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Golden Axe: The Revenge of Death Adder (1992)

Aunque hace tiempo ya hicimos un artículo sobre Golden Axe II, lo cierto es que aquella secuela fue exclusiva de Mega Drive y que la verdadera continuación del mítico Golden Axe es el juego que hoy nos ocupa, Golden Axe: The Revenge of Death Adder. Este título, exclusivo de máquinas recreativas System 32, saldría al mercado en 1992 de la mano de SEGA, con desarrollo de AM1.

Tal y como se puede deducir del título, volveremos a enfrentarnos a Death Adder, el cual ha resucitado de entre los muertos deseoso de venganza. El primer cambio importante respecto a la primera entrega viene a la hora de seleccionar el personaje, ya que tan solo Gilius Thunderhead, el enano, volvería a aparecer en el juego y ni siquiera con una participación activa. Los personajes seleccionables son Goah el gigante, que llevará a lomos al propio Thunderhead; Stern, el bárbaro; Dora, la centauro; y Little Tix, un joven elfo armado con un tridente. De esta manera, nos encontramos con unos personajes con características de juego mucho más diferenciadoras que en el primer título.

A nivel jugable, el juego es bastante similar al primer Golden Axe, repartiendo estopa contra todo tipo de gnomos, orcos y criaturas del averno. El catálogo de golpes es más variado, tanto por las diferencias entre personajes que ya hemos comentado, como por tener cada uno de ellos un mayor número de técnicas. El sistema de magias si sufriría mayores cambios, ya que ahora las pociones son acumulables, esto es, si se necesitan cuatro pociones para invocar una magia, si tenemos ocho podremos invocarlas dos veces, por lo que en muchas ocasiones conviene ir reservándolas para los niveles más difíciles. Por otro lado, cada uno de los personajes cuentan con distintos poderes mágicos, estando el caso de Little Tix, cuya invocación mágica no es de ataque, sino que hará aparecer árboles mágicos que nos proporcionarán fruta para recuperar vida.

El desarrollo del juego es bastante largo, con una estructura típica de niveles con jefes finales al final de cada uno, los cuales vuelven a aparecer en las últimas fases. Como novedad, en ciertos momentos del juego podremos elegir un camino u otro, por lo que las fases que nos aparecerán serán distintas. Como curiosidad, en la versión japonesa, una vez acabado el juego, pasaremos a jugar los niveles que nos habíamos «saltado» en su momento.

El diseño de los personajes se basa en lo impuesto en la primera entrega de Golden Axe, eso sí, con un mayor nivel de detalle, sprites más grandes y un catálogo de animaciones mucho más amplio. La perspectiva en la mayor parte del juego es la clásica de los beat’em up, con una vista lateral y desplazamiento horizontal, aunque en ciertas fases pasaremos a un cambio de perspectiva donde se imita la sensación de desplazarse en profundidad a través del eje Z. Musicalmente, de nuevo tenemos una colección de melodías míticas compuestas por el equipo formado por Makoto Uchida, Tomoyuki Kawamura y Masanori Takeuchi.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

Pinball (1983)

Cuando en 1985 Nintendo intentaba conquistar el mercado norteamericano con la versión occidental de la Famicom, es decir, la flamante Nintendo Entertainment System (NES), hizo una ambiciosa campaña de lanzamiento con 18 títulos iniciales. Entre ellos se encontraba Pinball, una versión de las famosas máquinas del millón que tan populares eran en el mercado occidental, por lo que podemos indicar que fue un movimiento inteligente por parte de la compañía nipona.

Sin embargo, no sería el debut en sí de Pinball, ya que el título anteriormente ya había salido para la propia Famicom y máquinas recreativas. Posteriormente, se ha incluido en diversas plataformas e incluso como minijuego en Animal Crossing de Game Cube. El equipo de desarrollo fue el Nintendo Research and Development 1, mítica división dirigida por Gunpei Yokoi y responsables de títulos tan memorables como Ice Climber, Kid Icarus o Metroid.

Pinball trata precisamente de la recreación de una máquina del millón, bastante simplificada para poder correr con fluidez en la arquitectura de la 8 bits de Nintendo. En la versión de NES se incluiría un modo de dos jugadores alternativos. La mesa es única, dividida en dos pantallas, evitando el scroll en favor del rendimiento. En ambas pantallas tendremos los correspondientes flippers, aunque unicamente en la inferior es donde estará el peligro de perder una bola. En las dos zonas existen todo tipo de pulsadores que, al pulsarlos en cierta combinación, aumentaran la puntuación. Además, cuenta con un nivel de bonus donde podemos ver a Mario jugando a una especie de Breakout para salvar de nuevo a Pauline, la fémina cautiva de Donkey Kong.

Como hemos indicado antes, el juego se encontraba limitado por las posibilidades que daba el hardware de Nintendo. La única mesa y el número de pulsadores se antojan algo escasos, además que la física de la bola es muy mejorable, con infinidad de rebotes raros que nos llevarán a la desesperación. Por otro lado, el juego no tiene implementado dar golpes a la mesa, por lo que no se puede modificar la trayectoria de la bola ni hay peligro de TILT.

Sin embargo, moviéndonos en los estándares de Nintendo no estaba mal, sobre todo teniendo en cuenta que era el único título de pinball para la consola en el momento de su lanzamiento. Si lo ponemos dentro del contexto de las máquinas arcade si queda más atrás, ya habían sido lanzados infinidad de títulos similares de mayor calidad e incluso en consolas de anteriores generaciones.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

Pang! 3 (1995)

Cinco años pasarían desde el lanzamiento de Super Pang hasta que Mitchell Corporation lanzara la siguiente entrega, Pang! 3 (Buster Buddies como título original). La vida en los recreativos de la segunda entrega de la saga fue extremadamente larga y, probablemente, esto propició el retraso en un desarrollo que no hacía falta. Super Pang se seguía colocando en los salones recreativos sin problema e incluso llegaron a estar simultáneamente ambas máquinas, ganando en popularidad por goleada la segunda.

Quizá por este gran peso que tenía Super Pang, desde Mitchell Corporation decidieron darle un completo lavado de cara a la franquicia, aunque manteniendo el concepto. El primero de los cambios fue la pareja protagonista, dejaremos a los hermanos Buster que den vueltas alrededor del mundo, porque para Pang! 3 tenemos un cuarteto de personajes completamente nuevo con diferentes características cada uno: Don Tacos, cuya arma por defecto es el doble arpón, que tan útil ha sido en anteriores entregas; Pink Leopard, en clara alusión a la Pantera Rosa, que cuenta con arpón simple, pero es inmune a la intervención de la dinamita y de los animales que aparecen en la pantalla; Captain Hog, un pirata que cuenta como arma principal con el doble gancho fijo; por último, Shelia la Ladrona, que puede lanzar simultáneamente dos arpones en ángulo de 45 grados.

En esta entrega, nuestro protagonista se ha quedado atrapado en un museo de arte y tendremos que acabar con las distintas bolas en muchos de los cuadros más conocidos del mundo. Como en Super Pang, podremos elegir entre el modo clásico por niveles y el modo pánico, una prueba de supervivencia y resistencia en la que no dejan de caer pompas del cielo. Aunque los personajes tienen su arma predefinida, podremos cambiarlas por las que vayan apareciendo en la partida: pistola láser, gancho fijo… así como coger diversos power ups como la dinamita que lleva al mínimo todas las bolas, las vidas extras o la diferente comida que aumenta nuestra puntuación.

Por lo demás, el sistema de juego es prácticamente igual en anteriores ediciones, más allá de las características propias de cada personaje. De hecho, lo habitual era escoger personajes como Don Tacos o Captain Hog, ya que su comportamiento era muy similar a los de los personajes de las primeras entregas. Lo cierto es que Pang! 3 no traía muchas novedades, lo que no animó a que los jugadores abandonaran Super Pang en favor de la nueva entrega. De hecho, algunos niveles son sospechosamente parecidos a algunos de los primeros juegos. No estamos diciendo que Pang! 3 fuese un mal juego, simplemente no aportaba nada que no se hubiese visto antes.

A nivel gráfico tampoco ofrecía excesivas novedades. Los personajes están modelados en 3D, pero siguen moviéndose en un escenario fijo bidimensional, donde las plataformas y los items son muy similares a anteriores entregas. Si cabe destacar la calidad de las copias de las pinturas que aparecen en el fondo. Respecto al sonido, pues mejor que en los dos primeros juegos, pero nada a destacar si tenemos en cuenta que ya nos encontrábamos en 1995.

Como hemos indicado, Pang! 3 no tuvo el éxito que debería, ya sea por su tardío lanzamiento o porque la sombra de Super Pang era demasiado alargada. De un modo u otro, lo cierto es que en un principio no hubo conversiones domésticas, aunque posteriormente se incluiría en diversas recopilaciones lanzadas por Capcom. La saga continuaría en 2000 con Mighty Pang, volviendo de nuevo a un corte clásico con los hermanos Buster de protagonistas.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

Robocop 2 (1990)

Tras la buena acogida que tuvo la primera entrega y aprovechando el estreno en 1990 de la película Robocop 2, Data East aprovecharía de nuevo su licencia del film para volver a atacar los salones recreativos con una fórmula similar. Sería en el mismo 1990 cuando el videojuego saliera a la calle y tendría las correspondientes versiones a cargo de Ocean Software para ZX Spectrum, Commodore 64, Amstrad CPC, Amstrad GX4000, Commodore Amiga, Atari ST, NES y Game Boy,

A nivel de jugabilidad, Robocop 2 es un juego que recoge el espíritu de la primera entrega y lo remoza un poco. Vuelve a tratarse de un run & gun pero, en esta ocasión, abandona el desarrollo 2D estricto y la perspectiva se gira un poco para dar profundidad, muy al estilo de los beat’em ups de la época. Como pasaría en el primer título, el juego sigue la trama de la película con emplazamientos y enemigos reconocibles para aquellos que hubiesen visto el film.

En los niveles principales manejamos a Robocop y nos deplazamos sobre un scroll horizontal, utilizando nuestra pistola para acabar con los enemigos que nos van apareciendo. En momentos puntuales de cada nivel, la pantalla deja de desplazarse y nuestro protagonista se gira hacia el fondo, apareciendo un punto de mira pasando el juego a ser un shooter al estilo de Cabal. Como suele ser habitual en el género, al final de cada nivel nos cruzamos con un enemigo de final de fase.

Las fases bonus, que nos permiten conseguir vidas extras, son similares a los de la primera entrega, aunque en esta ocasión a lomos de una motocicleta. Desde una perspectiva de primera persona. tenemos un punto de mira y tenemos que destruir todos los camiones y helicópteros que aparezcan para conseguir los correspondientes premios.

Como hemos indicado, el juego es una evolución lógica de la primera entrega y el apartado técnico es el principal activo de esa evolución. Aparte de dotar de profundidad, los gráficos son mucho más detallados, con sprites más grandes que permiten una mayor variedad en el diseño de los enemigos. Sin embargo, aunque el apartado gráfico es mucho mejor que el del primer videojuego de la serie, para la época en la que fue lanzado ya había títulos con este apartado más trabajado. No obstante, todo esto no quiere decir que técnicamente el videojuego no sea solvente y resulta realmente divertido. Probablemente, desde una perspectiva general nos encontramos con un título mucho mejor que la primera entrega pero, ni por asomo, llegaría al éxito del que abría la serie.

Respecto a las conversiones, se cambiara el sistema de juego respecto a la recreativa. De hecho, más que conversiones, se tratan de juegos realizados desde cero por Ocean. Se volvería al 2D puro y se apostaría por un estilo más enfocado al plataformas, con resultados desiguales según la plataforma, destacando las versiones de 16 bits.

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Ninja Commando (1992)

Si tenemos que hablar de uno de los primeros grandes éxitos de SNK, podemos indicar sin lugar a dudas a Ikari Warriors, un shoot’em up vertical inspirado en las películas de Rambo. Seis años más tardes, la propia SNK quería repetir éxito volviendo a la misma fórmula pero con otra temática y un apartado gráfico más actualizado. Se trata de Ninja Commando, un videojuego desarrollado por ADK y que no es más que un clásico shoot’em up con vestimenta ninja. Evidentemente no llegó a las cotas de popularidad de Ikari Warriors, pero sin duda se trata de un videojuego muy entretenido con una posición destacada dentro de los títulos de Neo Geo del género.

El juego lo protagoniza una pequeña tropa de élite formada por tres habilidosos ninjas: Joe, Ryu y Rayar Dragon. Su misión es la de conseguir detener a Spider y su Mars Corporation, que está usando una máquina del tiempo para ir al pasado, modificarlo y así poder controlar el futuro. Nuestros protagonistas tendrán que ir a distintas zonas y épocas históricas (el Antiguo Egipot, el Japón Medieval, la Edad de Piedra…) para ir acabando con los secuaces de Spider y, finalmente, eliminar su amenaza.

El funcionamiento es muy básico, ya que tendremos que ir avanzando verticalmente y hacia arriba a través de los siete niveles con los que cuenta Ninja Commando y enfrentarnos con un enemigo de final de fase al acabar cada uno de ellos. Con un botón realizaremos el ataque (Joe con shurikens, Ryu con bolas de fuego mágicas y Rayar con flechas incendiarias), mientras con el secundario podremos esquivar acrobáticamente hacia los lados a los enemigos lanzando un enorme shuriken mágico si justo después realizamos un ataque. Por último, el tercer botón nos permitirá realizar una magia especial, pero a costa de perder parte de nuestra barra de energía.

Las diferencias entre los tres personajes son más notables que en otros juegos similares. La velocidad, la potencia de ataque y el alcance varía sensiblemente de uno a otro. Por ejemplo, el ataque de Joe es más débil pero más amplio, mientras que el de Rayar es mucho más potentes pero prácticamente solo cubre lo que tiene enfrente. Si escogemos a un personaje que se adecue a nuestro estilo de juego, facilitará mucho el éxito de nuestra aventura.

Técnicamente nos encontramos con un videojuego que se encuentra muy por encima si lo comparamos con el Ikari Warriors de seis años antes, pero en 1992 sus gráficos no sorprendían tanto. Los diseños de los personajes se encuentran dentro de un estilo anime bastante usado por los videojuegos distribuidos por SNK de la época.

Eso sí, la jugabilidad y la respuesta de los controles es impecable, haciéndolo un juego muy entretenido y treméndamente adictivo. Como hemos indicado, no fue el más exitoso de Neo Geo, pero es habitual encontrarlo en los recopilatorios de SNK

En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

R-Type (1987)

Hoy toca hablar de uno de los shoot’em up más exitosos que han visitado jamás un salón recreativo: R-Type. El videojuego desarrollado por Irem, fue estrenado el 1 de Julio de 1987 en formato arcade con la distribución de Nintendo, teniendo un gran éxito en poco tiempo. Tal fue dicho éxito que un año más tarde hubo una verdadera avalancha de conversiones a dispositivos domésticos, curiosamente bajo el marchamo de SEGA en muchas ocasiones.

Nos encontramos en pleno siglo XXII, a los mandos de la flamante nave R9-a Arrowhead. Nuestra misión no puede ser más simple, acabar con las hordas alienígenas del Imperio Bydo. De esta manera, nos encontramos con un shoot’em up clásico de desplazamiento horizontal, pero que incorpora algunos elementos que lo hacen único.

Para realizar nuestra misión empezaremos equipados con un láser muy simple, pero que tiene la peculiaridad de poder cargarse si mantenemos el botón de disparo pulsado, de tal manero que podremos lanzar un gran rayo de energía en el caso de que lo completemos completamente. De igual manera, tenemos una cápsula conocida como Force, que mejora nuestro armamento, ya que podremos dirigirla y lanzarla a distintas zonas para mejorar nuestra capacidad de ataque y defensa. Dicha cápsula potencia los distintos power-ups que mejoren nuestro láser. Aparte de las mejoras del láser y la cápsula, podemos encontrar a lo largo de nuestra aventura otro tipo de añadidos como pueden ser misiles teledirigidos o cápsulas fijas que nos defiendan de los ataques superiores e inferiores.

Estos elementos de ataque en nuestra nave suponían toda una innovación en el género y de hecho nos ponen bien a prueba con su uso, puesto que la cantidad de enemigos en pantalla es ingente. Ahí viene precisamente otra de las virtudes de R-Type, ya que tiene una implementación realmente optimizada y en ningún momento se resiente la fluidez en la experiencia de juego, algo que no se puede decir de otros juegos similares de la época.

Respecto a las conversiones, por regla general fueron muy acertadas. Las versiones de 8 bits fueron aclamadas por la crítica de la época, aunque se tendría el problema de la aparición de diversos clones piratas. Pero las realmente sorprendentes fueron las de 16 bits que prácticamente son conversiones 1:1 y que dicen mucho de la optimización del juego.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

Indiana Jones and the Temple of Doom (1985)

Indiana Jones suele ser un personaje recurrente dentro de los videojuegos pero de forma casi exclusiva dentro de los dispositivos domésticos. El juego que hoy vamos a comentar es una excepción con una visita por parte de Indy a los salones recreativos. Aprovechando el tirón de la película de 1984 Indiana Jones y el Templo Maldito, Atari usó la licencia que tenía sobre la película, para llevar en 1985 al mundo arcade las aventuras del más famoso arqueólogo.

El juego se centra en la infiltración de Indy en la guarida de los Estranguladores. Allí tendrá que liberar a los niños que trabajan como esclavos, recolectar las piedras de Sankara del templo de Kali y, finalmente, acabar con el malvado Mola Ram.

Aunque al final del juego contamos con el enfrentamiento con Mola Ram, básicamente el juego está estructurado en tres tipos de niveles que habrá que repetir varias veces. El primero de ellos se localiza en las minas subterráneas, donde tendremos que liberar a los diferentes niños esclavos, los cuales están encerrados en jaulas y que liberaremos utilizando nuestro látigo sobre las cerraduras. Las minas tienen una forma de laberinto que hará que tengamos que explorar bastante hasta encontrar a todos los niños. Nuestros enemigos serán los miembros de los Estranguladores, las caídas a gran altura y los corazones de fuego que, eventualmente, nos lanzará Mola Ram, contando como única defensa con nuestro látigo.

Una vez hayamos rescatados a los niños tenemos que escapar de la mina usando para ello una vagoneta, con lo que comenzaremos el segundo nivel. De esta manera se recrea una de las escenas más míticas de la película con la persecución en la vagoneta. Pasamos a una perspectiva isométrica manejando la vagoneta de Indy quien tendrá que evitar ser alcanzado por la vagoneta enemiga. Para ello puede usar directamente su látigo contra ella o bien tumbar barriles o piedras en las vías. Hay que ser cuidadoso a la hora de seleccionar nuestra ruta para evitar trampas y enemigos, así como conseguir una velocidad que nos permita escapar, pero que no haga imposible de controlar nuestro vehículo.

Tras esto pasaremos al templo, donde tendremos que coger una de las piedras de Sankara, evitando una serie de trampas. Cuando hemos realizado esta secuencia tres veces, pasaremos a la fase del puente de cuerdas, donde tendremos que mover a nuestro protagonista a izquierda y derecha para evitar que pierda el equilibrio. Si conseguimos llevar las piedras de Sankara al otro lado del puente, conseguiremos acabar con Mola Ram.

El interés del juego no va mucho más allá del uso de la licencia, la cual está bien ambientada pero su jugabilidad peca de simpleza. Probablemente, de no ser inspirado por Indy, este juego habría caído en el olvido. A nivel técnico no es especialmente destacable más allá de las voces digitalizadas de Harrison Ford y el uso de la banda sonora de John Williams. No obstante, Atari iba a aprovechar su licencia y realizaría conversiones para todo tipo de dispositivos domésticos de la mano de US Gold, con desigual fortuna a la hora de la conversión pero buenos resultados en líneas generales en lo que se refiere a ventas.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

Sly Spy (1989)

Es una obviedad afirmar que James Bond es todo un icono cultural tanto de la segunda mitad del siglo pasado como en la actualidad. Los textos de Ian Fleming sobre el agente secreto al servicio de Su Majestad no solo han inspirado las películas de tan singular personaje, sino que prácticamente crearon un género por sí mismos. Es por esto que, a pesar de que era el momento en que la franquicia de 007 pasaba por su peor momento, está claro que el juego que hoy analizamos, Sly Spy, está claramente influenciado por estas aventuras.

Sly Spy fue desarrollado y distribuido por Data East en 1989, originariamente para máquinas recreativas, si bien contaría con diversas conversiones para ordenadores tanto de 8 como de 16 bits. El equipo de desarrollo se encontraba capitaneado por Makoto Kikuchi, contando con Kazuhiro Takayama en el trabajo de hardware y Tac H. en lo que se refiere a la programación.

El argumento se inspira en las tramas de James Bond, aunque en esta ocasión, nuestro protagonista trabaja para el servicio secreto estadounidense y no el británico. Son muchos los homenajes al personaje de Fleming y el primero de todos está en la elección del nombre del protagonista, que será una combinación a nuestra elección de tres dígitos, en clara referencia del 007 de Bond. La misión consiste en rescatar a la Primera Dama, que ha sido secuestrada por un grupo terrorista conocido como CWD en la mismísima Casa Blanca.

Sly Spy es un plataformas de acción cuyo principal atractivo se encuentro en la gran variedad de situaciones que nos propone. Empezaremos la partida saltando al vacío desde un avión sobre Washington D.C. donde, a punta de pistola, tendremos que abatir a los paracaidistas del CWD. Una vez llegado a suelo firme, empezaremos un nivel clásico del género, que será el más habitual del juego donde, a pie, tendremos que ir eliminando enemigos hasta llegar al jefe final del nivel. Posteriormente nos encontraremos con un nivel en motocicleta y un par con traje de submarinista que ayudan a darle variedad al conjunto.

Si bien el juego no supuso una gran revolución, su temática, la variedad de niveles y un sitema de juego muy simple lo convirtió en un juego muy divertido con bastante éxito en los salones recreativos. El trabajo gráfico se encuentra con un nivel bastante alto, seña de identidad de Data East, donde podemos encontrar diversos elementos reconocibles de la temática de las películas de espías. La banda sonora, obra de Azusa Hara e Hiroaki Yoshida, también se encuentra por los mismos derroteros, ayudando a la ambientación del juego y, de paso, «camuflando» el catálogo de efectos sonoros más bien escaso.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

Lethal Enforcers (1992)

Siguiendo la estela de éxito en los salones recreativos de los shooters con tecnología Laserdisc del estilo de Mad Dog McCree, Konami decidió lanzar un videojuego en el que se hiciera el uso de una pistola de tecnología láser como periférico, pero usando su hardware habitual, sin necesidad de recurrir al Laserdisc: Lethal Enforcers. Esta simplificación del sistema, permitió facilitar la conversión del juego a plataformas domésticas como Super Nintendo, Mega Drive, Mega CD y PlayStation.

En Lethal Enforcers encarnamos al oficial de la policía Don Marshall, que trabaja para la policía de Chicago. La historia comienza cuando Don se está tomando un descanso en la tienda de donuts y recibe una llamada de la comisaría, en la que le avisan que una gran organización criminal se ha hecho con el control de la ciudad y han acabado con los principales oficiales de la policía. Tan solo él y su compañero tienen la posibilidad de acabar con esta amenaza.

Nuestra aventura se divide en cinco niveles: el atraco al banco, el asalto a Chinatown, el secuestro, los traficantes de droga y el sabotaje a la planta química. En cada uno de ellos tenemos una perspectiva de primera persona, teniendo que apuntar y disparar con la pistola a los distintos enemigos que vayan apareciendo. Si tardamos demasiado en abatirlos, éstos pueden dispararnos perdiendo una vida. También hay que tener cuidado de no disparar contra ciudadanos inocentes, ya que también nos hará perder vidas.

En el juego comenzamos con una pistola básica con un cargador de seis balas, teniendo que disparar fuera de la pantalla para que se recargue. En diversos momentos del juego puede aparecer nuevo armamento más potente, que podemos conseguir disparando contra ellos. Estas armas son más potentes pero su munición es más limitada. Al acabar un nivel se nos muestra las estadísticas del nivel, en el que se nos asigna un rango policial dependiendo de nuestro desempeño en el nivel. De igual manera, existen niveles bonus con diferentes pruebas en galerías de tiro.

Konami desestimó el uso del laserdisc y, por tanto, no podía hacer uso de vídeo con la tecnología del momento. En su lugar, se utilizó imágenes fotográficas reales digitalizadas que, aunque no eran tan efectistas como el vídeo, facilitaba el proceso de programación y diseño de niveles, ya que se podían colocar los personajes libremente en cualquier zona del nivel. Este sistema facilitó su conversión a los dispositivos domésticos con gran fidelidad al original, aunque estas versiones tuvieron su polémica en Estados Unidos, debido al uso de imágenes reales como enemigos. El apartado técnico se completa con la banda sonora de Kenichiro Fukui.

El juego funcionó lo suficientemente bien como para que en 1994 se lanzara Lethal Enforcers II: Gun Fighters, en esta ocasión inspirado en el western. La trilogía se completaría diez años después con Lethal Enforcers 3, más similar argumentalmente a la primera entrega, pero con una tecnología mucho más avanzada.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego:

Centipede (1980)

Centipede es un videojuego de Atari que llegaría a los salones recreativos en 1980. El título fue desarrollado por todo un clásico de los primeros años de la compañía norteamericana, Ed Logg (Asteroids, Lyle Rains) y que con Centipede se encontraba ante un reto muy especial: desarrollar uno de los primeros videojuegos en incorporar inteligencia artificial. Para ello contaría con la ayuda de Dona Bailey, toda una experta en esta materia y que, de esta manera, se convertiría en una de las primeras mujeres involucradas en el desarrollo de videojuegos.

La premisa del juego es muy simple, tendremos que ir pasando nivel a nivel, destruyendo en cada uno un ciempiés gigante que no dudará en devorarnos, amén de un sinfín de insectos de gigantescas proporciones con las mismas intenciones que el miriápodo.

Centipede es un shoot’em up vertical, en el cual nuestro personaje, representado por una cabeza de aspecto élfico, podrá moverse en el tercio inferior de la pantalla, disparando un laser de abajo arriba. El escenario es una gran extensión donde se encuentran colocadas una serie de setas y de la parte superior aparecerá un ciempiés que se ira moviendo de arriba a abajo y de forma lateral, teniendo en cuenta que al encontrarse con una seta variará el sentido de su movimiento.

Si disparamos a una parte del ciempiés, ésta desaparecerá y se convertirá en una nueva seta, lo que hace aún más errático el movimiento del ciempiés, Como podéis imaginar, las setas se convierten en un verdadero problema, ya que un área con muchas setas hará descender al ciempiés rápidamente,  por lo que también podremos destruirlas si impactamos un cierto número de veces sobre ellas. Si el ciempiés llega al borde inferior de la pantalla, volverá a subir, pero se quedará en la zona de movimiento del personaje, pudiéndose regenerar.

El problema no se limita al ciempiés, ya que según vayamos avanzando en los niveles, aparecerán otro tipo de insectos como arañas, escorpiones (que vuelven venenosas las setas) o pulgas (que pueden generar setas). El movimiento de estos enemigos no responden tanto a patrones y se irán desplazando dependiendo del lugar donde se encuentre nuestro personaje.

A nivel técnico no supone ningún avance espectacular, más allá de los conatos de inteligencia artificial que se le implementaron a los insectos, bastante avanzados para la época. Si es cierto que el sistema de juego es más complejo de lo habitual y en muchas ocasiones daba respeto a jugadores inexpertos. Por lo demás, dentro de las posibilidades del hardware de Atari de la época.

A pesar de su peculiaridad, el juego funcionó bastante bien y surgieron infinidad de clones de otras compañías. Por su parte, Atari lanzaría el juego para sus consolas, mientras que a lo largo de los años, diversas desarrolladoras sacarían versiones para distintas plataformas, llegando las últimas hasta nuestros días para dispositivos móviles. Por otro lado, Ed Logg desarrollaría una secuela bajo el nombre de Millipede en 1982, de características similares pero con alguna meora técnica.

En este vídeo podéis ver cómo es el juego