A lo largo de la historia de los videojuegos hemos tenido multitud de ejemplos de máquinas que o bien se adelantaron a su tiempo, o bien no se lanzaron en el momento indicado, y terminaron fracasando sin que eso quitara un ápice de calidad al producto. La Vectrex es un gran ejemplo de ambas circustancias, siendo la primera y única videoconsola que utilizó gráficos vectoriales; y con un lanzamiento el año previo a la gran crisis del videojuego de 1983.
El desarrollo de la Vectrex fue llevado acabo por Smith Engineering a principios de los 80, en un proyecto dirigido por John Ross y que consiguió una distribución inicial por parte de General Consumer Electronics (GCE). Su origen se encuentra en las pruebas que se realizaron sobre un CRT de 1 pulgada en el que pudieron programar videojuegos simples con el uso de gráficos vectoriales y así vieron el potencial que tenía dicha tecnología.
Tras casi dos años de trabajo, el producto fue presentado el 7 de junio de 1982 en el Summer Consumer Electronics Show de Chicago, con la vista puesta en la campaña de Navidad de ese mismo año. La consola se puso a un precio de 199 dólares y consiguió en dicha campaña unas ventas lo suficientemente interesantes como para llamar la atención de la juguetera Milton Bradley (MB), que ya había colaborado con Smith Engineering en la distribución de la Microvision en 1979. De esta manera, a principios de 1983, MB adquirió GCE y empezó una distribución más masiva en Estados Unidos y Europa, mientras que en Japón la distribución se realizó de forma cooperativa junto a Bandai.
La Vectrex era un sistema compacto que incluía un monitor vertical de 9×11 pulgadas y un mando integrado en la consola al que se le podía añadir un segundo mando de forma externa. A pesar de sus dimensiones y sus más de 6 kilos de peso, en su día se la consideró una consola portátil y tenía un asa al efecto. Internamente incluía Motorola 68A09 a 1.5 MHz, 1 KB de RAM, 8 KB de ROM y un chip de sonido General Instrument AY-3-8912. La consola tenía cargada en memoria el juego Mine Storm (un clon de Asteroids) y, aparte, tenía una ranura para cartuchos para la casi treintena de títulos que salieron en su momento.
La principal característica que diferencia a esta videoconsola del resto (incluyendo las de la actualidad) es la utilización de gráficos vectoriales. Mientras que la mayoría usa la rasterización en la que deben dibujarse todos los pixeles y el aspecto final queda dependiente de la capacidad de resolución de la máquina; en el caso de los gráficos vectoriales lo que se van es dibujando son líneas entre distintos puntos, lo que permite una mayor definición y más posibilidades de diseño. La única pega era que esta técnica no permitía el color, por lo que ese efecto se conseguía al incluir en los videojuegos una serie de láminas coloreadas para poner sobre la pantalla.
La innovación no se quedaba únicamente en los gráficos vectoriales, ya que también se puso mucho esfuerzo en el desarrollo de periféricos para la máquina. Los más destacados eran el lápiz óptico, que permitía pintar directamente sobre la pantalla (viéndolo aún hoy sigue sorprendiendo) y el casco para poder jugar a títulos con efecto 3D.
Como indicamos al principio, la consola pintaba muy bien y de hecho, probada a día de hoy es una maravilla, pero salió en un mal momento. La crisis del 83 hizo que las ventas fueran menores de lo esperado y los almacenes de MB estaban llenos de consolas que no conseguían salida y que finalmente fueron vendidas a bajo coste. La producción de la consola se paró en febrero de 1984 y se cancelaron los proyectos de mejora, que incluían el desarrollo de una consola en color. Como efecto colateral, fue el momento en el que MB tuvo que fusionarse con Hasbro, se canceló el soporte y los derechos volvieron a Smith Engineering que, tras varios intentos de revivir el proyecto, lo canceló definitivamente con la llegada de la Game Boy de Nintendo.
En este vídeo podéis ver un repaso al catálogo de la Vectrex: