Dreamweb es un videojuego de aventuras para PC y Commodore Amiga, enfocado hacia un público adulto, con una trama en la que no falta violencia. De hecho, el videojuego tiene una estética cyberpunk muy influenciada por clásicos del cine como Blade Runner. El videojuego fue desarrollado en 1994 por Empire Interactive, compañía que años más tarde se dedicaría a la conversión de videojuegos de Sega. De la distribución se hizo cargo la semidesconocida Creative Reality. A pesar de que la distribuidora no fuera muy influyente, no sería la principal razón para que Dreamweb no fuese un superventas; la estética oscura y su caracter serio no era lo que demandaba el mercado en aquel momento. Quizá la misma idea hubiese funcionado mejor años más tarde, ya que su argumento es similar a películas como The Matrix o Dark City.
En Dreamweb tomamos el papel de Ryan, un camarero de una ciudad futurista, que últimamente pasa malas noches por culpa de unos sueños extraños. En su último sueño, el Monje Maestro le encarga la misión de acabar con los siete males para acabar con el Dreamweb. A partir de ahí comenzará una historia muy bien desarrollada, destacada por ser protagonizada por un auténtico antihéroe, algo muy poco habitual en los videojuegos de la época. Cabe destacar que al juego acompañaba un libreto con una precuela de la historia escrita por el novelista Stephen Marley.
Dreamweb planteaba una nueva manera de ver las aventuras gráficas. En esta ocasión nos encontramos con una curiosa vista desde arriba, totalmente perpendicular al suelo, salvo en contadas ocasiones. Los puzzles suelen ser los habituales de este tipo de juegos, si bien contiene elementos como el asesinato, que no eran muy habituales en las aventuras de la época. Por otro lado, cabe destacar la existencia de multitud de objetos durante el juego que terminan por no tener ninguna utilidad. Ésto le daba un mayor realismo al juego, pero terminaba alargando artificialmente la duración del mismo, al empezar a buscar objetos que no nos hacen falta. Aún así, en lineas generales el videojuego no cuenta con una dificultad excesivamente alta.
La perspectiva tan poco habitual del juego provoca que los gráficos no puedan lucirse en exceso. Si a esto sumamos que la parte interactiva de la pantalla era muy pequeña, y en el resto nos encontramos un enorme retrato del protagonista, nos encontramos con unos gráficos que pecan de pequeños y una interfaz un tanto dificil. De todas maneras destacan algunas de las animaciones, como el efecto de lluvia que está bastante conseguido. Del apartado sonoro destaca la banda sonora de Matthew Seldon, que acompañaba a la versión de CD-Rom y que fue lo más destacado por la crítica (que se zafó con el juego al referirse en la perspectiva aérea).
En este vídeo podeis ver como era el juego: