En esta ocasión nos toca hablar de uno de los títulos pioneros en el género de lucha ya que, de hecho, son muchos los que afirman que este es el primer título del género. Dicha afirmación tiene cierta controversia, ya que otro sector afirma que el primero es el Heavyweight Champ de SEGA, que data de 1976, pero que los puristas del género de lucha lo enmarcan más en los títulos deportivos, concretamente de boxeo.
Sea el primero o no, lo cierto es que Warrior, a pesar de su simplicidad, impondría una serie de pautas que marcarían el camino a seguir dentro del género.
Warrior sería desarrollado por Tim Skelly, programador habitual de Cinematronics, con un destacado talento en la programación de títulos basados en gráficos vectoriales (Star Hawk, Sundance, War of the Worlds…). El título sería publicado por Vectorbeam, una compañía subsidaria de Cinematronics de corta vida especialista en videojuegos vectoriales y en la que Warrior sería el último título que desarrollarían.
El sistema de juego es verdaderamente simple, aunque original para la época en la que estamos hablando. Warrior nos presenta un enfrentamiento entre dos caballeros medievales, que observaremos desde una vista cenital. El sistema de control fue modificado respecto al proyecto inicial de su creador, que pretendía hacer uso de dos joysticks por jugador, uno para el control del guerrero y otro para el manejo del arma, sin embargo, restricciones económicas sobre su fabricación terminarían cambiando el segundo stick por un botón, lo que simplificó la fabricación y su manejo (aunque esto último quizá en exceso).
Como ya hemos comentado, los gráficos de Warrior eran vectoriales, la especialidad tanto de la compañía como del programador, el cual utilizaba unos rudimentarios sistemas de rotoscopia para simular el movimiento humano. Sin embargo, la gran flexibilidad que proporcionan este tipo de gráficos requerían demasiado potencial hardware para los costes de la época. Por eso, por limitaciones de la CPU, tan solo se programaron los dos luchadores y los escenarios estaban impresos en un adeshivo que se colocaba en la máquina (siendo imprescindibles para ver los precipicios y otros obstáculos). Esas mismas limitaciones, que no solventaban los pocos dispositivos domésticos de la época, provocaría que no hubiese conversiones para ninguna consola.
En este vídeo podéis ver cómo es el juego: