril de 1991, llegando a EEUU en Noviembre de ese mismo año y a Europa en 1992.
El argumento de Knights of the Round se encontraba ligeramente influenciado por la leyenda del Rey Arturo y los Caballeros de la Tabla Redonda. Después de que Arturo consiguiera sacar a Excalibur de la roca, está decidido a convertirse en rey. Para ello el mago Merlín le encomienda la misión de acabar con el malvado caballero Garibaldi y conseguir unir a Inglaterra. Arturo se embarca en dicha aventura con la ayuda de sus inseparables compañeros Lancelot y Perceval.
El jugador podía empezar la aventura con cualquiera de los tres personajes, cada uno con sus propias características. Mientras que Arturo era el que tenía las habilidades más equilibradas, Lancelot resultaba el más debil pero el más ágil y Perceval era el más fuerte de los tres. Cada cual tenía movimientos especiales, además de armas distintas (Arturo iba armado con Excalibur, Lancelot era un experto espadachín y Percevalprefería el hacha de batalla). Además, Knight of the Rounds se acercaba ligeramente a los RPG otorgando a los personajes protagonistas niveles los cuales, al subir, les daban más resistencia y fuerza.
A pesar de la clara diferencia de argumento, el sistema de juego era bastante similar al de otros beat’em up de Capcom. El juego contaba con siete niveles, en cada uno de los cuales teníamos que enfrentarnos a una gran cantidad de enemigos simples hasta dar con el jefe de final de fase (evidentemente el último era el propio Garibaldi). En algunos momentos del juego nuestro personaje podía ponerse a lomos de un caballo y atacar a los enemigos de una forma más eficaz.
Los gráficos tenían un estilo Capcom muy marcado, aunque había que destacar la calidad de diseño tanto de personajes como de escenarios. Igualmente el sonido estaba dentro de los estandares de la compañía nipona. El juego permitía (siempre que la máquina estuviera adaptada) la participación de hasta tres jugadores simultaneos. Aunque no destacara especialmente, tuvo una aceptación interesante entre el público, así que fue uno de los títulos que años más tarde, concretamente en 1994, se llevaran a la Super Nintendo.
En este video podeis ver como era el juego: