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The Super Spy (1990)

Tras el fín del auge de los beat’em up bidimensionales (aunque sagas de juegos como Metal Slug nos demuestran que este subgénero puede funcionar hoy día), actualmente los juegos de acción suelen consistir en FPS o en juegos en tercera persona con una perspectiva desde atrás. Pero antes de que se estandarizan ambos subgéneros, a principios de los 90 existieron todo tipo de «experimentos» en busca de nuevos estilos visuales y de juego. Es el caso de The Super Spy, un videojuego desarrollado por SNK para la Neo Geo que contaba con una perspectiva y un modo de juego bastante novedoso. Dicho estilo de juego, consistía en una peculiar utilización de la perspectiva en primera persona que, aunque no terminó de funcionar, si tuvo su cierta relevancia y también sería utilizado por SNK en Crossed Swords.

The Super Spy se encuentra protagonizado por Roy Heart, un agente de la C.I.A. que se encuentra ante su misión más difícil y peligrosa. Roy tendrá que infiltrarse en un rascacielos de un fabricante de coches, que se encuentra infestado de terroristas, teniendo que llegar al piso más alto. Mientras pasamos por los distintos pisos del edificio, tendremos que ir rescatando a diversos rehenes que han tomado los terroristas y acabar con distintos jefes, hasta llegar a la cima del edificio y nos enfrentemos al líder.

El sistema de control era bastante original. Nos encontramos con una perspectiva en primera persona que, principalmente, nos permitira desplazarnos lateralmente por los pasillos del edificio, aunque en ocasiones podremos desplazarnos por pasillos de frente y entrar en distintas habitaciones cuando nos pongamos frente a la puerta. Este sistema daba una cierta sensación de tridimensionalidad que funcionaba bastante bien, más que por su calidad, por lo novedoso del sistema. De nuestro protagonista únicamente podremos ver sus puños o el arma que lleve en cada momento.

El juego lo comenzaremos armados con una pistola con la munición bastante limitada y un cuchillo que no tarda en deteriorarse. En alguna ocasión podremos conseguir una metralleta pero, de nuevo, nos encontraremos con una munición limitada, lo que hace del cuerpo a cuerpo el principal modo de ataque (y el principal handicap de dificultad del videojuego). Sin armas podremos hacer uso de los puños o de patadas, pudiéndonos defender bloqueando los ataques e incluso agachándonos.

Gráficamente nos encontramos con un juego interesante a la hora de dotar de perspectiva a los escenarios y mejorar la sensación 3D. Por desgracia, los personajes eran demasiado «planos» no terminando de quedar bien sobre los escenarios, además de contar con unos movimientos poco fluidos. Aún así, nos encontramos con un videojuego bastante divertido y que resultaba un verdadero reto, tanto por su dificultad como por la necesidad de amoldarse al nuevo sistema de juego. En cuestión de audio nos encontramos con todos los clichés de SNK, tanto con el estilo de la música como con los efectos sonoros.

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Killer Instinct (1994)

Killer Instinct es un videojuego de lucha que fue lanzado originalmente para máquinas recreativas por Rare y Midway en 1994. Durante mucho tiempo se llegó a rumorear que el videojuego estaba siendo preparado para la futura Nintendo 64 (que por aquella época el prototipo era conocido como Ultra 64), aunque no se sabe a ciencia cierta, sobre todo teniendo en cuenta de que fue lanzado incialmente para arcades y que, aunque Nintendo lo publicaría para Super Nintendo y Game Boy, jamás vió la luz para la Nintendo 64. Sea como fuere, lo cierto es que el videojuego tuvo su cierta repercusión gracias a su poderío gráfico, en especial en la versión de SNES, ya que las consolas rivales por aquellos días no ofrecían títulos con este salto de calidad.

Killer Instinct se encuentra ambientado en un futuro donde la contaminación ha hecho una mella importante en el planeta. Esto ha derivado en un caos absoluto en la Tierra, que los gobiernos no son capaces de controlar, pasando dicho control a las grandes multinacionales. De éstas destaca Ultratech, dedicada a la fabricación de armamento. Para probar sus productos, dicha corporación organiza un torneo llamado Killer Instinct, donde los combatientes luchan a vida o muerte. Como premio, Ultratech dará al ganador lo que quiera, para ello, tendrán que derrotar a todos los oponentes y, finalmente, enfrentarse a Eyedol, una criatura de otra dimensión.

El videojuego cuenta con diez personajes seleccionables más Eyedol (aunque existe un truco para desbloquearlo), cada uno con sus características y formas de ataque propias. Killer Instinct cuenta con tres modos de juego. En la partida individual nos encontramos con el típico sistema de juegos de lucha, es decir, combates al mejor de tres asaltos, pasando por cada uno de los distintos personajes. En el modo práctica podremos practicar las diversas técnicas de los personajes al enfrentarnos a un rival inmóvil. Por último contamos con el modo Torneo para más de dos jugadores, en el que se realiza una especie de liguilla compitiendo por tener más victoria, usando el sistema de «rey de la pista».

Como ya hemos comentado, lo más destacado del videojuego es su apartado gráfico. Como novedad hacía uso de los gráficos pre-renderizados (tecnica que también se usaría en Donkey Kong Country), lo que le daba una mayor profundidad y realismo a los personajes. Estéticamente, es un videojuego que recuerda a Mortal Kombat, si bien es muy superior técnicamente. La banda sonora sería lanzada bajo el título de Killer Cuts en un pack junto al juego.

Algunas de estas excelencias gráficas (así como los videos introductorios) tuvieron que ser atenuadas para las capacidades del cartucho de 32 Megabits de Super Nintendo y, evidentemente, un juego mucho más simple para Game Boy. En 1996 sería lanzado Killer Instinct 2. Basado en este último, sería lanzado el mismo año Killer Instinct Gold para Nintendo 64, llegando por fín un título para la videoconsola que, en teoría, debería ser la primera en haberlo tenido.

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Tapper (1983)

En esta ocasión tenemos un videojuego que, de publicarse hoy día, traería más de una polémica por considerarse poco políticamente correcto. Se trata de Tapper, un videojuego desarrollado y lanzado por Bally Midway, en el que tomamos el papel de un simpático camarero que tiene que tirar la mayor cantidad de cerveza posible. Tapper sería desarrollado por Steve Meyer (programación), Scott Morrison (gráficos), Rick Hicaro (sonido) y Elaine Ditton (soporte). El videojuego se puede encontrar bajo diversos títulos como Root Beer Tapper o Soda Pop Tapper (para evitar la relación con el alcohol) e, incluso, patrocinado por alguna conocida marca de cerveza como Budweiser.

La mecánica del juego es tan simple como adictiva. Nos encontramos en algún tipo de local de copas de éxito y no paran de llegarnos sedientos clientes que quieren llenar sus gargantas con zumo de cebada. Cada nivel se compone de una serie de largas barras, donde nuestro protagonista se encontrará en un extremo con los tiradores de cerveza y los clientes van apareciendo por el otro extresmo. Según vayan apareciendo los clientes en las distintas barras, tendremos que tirar una cerveza y lanzársela a lo largo de la barra, teniendo cuidado de no lanzar más cervezas de la cuenta, pues nadie la recogerá, caerá al suelo y perderemos una vida.

El objetivo de cada nivel es conseguir vaciar el bar sirviendo a todo el mundo. Para esto, en ocasiones, conseguiremos «arrastrar» al cliente al lanzarle la cerveza, volviendo a salir por el extremo por donde vino. Esto hay que realizarlo rápidamente con todas las barras, para evitar que vuelvan a aparecer. Además, nuestros clientes son muy impacientes y se irán acercándose cada vez más a la zona de tiradores, perdiendo una vida si llegan a alcanzarnos. Por otro lado, cuando los clientes acaben con su cerveza, volverán a lanzarnos la jarra vacía, que debemos evitar que alcance el suelo.

Aleatoriamente los clientes dejarán una cuantiosa propina que podremos recoger abandonando momentánemaente la zona de los tiradores. Según vayamos avanzando por los diferentes niveles, cada vez aparecerán más clientes y además se moverán más y más rápido, convirtiéndose en uno de los videojuegos más difíciles que nos podíamos encontrar en un salón recreativo. Entre nivel y nivel nos aparecerá una fase bonus, la cual consiste en una serie de latas de cervezas puestas en una mesa y un misterioso personaje que empezará a mover con brío algunas de ellas. Posteriormente las latas se mezclaran al más puro estilo trileros y tendremos que encontrar la cerveza que no ha sido movida para evitar terminar regados de cerveza de arriba a abajo.

Tapper cumplía tecnológicamente con creces para la sencilla mecánica que tenía. Nos encontramos con unos gráficos realizados con gran calidad, colorido y con mucho sentido del humor. Caben destacar los «sketchs» humorísticos tras completar un nivel, donde nuestro camarero se tomará una cerveza como premio y lanzará la jarra vacía al aire con catastróficos y simpáticos resultados. Por otro lado nos encontramos con un juego que cuidó bastante el apartado sonoro, algo no demasiado habitual por la época. Se realizarían diversas conversiones para dispositivos domésticos: Atari 2600, Atari 8-bit, ColecoVision, Commodore 64, ZX Spectrum, Amstrad CPC y BBC Micro. Actualmente el videojuego se encuentra disponible para PS2, PC, Game Cube y XBOX, gracias al recopilatorio Midway Arcade Treasures y mediante el servicio XBOX Arcade Live.

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Virtua Striker (1994)

Virtua Striker es un videojuego de fútbol lanzado por Sega (desarrollado por su subdivisión AM2) para máquinas recreativas. Pertenece a la serie de videojuegos denominados Virtua, termino que la compañía nipona utilizó por aquella época para referirse a sus videojuegos con modelado 3D como Virtua Fighter o Virtua Cop. El videojuego llegaría de forma exclusiva para los salones recreativos, diseñado para la máquina Sega Model 2.

Con Virtua Striker se pretendía que el uso de un entorno tridimensional no repercutiera en el dinamismo que requiere un videojuego para recreativas. La gran experiencia de SEGA en el campo de los arcades quedaría patente al desarrollar un videojuego tremendamente rápido y adictivo y que, además, sorprendiera técnicamente. Virtua Striker nos presenta un torneo mundial de selecciones nacionales, teniendo un amplio abanico de escuadras a elegir, cada una con sus características y tácticas propias. El sistema de eliminación es el del K.O., es decir el equipo que gana pasa a la siguiente ronda.

Uno de los grandes aciertos del juego se encuentra en la sencillez del control, ya que tan solo tendremos tres botones para usar (pase corto, pase largo y chut). Esto no resta jugabilidad, ya que una correcta combinación de estos botones con el joystick de dirección, permite realizar todo tipo de jugadas, apoyado en una inteligencia artificial que facilitaba el control y acceso al balón. La inteligencia artificial de los equipos rivales depende más de la ronda en la que nos encontremos que del equipo que tengamos enfrente, así, si nos enfrentamos a Brasil en la primera ronda sera sensiblemente más accesible que si nos lo encontramos en la final.

El potencial gráfico de Virtua Striker sería el principal argumento para su éxito en los salones recreativos. Nos encontramos con un estadio en tres dimensiones donde destaca especialmente el suave movimiento de la cámara, tanto en el desplazamiento como en el zoom que nos muestra con detalle cada jugada. El modelado de los jugadores es más simple, probablemente para no restar rendimiento, pero que, aún así era bastante destacable para la época de la que estamos hablando. En el aspecto sonoro nos encontramos con una serie de efectos de sonidos acompañados con el sonido ambiente del público, así como escuetos comentarios de algunos eventos.

El gran éxito del juego permitiría que en poco tiempo se convirtiera en una de las franquicias más importantes del sector arcade de SEGA. En 1997 se lanzaría Virtua Striker 2 que tendría su versión para Dreamcast y que en las máquinas recreativas tendría hasta cinco actualizaciones distintas. En 2001 llegaría Virtua Striker 3, que tendría una modificación un año después baho el nombre de Virtua Striker 3 version 2002 que también vería la luz para Game Cube. La última entrega llegaría en 2005 con Virtua Striker 4 con una actualización en 2006 bajo el título de Virtua Striker 4 version 2006.

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Asterix (1992)

El famoso galo, creado a partir de los guiones de René Goscinny y los dibujos de Alberto Uderzo, ha sido protagonista de numerosos videojuegos de todo tipo dentro del ámbito doméstico, pero en el mundo de las máquinas recreativas solo aparecería en una ocasión. Sería en 1992 cuando la compañía nipona Konami publicara un beat’em up horizontal (videojuego consistente en repartir estopa a todo lo que se mueva) donde llevábamos a Astérix y su intrépido amigo Obelix.

Aunque el videojuego no sigue fielmente el argumento de ninguno de los álbumes originales, si que veremos a nuestros protagonistas en los escenarios habituales de sus aventuras. De esta manera iniciaremos la partida dentro de la aldea gala (que resiste al invasor), donde tendremos que dar buena cuenta de los legionarios romanos que intentar hacerse con el control de la aldea. También estaremos en otros entornos que nos serán familiares como la arena del Circo Romano o las pirámides de Egipto.

Al empezar la partida elegiremos el personaje con el que llevaremos a cabo la aventura, pudiendo elegir indistintamente a Astérix u Obelix, existiendo incluso un modo de dos jugadores de manera cooperativa. Tendremos que dar buena cuenta de los romanos a base de puños, aunque los distintos movimientos de ataque innovaron en el género, ya que tenía un mayor toque humorístico con el que se pretendía respetar el comic original. Así podremos coger a los romanos y lanzarlos dando vueltas o dar puñetazos que los hagan «volar». El resultado fue bastante interesante y posteriormente sería seguido por otros videojuegos basados en este tipo de comics.

Aparte de los niveles normales donde repartir tortas, nos encontramos algunos niveles bonus como en el que tenemos que ponernos a las riendas de un carro en el Circo Máximo. Durante la aventura nos iremos cruzando con distintos personajes de los comics. Por un lado los enemigos de cada zona que corresponden a los de los libros (por ejemplo, Paletabis y Tornavis en Egipto), así como los distintos centuriones romanos. Por otro lado nos encontraremos a algunos de los amigos de Astérix y Obélix, como la bella Falbalá que nos dará más energía gracias a uno de sus besos.

En el apartado técnico destaca una gran labor gráfica que respeta al máximo el trazo original. Los personajes están perfectamente diseñados y son fácilmente reconocibles. En los escenarios también hay un gran trabajo, emulando siempre los dibujos de Uderzo y pudiéndose reconocer de forma casi automática alguna de las localizaciones más caracteristicas de las aventuras del galo. Se puede afirmar que el trabajo gráfico estaba por encima de la media de los beat’em up de la época, sin que el sentido humorístico le reste calidad. Por desgracia el sonido no acompaña, también se le intento dar un toque humorístico y la banda sonora peca de ñoña y repetitiva que, aún así, no ensombrece el resultado final.

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Circus Charlie (1984)

Circus Charlie es un divertido juego de plataformas desarrollado por Konami y que llegaría a los salones recreativos en 1984. Ese mismo año sería lanzado para la computadora de 8 bits MSX, llegando la versión para NES en 1986 y la de Commodore 64 en 1987, de la mano de Soft Pro. En Circus Charlie tomamos el papel de un divertido «clown» que es la estrella de un circo. Nuestra misión es realizar con éxito los seis eventos de los que cuenta el programa de dicho circo. El videojuego conseguiría una gran fama dentro del mundillo de los salones recreativos, por un lado porque representaba una propuesta original muy variada (aunque puede que basada en el título Circus de 1977) y por otor por una factura técnica bastante destacable para lo que se podía ver por la época.

La primera prueba a la que se enfrenta Charlie es el archiconocido número de los anillos de fuego. Por si fuera poco lo haremos a lomos de un león, de tal manera que tendremos que precisar bien cuando dar el salto para evitar abrasarnos. Los aros son de distintos tamaños (los pequeños suelen tener una bolsa de dinero con puntuación extra) e, incluso, aparecen dos seguidos. Además, puede que nos encontremos con diversos obstáculos en el suelo que debemos tener en cuenta para evitar caer sobre ellos tras el salto. En el segundo número tendremos que hacer de fonambulista, teniendo cuidado con unos monos que pretenden hacernos caer al suelo. Para evitarlos, de nuevo tendremos que saltarlos pero teniuendo cuidado, ya que hay unos simios morados que también saltan.

La tercera prueba de la función es el camino de camas elásticas. Tendremos que realizar un recorrido saltando de una cama elástica a otra. Aunque parezca sencillo, no lo es, ya que entre cama y cama hay «tragafuegos» que no dudarán en intentar quemarnos el trasero. Ya llevamos la mitad de la función y ahora nos toca hacer equilibrios sobre balones gigantes. De nuevo tendremos que completar un recorrido, pero en esta ocasión tendremos que llegar a la meta saltando de un balón a otro evitando caer en el suelo. La dificultad de la prueba está en el movimiento de los balones, que es de lo más antinatural, lo que dificulta la previsión del salto.

La quinta prueba consiste en ponernos a lomos de un caballo y empezar a galopar con el. En el camino nos encontraremos con unos trampolines en el aire, de tal manera que tendremos que saltar, rebotar en ellos y caer de nuevo a lomos de nuestra montura. Y llegamos al gran número final, donde tendremos que vernorlas con los trapecios. Tendremos que ir saltando de uno a otro, siendo la coordinación esencial para no acabar de bruces en el suelo. Para ello, en ocasiones tendremos que ayudarnos de una cama elástica puesta en el suelo, o bien conseguir engancharnos a los brazos de otro trapecista. Como solía ser habitual en las máquinas de la época, al finalizar con éxito este nivel, el juego volvía a iniciarse en la fase inicial con una mayor dificultad.

En el apartado gráfico destacaba especialmente el colorido con el que contaba, ambientando muy bien lo que era una pista de circo. El diseño de los personajes era simple, pero bastante divertido, acoplándose perfectamente a la mecánica del juego. La banda sonora, con temas circenses, ayudaba a la ambientación, destacando que en la prueba del trapecio suena Danubio Azul de Johann Strauss. En 2007, un fan conocido como D-Man realizaría un remake para PC.

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Splatterhouse (1988)

Splatterhouse es un beat’em up desarrollado y publicado por Namco en 1988 pero que, por su argumento y ambientación, es considerado en muchas ocasiones como un precursor del género del «survival horror», que llegaría a su punto álgido con títulos como Alone in the Dark, Silent Hill o Resident Evil. Splatterhouse fue desarrollado originalmente para máquinas recreativas, si bien se desarrollarían conversiones para Turbografx (que contenía un aviso parental por la naturaleza violenta del videojuego, algo no muy habitual por aquella época), PC y FM Towns, estando actualmente disponible en el servicio Virtual Console de la Nintendo Wii.

La historia comienza en un lugar conocido como West Mansion, donde el parapsicólogo Dr. West está llevando a cabo una serie de experimentos de extraña factura y misterioramente desaparece sin dejar rastro. Rick Taylor y su novia Jennifer van a la mansión para la realización de un trabajo escolar, siendo sorprendidos por una violenta tormenta y no quedándoles más remedio que refugiarse en la casa. Allí Rick recibe un golpe quedando incosciente y Jennifer es secuestrada. Cuando Rick se despierta se encuentra con una miseriosa máscara en su cara que no se puede sacar, además de contar con una increible fuerza que utilizará para enfrentarse a los misteriosos monstruos que habitan la casa y rescatar a Jennifer.

El juego se presenta con una vista lateral bidimensional, aunque con la peculariedad de que el personaje protagonista se mueve sobre un escenario plano en el que tan solo puede moverse a izquierda o derecha. Rick puede dar tanto puñetazos como patadas, así como una patada espacial de una mayor fuerza pudiendo, además, hacer uso de diversos objetos que se vaya encontrando por el camino.

Gráficamente nos encontramos con un videojuego que destacaba por su ambientación. Aparte de haber un buen trabajo en este sentido, la temática de terror había sido poco utilizada hasta entonces en el mundo de los videojuegos, por lo que la sorpresa era doble. De esta manera nos encontraremos a una buena cantidad de monstruosas criaturas pululando por una mansión que bien podía haber salido de una película de terror. A esta ambientacion ayuda una banda sonora algo repetitiva pero que es tremendamente efectiva.

Las diversas conversiones de Splatterhouse fueran víctimas de diversas modificaciones bien para adaptarlas a las necesidades de la máquina, bien por otros motivos, como en el caso de Turbografx, donde se cambió la máscara de hockey por una roja, para evitar paralelismos con el protagonista de la saga cinematográfica Viernes 13. En 1989 aparecería de forma exclusiva en Japón, una versión para NES bajo el título de Splatterhouse: Wanpaku Graffiti, con un caracter humorístico adaptándose al público objetivo de Nintendo. La saga se quedaría ya exclusivamente en las videoconsolas, apareciendo en 1992 Splatterhouse 2. En 1993 se lanzaría Splatterhouse 3, un videojuego que no llegaría a ver la luz en Europa. Actualmente se encuentra en desarrollo un remake del juego que, según las previsiones, será publicado en 2009.

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The King of Dragons (1991)

The King of Dragons fue lanzado para máquinas recreativas por Capcom en 1991. Se trata de un juego de acción clasificado dentro del subgénero «hack and slahs» (es decir, un videojuego de acción pero con elementos más típicos de RPG como la subida de niveles). En este sentido, podemos ver bastante similitudes con Knights of the Round (de hecho ese título vendría derivado del éxito de The King of Dragons, si bien el título que hoy nos ocupa era más simple respecto al control, por lo que se hacía ideal para todo tipo de jugadores. La máquina tuvo bastante éxito, lo que se tradujo en una conversión para Super Nintendo que se publicaría en 1994. Más adelante aparecería para PS2, XBOX y PSP dentro de la colección de recopilatorios Capcom Classics Collection.

El videojuego se desarrolla a traves de 16 fases dentro de un entorno fantástico-medieval. Se nos dá la posibilidad de elegir entre cinco personajes: el enano, el elfo, el mago, el guerrero y el cruzado, pudiendo haber simultáneamente hasta tres jugadores humanos. El guerrero es el personaje más equilibrado, siendo una buena opción para empezar a hacerse con el juego; el elfo cuenta con un arco, lo que le permite el ataque a distancia, si bien su daño no es muy grande; el cruzado cuenta con una fuerza poderosa que contrasta con su lentitud; el mago era para muchos el mejor personaje si nos haciamos con su manejo, mientras que el enano era el personaje con el que más dificultad pasamos para terminar The King of Dragons.

Como ya hemos comentado, uno de los puntos interesantes del juego es la posibilidad de ir aumentando de nivel a nuestro personaje a medida que vayamos eliminando enemigos y adquiriendo experiencia. Cada personaje cuenta con dos elementos (arma y escudo, arco y flecha…) que se irán mejorando según avancemos en el juego. Por otro lado nos encontraremos todo tipo de objetos que nos mejorarán la salud como la comida, aumentarán los puntos como las gemas o magias de distintos tipos. El control se basa en un botón de disparo y otro de salto que, pulsados a la vez provocarán la invocación de una magia. Además los personajes que portan escudo pueden hacer uso de él para defenderse.

Técnicamente nos encontramos con una autentica maravilla. Unos escenarios cuidados al límite y altamente inspirados por la literatura fantástica. Es destacable también la variedad y el diseño de los personajes lo que, añadido a la longitud del juego, lo convierte en toda una aaventura época que sorprendió al público. La banda sonora fue a cargo de Yoko Shimomura, viejo conocido en la múscia de videojuegos participando en proyectos como Street Fighter II, Super Mario RPG o Kingdom Hears.

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Puzzle & Action: Tant-R (1991)

Hoy vamos a hablar de un videojuego que, a pesar de haber sido editado exclusivamente para Japón, llegaría a ser muy popular en Europa. Esta curiosa circustancia viene dada por la división por zonas en la distribución de videojuegos, de tal manera que a Japón le correspondía una zona, a EEUU y Canadá otra y a Europa otra distinta. El asunto estaba en que muchos salones recreativos y bares adquirían videojuegos de forma ilegal que no pertenecían a su zona para conseguir un precio más económico. Muchas veces las diferencias eran inapreciables, pero saltaba mucho a la vista cuando el juego era exclusivo para Japón y entonces los textos aparecían en el idioma nipón. Este es el caso de Puzzle & Action: Tant-R, un gran videojuego de habilidad que terminaría apareciendo con bastante asiduidad en Europa. Fue una pena que no traspasara las fronteras asiáticas de forma oficial, ya que la calidad del título lo merecía.

Al videojuego se le puede considerar como una especie de spin-off del clásico de Sega Bonanza Bros. ya que, aunque no haya una referenmcia explícita, el estilo del diseño de los personajes recuerda enormemente a ese videojuego. Tomamos el papel de un personaje vestido al estilo de Sherlock Holmes que tiene como misión ir arrestando a diversos personajes que se han esapcado de prisión. Para conseguir esto deberemos ir pasando diversos minijuegos de habilidad de lo más variopinto, existiendo hasta 16 pruebas distintas con diferentes pruebas de habilidad de nivel creciente según el nivel en el que estemos.

La selección de prueba se realiza mediante una especie de menú principal donde aparecerán cuatro pruebas de forma aleatoria y, a toda velocidad se irán iluminando, realizándose la prueba que esté iluminada cuando se pulsa el botón de acción. También podía aparecer un corazon en dichas casillas, por lo que conseguiríamos aumentar nuestro nivel de vida, pero la prueba sería seleccionada aleatoriamente. Esto suponía un cierto riesgo, en especial jugándose en Europa, ya que existía una de las pruebas que era totalmente imposible de realizar si no sabíamos japonés, ya que hay que seguir ciertas instrucciones que se nos indican en pantalla.

Las pruebas eran muy variadas, siendo algunas muy originales: conseguir parar un cronómetro en cierto intervalo de tiempo, conseguir realizar una fotografía a un objeto que pasa a toda velocidad, el típico juego de los trileros realizado con sombreros de copa, conseguir encontrar la salida de un laberinto, completar un puzzle, contar el numero de cubos que hay en una figura, etc… Todas las pruebas contaban con un denominador común, una excepcional jugabilidad. Por muy complicada que pudiese parecer en un principio una prueba, estaba diseñado para que, al menos, el manejo fuese sencillo. También destaca la fase bonus entre niveles, en el que manejaremos una avioneta para ir recogiendo globos que nos darán puntos y vida.

A pesar de que este tipo de juegos no precisan de una gran calidad técnica, lo cierto es que los gráficos estaban bastante cuidados para conseguir un equilibrio entre la originalidad del diseño y la claridad para la realización del juego. La música y los efectos no destacaban especialmente, pero se nota que el juego era exclusivo para Japón ya que tenían un destacado estilo nipón. Además de para máquinas recreativas, habría una versión para Mega Drive y otra para Saturn (dentro de la saga recopilatoria Sega Ages), apareciendo posteriormente en diversos recopilatorios. En 1994 aparecería la primera secuela, Puzzle & Action: Ichidant-R, basado en los mismos principios pero que no tuvo tanta relevancia fuera de Japón. La trilogía se cierra en 1997 con Puzzle & Action: Treasure Hunt, donde habría un salto de calidad gráfica aunque una jugabilidad similar.

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Galaxian (1979)

Hoy vamos a hablar de un videojuego que apareció como respuesta a Space Invaders. Estamos hablando de Galaxian, desarrollado por Namco y distribuido por la propia Namco en Japón y Midway Games en Norteamérica. Las similitudes con el juego de Taito son más que evidentes y, sospecha de plagio aparte, hay que ver a Galaxian como una evolución de Space Invaders, lo que le supuso un cierto éxito en los salones recreativos al ofrecer algo más que el título original.

El sistema de juego es tremendamente simple, manejamos una nave espacial que se encuentra en la parte inferior de la pantalla y que se puede mover de izquierda a derecha. Nuestra misión es disparar contra las distintas hordas de marcianos que vayan apareciendo por la pantalla. Solo podrá haber un disparo en la pantalla, es decir, cuando lanzamos un proyectil no podremos lanzar el siguiente hasta que alcancemos un enemigo o se pierda por la parte superior de la pantalla. Dentro del ejército enemigo nos encontraremos con cuatro tipos: Zumbadores, Emisarios, Avispones y Comandantes; obteniéndose una mayor puntuación mientras más alta sea la zona de la pantalla donde se encuentren (actualmente el record mundial se encuentra en 399290 puntos de manos del inglés Gary Whelan). De forma aleatoria uno de estos enemigos puede lanzarse hacia abajo en la pantalla intentando alcanzarnos.

Técnicamente nos encontramos a un juego superior a Space Invaders. Para empezar, fue uno de los primeros videojuegos en utilizar una paleta de colores bastante amplia, con unos sprites animados a todo color, incluyendo explosiones y un movimiento realmente suave de los distintos elementos. También se utilizaban distintos colores para las distintas puntuaciones y textos que aparecen en la pantalla. Todo esto provocó un aspecto muy atractivo que hacía destacar a Galaxian entre otras máquinas. El apartado sonoro también se mejoró bastante y, aunque hoy en día resulta muy primitivo, lo cierto es que era un elemento diferenciador a otros videojuegos del momento.

Con la llegada de los dispositivos domésticos de videojuegos, muchos tendrían a Galaxian dentro de su catálogo. De esta manera se realizaron conversiones para Apple II, Atari 2600, Atari 5200, Atari 8-bit, ColecoVision, Commodore 64, Commodore VIC-20, NES, MSX, PC, ZX Spectrum, además de versiones más actuales para teléfonos móviles. La primera secuela aparecería en 1981 bajo el título de Galaga, que implementaba unos enemigos con una inteligencia artificial superior. En 1984 aparece Gaplus donde la nave protagonista también se puede mover verticalmente. En 1988 se lanza Galaga’88 con un sistema de juego similar pero unos gráficos superiores y en 1990 Galaxian 3 para Laserdisc, que aparecería en parques temáticos y que permitía hasta seis jugadores.

En este vídeo podeis ver como era el juego: