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New York! New York! (1980)

Con la fiebre que desató en su momento Space Invaders, todas las compañías empezaron a sacar sus propios clones de videojuego con temática de invasión extraterrestre. Esto provocó que hubiese una cierta saturación de máquinas similares en los salones recreativos y las distintas compañías tenían que tirar de imaginación para que su arcade destacara sobre los demás. El videojuego que hoy nos ocupa es buen ejemplo de eso. Gottlieb era una compañía norteamericana con sede en Chicago, que pertenecía a Columbia Pictures y sabía del valor de dar un buen título y temática a sus arcades y pinballs para destacar sobre los demás. De hecho, en varias ocasiones hizo uso de las licencias de su empresa matriz para que sus máquinas atraparan a los ojos de los jugadores.

En este caso, Gottlieb decidió dar una localización específica a la enésima invasión extraterrestre, situándola en la ciudad de Nueva York, ciudad que ya dio nombre a uno de sus pinballs en 1976. Aprovechando esto, decidieron también darle un punto de originalidad con el título del juego, New York! New York!, evocando la famosa película dirigida por Martin Scorsese que se había estrenado en 1977, tres años antes del lanzamiento del videojuego. Curiosamente, New York! New York! era una película que no había sido producida por Columbia Pictures, pero al ser el título el único nexo con la película, no tuvo problemas legales.

New York! New York! es un shooter vertical sin scroll que nos presenta una pantalla única donde podemos ver la ciudad de Nueva York con la Estatua de la Libertad en primer plano. Manejamos un lanzamisiles que se encuentra en la zona inferior y que se mueve de forma horizontal. Nuestra misión es la de ir acabando con las distintas olas de naves alienígenas hasta que llegue el jefe final. Dichas naves tienen la capacidad de disparo, teniendo en cuenta que dichas balas se ven afectadas por la inercia provocada por el movimiento de la nave correspondiente.

Aparte de estas naves, aparecerá de forma intermitente una especie de estrella, que no nos ataca, pero que es la que más puntuación nos reporta puesto que hay que dispararle en diversas ocasiones. Finalmente, nos aparecerá el jefe final, que no es más que la palabra UFO (OVNI en inglés) y que no tiene ninguna característica extra. De hecho, es hasta más fácil acabar con ella puesto que se vence con un único disparo y su tamaño es mayor. Una vez que sea derribada, el loop finaliza y se reinician las olas con la dificultad incrementada.

Como podéis imaginar, jugablemente no aportaba nada nuevo aún en 1980 y estaba superado por otros títulos contemporáneos. Sin embargo, a nivel técnico si tenía elementos que le hacían destacar. Gráficamente, aunque el diseño de las naves sea básico e incluso inocente (la nave final es simplemente la palabra UFO volando), si tenemos un buen trabajo en el fondo. Tanto la Estatua de la Libertad, como la representación de Nueva York al fondo tienen un nivel de detalle más alto de lo que era habitual en la época.

Pero lo que, sin duda, hizo destacar esta máquina entre las distintas opciones de los salones recreativos fue su apartado sonoro. El juego cuenta con voces digitalizadas que nos animan a seguir atacando y con una banda sonora que no se limita a la pantalla de título, sino que suena durante toda la partida. Estos detalles fueron los que hicieron de New York! New York! un videojuego único en su momento.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

Q*Bert (1982)

Q*Bert fue lanzado en 1982 por la compañia estadounidense Gottlieb, empresa fundada en los años 30 que se había dedicado principalmente a la fabricación de pinballs y otros juegos electromecánicos que suponían la antesala a los videojueogs.

Sin embargo, la aventura de esta empresa dentro del mundo de los videojuegos sería muy corta, entre 1982 y 1984, y Q*Bert sería uno de sus primeros proyectos en este campo y, finalmente, el más exitoso de todos. El diseño del videojuego sería llevado a cabo por la dupla formada por Jeff Lee y Warren Davies.

Tanto la mecánica como el aspecto del juego era muy simple. Desde una vista isométrica el escenario constaba de una pseudo pirámide creada a base de cubos coloreados de tres colores. Q*Bert, una extraña criatura de dos patas y trompa, tiene como misión pasar por todas las superficies de los cubos para cambiarlos de color.

En los primeros niveles bastará con pisarlos una vez, pero según vayamos avanzando, habrá que dar un número determinado de veces.

Para dificultarnos nuestra tarea tendremos un montón de enemigos que evitar. Por un lado tenemos a Coily la serpiente, que empezará a descender por la pirámide con el objetivo de zamparse al protagonista. Ugg y Wrongway son dos gremlins morados que también intentarán eliminara a Q*Bert.Por otro lado estarán Slick y Sam que pueden devolver a los cubos su color original, pero a estos si puede aplastarlos Q*Bert. Como única ayuda, nuestro protagonista cuenta con un par deplataformas voladoras a los lados de la pirámide que le llevarán a la cima de ésta, pero debe tener cuidado si no salta al sitio correcto caerá al vacío.

Los controles del videojuego eran muy simples, tan sólo constaban de un joystick, con el que indicábamos hacia donde debía saltar Q*Bert. Aunque sus gráficos eran simples, tenían un gran uso del color para lo que se había visto. Pero uno de sus señas de identidad era el sonido, incluyendo un chip sintetizador Votrax que conseguían emitir unos sonidos «alienígenas» que iban muy bien a los personajes. Ademásalgunas de las ma´quinas contenían altavoces en la parte inferior que sonaban cuando Q*Bert caía al vacío dando un efecto muy realista.

El videojuego fue un gran éxito y su personaje uno de los referentes de los videojuegos de la época. De hecho llegó a tener su propio personaje de dibujos animados en un programa de la CBS llamado Saturday Supercade. La clave de su éxito fue la jugabilidad, el tono humorístico y una dinámica noviolenta, haciendo un juego ideal para todas las edades. Pronto llegaron conversiones y en 1983 se lanzaron versiones para ColecoVision, Philps Videopac, Atari 2600, Atari 5200, TI 99/4A y Commodore 64. Se haría una versión para ZX Spectrum que nunca vería la luz y una para NES en 1989.

Por desgracia, la crisis de los videojuegos de 1983, que provocaría un colapso en el mercado, hizo que su secuela Q*Bert’s Qubes no tuviera el éxito deseado (aún siendo un juego quizá más interesante) y dejaría de usarse el personaje para futuros proyectos. Aún así, Gottlieb lanzaría un pinball en 1983 con Q*Bert como protagonista. Su renacimiento vendría en los 90 con versiones para GameBoy y PlayStation; y Q*Bert 3 para Super Nintendo. En 1998 habría una pseudosecuela para PC titulada Q*Bob. También se lanzarían dos videojuegos inspirados en el personaje: Pogo Joe para Commodore 64 y Bert: The Rise and Fall of a Swedish Politician para Macintosh Classic.

En este video podeis ver como era el juego original: