Hoy en día, los FPS’s (First Person Shooter) es un género totalmente en alza. Títulos como Quake, Doom o Counter Strike se encuentran entre los videojuegos de más éxito, peor aunque con el tiempo ha ido habiendo una mejora notable tecnicamente, todos tienen como base y espejo a Wolfenstein 3D. De hecho fue uno de los primeros juegos de los creadores de Doom: Id Software, capitaneado por John Carmack y John Romero (cofundadores de la compañía desarrolladora). No se puede decir que fuera el primer juego que intentaba la perspectiva tridimensional, pero desde luego fue el que dió con la tecla del éxito. La idea original fue cogida de una serie de juegos iniciada en 1981 para Apple II llamada Castle Wolfenstein.
Interpretamos el papel de William J. Blazkowicz, un espía aliado que es capturado por los nazis y encerrado en un castillo. La misión es, en principio, la de escapar del castillo. De hecho esa era la misión del primer episodio, misión que venía incluida de forma íntegra en la larguísima demo, ya que su distribución era shareware (conseguías gratis el primer episodio y luego comprabas los cinco restantes). Entre esas nuevas misiones estaba hacer fracasar los planes de guerra química del Tercer reich y eliminar al mismísimo Hitler.
El motor gráfico hoy en día puede parecer de chiste: no había ni techo ni suelo ni rampas ni escaleras, los objetos eran sprites perpendiculares al jugador, por lo que por muchas vueltas que dieras alrededor de un mueble siempre veías la misma perspectiva. Aún así fue totalmente revolucionario como concepto de juego y supuso un salto de calidad de los ordenadores sobre las consolas en el ámbito de la jugabilidad. A parte de matar a todo bicho viviente habia que interactuar con el escenario abriendo puertas y buscando nuevas armas y pasadizos secretos al empujar paredes. A partir de el lanzamiento del juego diversas compañías intentaron sacar juegos basados en él y la propia Id Software años más tardes lanzaría Doom, otro gran éxito que se basaba en Wolfenstein 3D.
El juego no estuvo exento de polémica. La utilización de símbolos nazis y de la canción de Horst Wessell (himno nazi) provocó en 1994 la prohibición de la venta del juego en Alemania, donde la utilización sin justificación de este tipo de símbolos era considerado una ofensa federal. Debido a esto cuando se lanzó la versión para Super Nintendo ese mismo año, se suprimieron todos los simbolos del nazismo y se modificó el tema musical principal. Además el juego original había que matar perros, para evitar problemas, en esta nueva versión se cambiaron por ratas gigantes (al parecer las ratas tienen menos derechos que los perros) y la sangre fue sustituida por sudor.
En este video podeis ver cómo es el juego:
Muy curioso lo que comentas de los cambios en la versión de Super Nintendo; te pegan un tiro y sudas, sí señor.
De este tipo de juegos, de todas formas, el que siempre me ha gustado mucho es el Duke Nuken 3D, más o menos la misma dinámica pero con humor negro y bastante mala leche.
Un saludo.
La censura en el mundo de los videojuegos suele traer situaciones muy ridiculas. para eso tiene una calificación por edades. Respecto a Duke Nukem 3D ya hablaremos más adelante, fue otro juego no exento de polémica.
De hecho, en Alemania son bastante pesados con el tema, para que luego digan de los americanos. En muchos juegos, ponen la sangre verde !!
Ohh qué de recuerdos me trae a la cabeza este juego clásico! Menudas «viciadas» me pegaba con los amigos de pequeño al Wolfenstein jaja. La contunuación, Return to Castle Wolfenstein también me gusto mucho, se me hacía corta de lo bien q me lo pasaba matando nazis y zombies.
A propósito, otro juego mítico de estilo similar al Wolfenstein 3D pero futurista creo recordar q se llamaba «Blake Stone» o algo así. A ver si puedes redactar un artículo sobre él cuando puedas
Tomo nota 😉